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El pasado jueves, el Congreso de los Diputados llevó a cabo la elección de José Pablo López como nuevo presidente de RTVE, un proceso que se saldó con una mayoría absoluta en segunda votación.
López, quien fue director de Contenidos de la radiotelevisión pública, fue propuesto por el PSOE, lo que generó un amplio apoyo entre los partidos de la coalición gubernamental, incluyendo a Sumar y otros socios de legislatura como ERC y PNV.
Este nombramiento se produce tras un periodo de incertidumbre, ya que en la primera votación no logró alcanzar la mayoría de tres quintos requerida por ley.
A pesar del respaldo recibido, el nombramiento de López no ha estado exento de críticas. Durante el debate en el hemiciclo, Manuel Mariscal, diputado de Vox, acusó a López de querer favorecer a productoras cercanas al PSOE, sugiriendo que su objetivo es crear una televisión privada que proteja al Gobierno. Además, se cuestionó el coste que supondrá el nuevo consejo, estimado en más de tres millones de euros al año. El PP, por su parte, ha denunciado lo que consideran una colonización institucional por parte del Gobierno, señalando que RTVE se suma a otras instituciones bajo su control.
José Pablo López regresa a RTVE en un momento crucial, tras haber sido cesado en marzo de 2024 como director de Contenidos Generales. Su nombramiento se presenta como una oportunidad para revitalizar la programación de la cadena, que ha estado compitiendo fuertemente con Antena 3 en la franja de prime time. Con un consejo que incluye a figuras destacadas del PSOE y Sumar, se espera que López implemente cambios significativos en la estrategia de contenidos de RTVE. La elección de López también plantea interrogantes sobre la dirección futura de la radiotelevisión pública y su papel en el panorama mediático español.
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