Las proyecciones de emisiones de CO2 para 2024 son alarmantes y requieren acción inmediata.
Temas cubiertos
Un panorama preocupante para el clima global
El diagnóstico sobre el estado del clima es claro: el tiempo se agota. Según un estudio reciente del Global Carbon Budget, se prevé que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) alcancen un récord de 37.400 millones de toneladas en 2024, lo que representa un aumento del 0,8% en comparación con el año anterior.
Este incremento es alarmante, ya que los científicos advierten que si esta tendencia continúa, hay un 50% de probabilidad de que la temperatura global aumente 1,5 grados centígrados en solo seis años. Este escenario tendría consecuencias devastadoras para el medio ambiente y la vida en el planeta.
Las fuentes de emisiones y su evolución
El estudio revela que, a pesar de los esfuerzos por implementar políticas medioambientales y fomentar el uso de energías renovables, las emisiones de CO2 siguen en aumento. En España, por ejemplo, las emisiones de combustibles fósiles alcanzaron los 221 millones de toneladas el año pasado, aunque se registró una reducción del 5,6% respecto al año anterior. A nivel de la Unión Europea, se prevé una disminución del 3,8% en las emisiones, impulsada principalmente por la reducción en el uso del carbón y el gas natural. Sin embargo, el petróleo sigue siendo una fuente de preocupación, con un aumento proyectado del 0,2% en las emisiones.
La urgencia de la acción climática
El profesor Pierre Friedlingstein, director del estudio, enfatiza que se está acabando el tiempo para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Es imperativo que los líderes mundiales adopten medidas drásticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. A pesar de que la penetración de energías renovables y vehículos eléctricos está en aumento, la acción colectiva es crucial para revertir la tendencia actual. La situación es especialmente crítica en países como China e India, que son responsables de un porcentaje significativo de las emisiones globales. En este contexto, la cooperación internacional y el compromiso con políticas sostenibles son más necesarios que nunca.