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La reciente declaración del empresario Víctor de Aldama ha generado un revuelo en el ámbito político español, especialmente en torno a la figura de Koldo García, exasesor del exministro de Transportes, José Luis Ábalos. En una conversación telefónica con El Independiente, García ha expresado su indignación y ha desmentido categóricamente el 95% de lo que se ha dicho sobre él en la Audiencia Nacional.
Esta situación ha puesto de relieve las tensiones y las complejidades que rodean las relaciones políticas en España.
Koldo García ha negado rotundamente las acusaciones de pagos en efectivo a Santos Cerdán, un tema que ha sido central en las declaraciones de Aldama.
Según García, la única interacción que tuvo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue a través de una simple solicitud de foto. «Él me pidió una foto con el presidente. Había un acto y le hice la foto y ya está», explica García, enfatizando que ha ayudado a muchas personas a conseguir fotos con figuras públicas en diversas ocasiones.
García aclara que fue él quien contactó a Aldama para informarle sobre el evento con Sánchez, y no al revés. «Yo le llamé y le dije ‘oye hay un acto con el presidente’. Aquella foto que me pediste con el presidente, creo que sería adecuado puedes venir y le he pedido al departamento de Seguridad a ver si me pueden dejar para que te hagas una foto con él'», relata. Esta aclaración busca desvirtuar las afirmaciones de Aldama, quien insinuó que García había tenido un papel más activo en la gestión de relaciones con el presidente.
La situación se complica aún más con la insinuación de un posible pacto entre Aldama y la Fiscalía Anticorrupción. García sugiere que las declaraciones de Aldama son parte de una estrategia para obtener beneficios legales, afirmando que «si sale de prisión, sois inteligentes». Esta afirmación pone de manifiesto la desconfianza que García siente hacia las motivaciones de Aldama, quien, según él, ha fabricado un relato que no se sostiene. «Más que una película», dice García, refiriéndose a la narrativa presentada por Aldama en la Audiencia Nacional.
La controversia en torno a Koldo García y las declaraciones de Víctor de Aldama subrayan la fragilidad de las relaciones políticas y la facilidad con la que se pueden lanzar acusaciones que, en ocasiones, carecen de fundamento. A medida que avanza la investigación, será crucial seguir de cerca cómo se desarrollan estos acontecimientos y qué implicaciones tendrán para los involucrados. La búsqueda de la verdad en este contexto es esencial para restaurar la confianza en las instituciones y en las figuras públicas.
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