Al regresar de las vacaciones estivales, se hizo pública la convocatoria del 41º Congreso Federal del PSOE, y se comenzó a analizar el panorama territorial de España en busca de posibles conflictos. Pocos podrían haber anticipado que el estallido se produciría precisamente en Cantabria.
Esta federación, compuesta por aproximadamente 3.000 afiliados y que desde 2017 ha mostrado su lealtad inquebrantable a Pedro Sánchez, ha permanecido relativamente en la sombra dentro del PSOE. A pesar de no haber logrado nunca la alcaldía de Santander, siempre en manos de la derecha desde la instauración de la democracia, ha participado en los gobiernos regionales, siendo su última colaboración del 2015 al 2023 bajo la dirección del regionalista Miguel Ángel Revilla.
En este contexto, ha surgido una disputa interna entre seguidores de Sánchez, enfrentando a Pablo Zuloaga, secretario autonómico desde 2017, y Pedro Casares, diputado nacional y miembro de la dirección federal. Hasta ahora, han disputado una reñida primera contienda, pero se prevé que se enfrentarán nuevamente en la batalla decisiva por el liderazgo del partido en Cantabria en las próximas semanas.
El primer round, que se realizó el domingo pasado, ha revelado una federación profundamente dividida, con un 50% de apoyo para cada bando. Esta situación, que antes de la votación parecía inimaginable, se materializó con controversia. Los votantes decidían quién debería encabezar la lista de 19 delegados para el 41º Congreso Federal del PSOE, que tendrá lugar en Sevilla del 29 de noviembre al 1 de diciembre. Debían decidir entre el propio Zuloaga o Susana Herrán, la alcaldesa de Castro Urdiales, quien mantiene una estrecha relación con el diputado Casares.
La ganadora fue Susana Herrán, con un 50,69%, respaldada por Casares. Por su parte, Pablo Zuloaga, líder regional, obtuvo un 49,31% y presentó una impugnación relacionada con una mesa de votación. Aunque el resultado favoreció a Herrán, el comunicado de la cúpula regional dijo que Zuloaga había ganado con un 50,05%, mientras se espera la resolución sobre la impugnación en la agrupación de Cartes, que alegó la participación de un no militante en la votación. Sin embargo, sus opositores argumentan que dicha persona sí es militante, pero no estaba en los registros y, en cualquier caso, no votó. Si se descalifica esa mesa de Cartes, Zuloaga habría conseguido 970 votos, frente a los 968 de Herrán. Esto implica que la diferencia entre ambos podría ser, como máximo, de 30 votos a favor de la alcaldesa o, como mínimo, de 2 votos a favor de Zuloaga.
La resolución de la discrepancia recaerá en la Comisión Federal de Ética y Garantías, bajo la presidencia de Rafa Román, originario de Andalucía. La Comisión Regional, que fue el recurso presentado por Zuloaga, optó por darse por inhibida la tarde del lunes y trasladar el caso a la federal, así como al comité organizador del 41º Congreso. En este momento, Ferraz actúa con cautela y reconoce los «resultados provisionales hasta que se aclaren las eventuales impugnaciones». Esto implica que la dirección de Sánchez considera válida la victoria de Herrán, a la espera del veredicto de la Comisión Federal de Garantías, que determinará la lista oficial ganadora. Los seguidores de la alcaldesa subrayan que no se registraron incidencias en Cartes y que debió haberse impugnado la mesa correspondiente después del escrutinio, y añaden que, dado que el afectado no votó, no se debería invalidar el total de esa urna, que finalizó con un resultado de 36-5 a favor de Herrán.
Lo ocurrido el domingo puede interpretarse como una especie de primarias adelantadas. Es poco habitual que más de un afiliado compita para liderar una lista provincial de delegados al congreso del PSOE. De hecho, en este encuentro, solo se inscribieron dos candidaturas en varias localidades, como Cantabria, Huesca, Zaragoza, Segovia y La Gomera. Sin embargo, dado que cada candidato debía presentar los apoyos necesarios, que equivalen al 12% del censo, al final solo hubo votaciones en Cantabria y La Gomera, esta última por «dinámicas locales», según indican desde la dirección regional. No obstante, se trataba de un mero trámite, ya que el objetivo era definir quién dirigirá la lista de delegados para el 41º Congreso, sin mayor repercusión orgánica. A no ser que se considerara, como sucedió en la federación cántabra, una especie de primera ronda hacia las primarias oficiales.
