La reina Letizia y el rey Felipe VI se enfrentan a la rabia ciudadana tras la DANA
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Un día de tensión en Paiporta
Este domingo, la reina Letizia vivió una de las jornadas más difíciles de su reinado durante su visita a Paiporta, un municipio de Valencia que ha sido severamente afectado por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos).
La situación se tornó crítica cuando un grupo de ciudadanos, visiblemente frustrados por la gestión del gobierno tras la catástrofe, comenzó a gritar consignas como «¡asesinos, asesinos!». Este ambiente de tensión obligó a la reina a intentar calmar a los presentes, quienes expresaban su rabia y desesperación.
La respuesta de la realeza ante la crisis
A pesar de los gritos y la lluvia de barro y objetos que los ciudadanos lanzaban como símbolo de su descontento, la reina Letizia y el rey Felipe VI decidieron continuar con su visita. Mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, optó por abandonar la zona, los monarcas se mantuvieron firmes, dialogando con los ciudadanos y mostrando su preocupación por la situación. La reina, visiblemente afectada y con el rostro cubierto de barro, se acercó a los habitantes, intentando ofrecer apoyo en un momento tan complicado.
La visita de la reina no solo fue un acto protocolario, sino que se convirtió en un símbolo de la creciente frustración de la población. Grupos como Revuelta, Frente Obrero y Desokupa han comenzado a organizarse en respuesta a la crisis, manifestándose contra el gobierno y la monarquía. Las protestas han crecido en intensidad, especialmente después de las primeras noches de movilizaciones frente a la sede del partido socialista en Ferraz. La situación en Paiporta refleja un descontento más amplio que se extiende por diversas localidades afectadas por la DANA, donde los ciudadanos exigen respuestas y soluciones efectivas.