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En momentos de catástrofe, la solidaridad y el voluntariado se convierten en pilares fundamentales para la recuperación de las comunidades afectadas. Mert, un joven turco que se mudó a España para estudiar, ha sido testigo de esta realidad en dos ocasiones distintas: tras un devastador terremoto en Turquía y más recientemente, en la localidad de Benetússer, Valencia, afectada por la DANA.
Su experiencia resalta la importancia de la ayuda humanitaria y la respuesta comunitaria ante desastres naturales.
Las cifras de víctimas y daños materiales en desastres naturales son alarmantes. En Turquía, más de 50.000 personas perdieron la vida y 10 millones se vieron afectadas por el terremoto de 2023.
Aunque la magnitud de la DANA en Valencia no se compara, Mert observa similitudes en la devastación y la dificultad de recuperación. Según él, las calles de las ciudades afectadas no volverán a la normalidad, lo que plantea un desafío significativo para las autoridades y la población.
La rapidez en la respuesta ante desastres es crucial. Mert enfatiza que las primeras 48 horas son determinantes para salvar vidas. Sin embargo, también señala que la preparación y la prevención son esenciales. En su experiencia, tanto en Turquía como en Valencia, hubo negligencias que contribuyeron a la magnitud de los desastres. La falta de advertencias adecuadas y la construcción de edificios no aptos para zonas sísmicas son ejemplos de cómo la falta de preparación puede agravar la situación.
Otro aspecto crítico que Mert ha observado es la propagación de bulos y desinformación durante las crisis. En su tiempo en Antioquía, se encontró con rumores sobre una crisis de agua que resultaron ser falsos. De igual manera, en Valencia, se difundieron noticias erróneas sobre cadáveres en las calles, lo que generó pánico y confusión. Mert subraya la importancia de contar con información veraz y objetiva para contrarrestar la desinformación, algo que el Gobierno de España ha intentado abordar con iniciativas como «Info DANA».
A pesar de las dificultades, la solidaridad entre las personas se convierte en un motor de cambio. Mert destaca cómo, en los primeros días tras la DANA, la comunidad se unió para ayudar a los afectados, incluso antes de que llegara la ayuda oficial. Esta respuesta comunitaria es un testimonio del poder del voluntariado y la empatía en tiempos de crisis, recordándonos que, aunque las catástrofes naturales pueden ser devastadoras, la humanidad y la solidaridad pueden brillar en medio de la adversidad.
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