Diez delegados ganadores y nueve perdedores
Los militantes interpretaron la situación de esa manera. Con una participación alta, superando el 70%, así lo reportan en el sector de Herrán. La movilización fue fundamental en Santander, que es la agrupación más numerosa y de la cual Casares se desempeña como secretario general, así como en Castro Urdiales, que ocupa el tercer lugar en cuanto a afiliados. En la dirección autonómica reconocen que no anticiparon el nivel de apoyo hacia su rival, y que la decisión que esperaban a su favor se inclinó principalmente gracias a estos dos municipios, que se mostraron contundentemente a favor de Herrán. Por otro lado, Torrelavega, la segunda agrupación más significativa, respalda a Zuloaga, al igual que Santa Cruz de Bezana —la localidad donde fue alcalde—, así como Colindres, Suances y Laredo. La primera edil logró imponerse en Camargo (la cuarta en tamaño), Santoña, Astillero, San Vicente de la Barquera y Reocín.
Una vez que se pronuncie el tribunal interno del PSOE, se conocerá de manera definitiva quién es el ganador. El triunfador llevará consigo 10 delegados al congreso de Sevilla, mientras que su oponente tendrá los nueve restantes. Esto representa un total de 19 compromisarios en Cantabria, una cifra que se queda corta en comparación con otras federaciones más grandes en afiliados. Andalucía, por ejemplo, enviará 268 delegados al congreso. Solo las provinciales de Valencia y Sevilla, que son las más relevantes en el país, elegirán a 62 y 57, respectivamente. Esto implica que la influencia de Cantabria en el 41º Congreso es bastante reducida, lo que hace aún más sorprendente que la contienda haya comenzado tan rápidamente allí.
En el trasfondo de la situación, según relatan en la federación, la realidad no resultaba tan inesperada. Zuloaga y Casares consolidaron su alianza durante el cónclave regional de 2017. Zuloaga logró vencer a la entonces vicepresidenta regional, Eva Díaz Tezanos, una figura cercana al difunto Alfredo Pérez Rubalcaba, al igual que su predecesora, Lola Gorostiaga, por un escaso margen de 166 votos. Sin embargo, con el tiempo, la relación entre ambos líderes empezó a deteriorarse.
El distanciamiento entre Zuloaga y Casares, quienes unieron esfuerzos contra Díaz Tezanos en 2017, comenzó a notarse a partir de 2021. Los opositores al líder regional afirman que el partido se encuentra «dormido».
Aquellos cercanos a Casares señalan que el cambio crucial ocurrió en 2021, cuando se hizo evidente que el liderazgo de Zuloaga era «débil, muy personalista y cambiante, con poca profundidad». En ese instante, se le sugirió que se enfrentara a Zuloaga, pero decidió que «no era el momento adecuado», dado lo reciente de la contienda contra Díaz Tezanos. Las voces críticas se unieron en apoyo a la candidatura de Judith Pérez Ezquerra, quien obtuvo un 20,84% de los votos, mientras Zuloaga consiguió un 75,42%. Un mes después, durante el cónclave regional, el líder autonómico logró conformar su ejecutiva con el 63% de los apoyos, aunque con un margen más reducido que antes.
En el entorno de Casares se critica a su oponente por haber «fabricado la imagen de que la federación estaba cohesiva a su alrededor, cuando la realidad es otra». Consideran que el PSOE de Cantabria estaba «inactivo», lo que llevó al diputado nacional, quien ocupa el cargo de secretario de Política Económica y Transformación Digital en la dirección de Sánchez, a proponer a Herrán como candidata. «Si nos quedábamos esperando, Pablo podría convocar el congreso regional con poco tiempo y no tendríamos oportunidad de presentar nuestra alternativa. Los resultados —agregan— apoyan nuestra postura: esto ha funcionado como un catalizador y la militancia ha mostrado su deseo de involucrarse en un proceso que, en realidad, está estancado». La lucha crucial se dará en las próximas semanas. Casares todavía no ha confirmado si se enfrentará directamente a Zuloaga, por «respeto» al proceso federal, dado que Ferraz solicitó a los territorios que se enfocaran en la reunión de Sevilla antes de anticipar las contiendas locales, que seguramente surgirán en más regiones del país. Lo que es indudable es que también ocurrirá en Cantabria. La fecha del congreso autonómico aún está pendiente.
Zuloaga, al hablar con la prensa este lunes, admitió que hay una «fragmentación» dentro del PSOE en Cantabria. Dirigió críticas a su oponente, Casares, al afirmar: «Quien buscaba dividir el partido lo ha logrado, y aquellos que tenían intereses individuales para hacerlo también han triunfado. Este era el instante adecuado para la cohesión, para respaldar al PSOE y al Gobierno de Pedro Sánchez frente al ataque intenso de la derecha. Aquellos que han intentado fragmentar el PSOE de Cantabria en un contexto de polarización como el actual, y que han favorecido a la derecha, están cometiendo un error, tanto en forma como en fondo». El líder regional subrayó su labor al mando de la federación y los resultados positivos que han permitido un incremento del «33%» en la región, al tiempo que destacó su «responsabilidad» en este avance. Por otro lado, Herrán defendió el resultado de la votación del domingo y solicitó que se respete «el mensaje de las urnas».
