El PSOE ha tomado medidas legales contra el PP tras el rechazo que hizo el juez Santiago Pedraz a la denuncia presentada por la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo, que acusaba a los socialistas de financiación ilícita. Este hecho, que ocurrió hace exactamente una semana, ha llevado al PSOE a confirmar que llevará a juicio al PP por «injurias y calumnias».
En este contexto, el PSOE subraya que «no se vale todo para derrocar al Gobierno de España».
La decisión de Pedraz no causó sorpresa en el PP, que en días anteriores había insinuado que su querella, que se fundamentaba únicamente en un reportaje de The Objective sobre afirmaciones anónimas sobre supuestas transferencias de dinero a la sede del PSOE, podría no ser aceptada.
Según el juez, este tipo de noticias no son suficientes por sí solas para interponer una acción legal, ya que se requiere más que un relato periodístico para justificar una acusación penal.
Por su parte, el PSOE había anticipado que de producirse el rechazo a la querella, reaccionaría de la misma manera. Poco tiempo después de la declaración de Pedraz, Enma López, miembro del comité organizador del 41º Congreso Federal del PSOE, hizo un comunicado en Ferraz. López explicó que el partido se siente «muy tranquilo» porque no ha habido indicios de financiación ilegal, y enfatizó la gravedad de las acusaciones lanzadas por el PP, recordando que este último tiene un historial relacionado con financiación ilícita, incluyendo pagos en negro para la reforma de su sede.
La líder, quien también es portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, criticó a los miembros del PP por haber interpuesto una denuncia sustentada en «recortes de prensa y declaraciones anónimas» para acusar de hechos «sin fundamento». La dirección del Partido Popular presentó dicho documento ante la Audiencia Nacional el lunes anterior, decisión que se tomó el día anterior en una reunión de emergencia del equipo de Feijóo. Según denunciaron, esto tenía como objetivo «desacreditar al Gobierno y al PSOE», buscando así «ocultar su carencia de un proyecto político».