Las fuertes lluvias en Cadaqués han causado daños significativos a vehículos y propiedades.
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Las lluvias torrenciales y su impacto en Cadaqués
En la madrugada del pasado viernes, la localidad de Cadaqués, situada en la provincia de Girona, se vio afectada por intensas lluvias que provocaron el arrastre de hasta 32 vehículos.
La alcaldesa, Pia Serinyana, informó en Catalunya Ràdio que el fenómeno meteorológico alcanzó su máxima intensidad entre las 2 y 3 de la mañana, momento en el cual la riera que atraviesa el municipio experimentó un aumento significativo en su caudal.
La situación se complicó debido a que, a pesar de las advertencias del Ayuntamiento sobre la prohibición de aparcar en la zona, muchos conductores ignoraron las alertas y dejaron sus vehículos en áreas de riesgo. «Teníamos la alerta que nos había llegado del Cecat, pero la gente ha aparcado los coches y el agua se los ha llevado», explicó Serinyana, reflejando la frustración de las autoridades locales ante la falta de precaución de algunos ciudadanos.
Las cifras de la tormenta y su evolución
Las precipitaciones en la región superaron los 100 mm, concentrándose especialmente en la montaña del Pení, que vertió grandes cantidades de agua en la riera. A pesar de la magnitud de las lluvias, la alcaldesa destacó que en el núcleo urbano de Cadaqués no se registraron lluvias tan intensas como en las áreas circundantes. Esto sugiere que el desbordamiento de la riera fue el resultado de un fenómeno localizado en las montañas adyacentes.
Por el momento, no se han reportado heridos ni daños personales, según los informes de los Bombers de la Generalitat y los Mossos d’Esquadra, quienes han estado revisando la situación y los vehículos afectados. Sin embargo, la preocupación por la seguridad de los residentes y la integridad de las propiedades sigue siendo alta.
Medidas de prevención y apoyo a los afectados
El Ayuntamiento de Cadaqués ha comenzado a implementar medidas de prevención para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. Esto incluye la mejora de los sistemas de alerta y la concienciación de la población sobre la importancia de seguir las recomendaciones de las autoridades en caso de fenómenos meteorológicos extremos.
Además, se ha puesto en marcha un programa de apoyo psicológico para los afectados por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), donde se les anima a compartir sus experiencias y recibir asistencia emocional. Este tipo de apoyo es crucial para ayudar a las personas a lidiar con el estrés y la ansiedad que pueden surgir tras eventos traumáticos como este.