Zuloaga critica a Casares por priorizar sus propios intereses en un momento que debería ser de «unidad» y no de «favorecer a la derecha». Herrán enfatiza la importancia de atender «el mensaje de las urnas».
Zuloaga no menciona directamente a Casares, pero su círculo cercano sí lo hace. Se le acusa de fomentar la división interna y de ser el «principal culpable» del cisma que atraviesa la federación. Aseguran que sus acciones están motivadas por el deseo de «mantener su cargo como diputado en Madrid», ya que consideran poco probable que permanezca en la dirección del equipo de Sánchez. Hasta ahora, no se ha revelado ni la estructura ni los nombres de la nueva dirección que el presidente tiene en mente. Desde la dirección regional critican a Casares por haber «explotado» el nombre de Sánchez «en cada comentario, charla con los militantes y entrevistas». «Sin duda, todos apoyamos a Pedro. Sin embargo, mientras Pablo se esforzaba por el PSOE de Cantabria, logrando sumar votos y respaldo, Casares se retiró rápidamente a Madrid tras perder [en las municipales de Santander en 2019], y fracasó también en la repetición de las elecciones generales de ese año [las de noviembre], después de haber ganado [en abril de 2019], mientras lideraba un PSOE en Santander como secretario general que ha perdido concejales y votos, con un PP en mayoría absoluta», comentan en la confianza de Zuloaga.
En el bando contrario, argumentan que Casares no fragmenta un partido que ya estaba desunido y enfatizan que el voto de los miembros «no causa fractura». «Pedro se siente a gusto y seguro en Madrid como diputado. Su reciente acción se debe a un sentido de responsabilidad, ya que la base le señala que la situación del partido es insostenible». También recuerdan que se postuló para la alcaldía de Santander en 2015 y 2019 sin lograr el gobierno, siendo su paso al Congreso de los Diputados posterior a la segunda derrota. Las divergencias ideológicas entre ambos son mínimas. El líder regional, quien fue vicepresidente de Revilla, siempre ha estado alineado con Sánchez, al igual que Casares. Recientemente, solo ha expresado una leve discrepancia al proponer la reunión del consejo político federal del PSOE para discutir la financiación singular de Cataluña, pero no llevó el tema más lejos.
El respaldo de Díaz Tezanos y Gorostiaga
En la ajustada victoria —a la espera de las declaraciones de la comisión federal de ética y garantías— ha sido determinante el apoyo de figuras destacadas de la federación, como las exsecretarias generales Eva Díaz Tezanos y Lola Gorostiaga, asociadas al rubalcabismo, que ha tenido siempre un fuerte arraigo en Cantabria, lugar de origen del exvicepresidente del Gobierno. Aunque ambas no han hecho declaraciones públicas, tanto dirigentes cercanos al fallecido Rubalcaba como miembros del entorno de Casares reconocen que cuentan con su apoyo. «Llegará el momento de que se pronuncien, lo que importa es que se han restablecido conexiones con muchas personas. Y muchos podrían cambiar de opinión ahora», apuntan. Para la dirección regional, este respaldo representa la aprobación de «la vieja guardia del PSOE en Cantabria».
Este domingo tuvo lugar una nueva votación en La Gomera. En Ferraz, no se manifiestan a favor de ningún candidato en Cantabria y señalan: «Ambos son buenos».
En la sede del partido, evitan involucrarse en los conflictos internos. No adelantan el fallo de la comisión federal de garantías y no toman partido por Zuloaga ni por Casares. En el equipo mantienen que lo ocurrido debe ser visto con naturalidad, ya que la división en la federación cántabra es «histórica». Es decir, aunque esta ruptura no es algo reciente, ha ganado visibilidad. Además, enfatizan que este conflicto no refleja el clima general del partido. Del mismo modo, la contienda en La Gomera no se considera «significativa», donde el consejero insular José María Morales se impuso a la exdiputada Ventura del Carmen Rodríguez con una ajustada victoria de 42 a 39 votos. En esa isla canaria, solamente se disputó un delegado de los 1.099 que acudirán al 41º Congreso en Sevilla.
Dada la estrecha diferencia en la votación del domingo en Cantabria, se puede anticipar que la pelea por el liderazgo regional del partido será intensa y reñida. Se supone que Zuloaga se lanzará a la contienda. Y frente a él, parece que esta vez será Casares quien se postule como su contrincante. Su antiguo aliado podría convertirse en su rival dentro de una federación que no está acostumbrada a acaparar titulares en los medios nacionales.
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