Categorías: Política
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20 octubre, 2024 12:21 am

¿Quiénes integran el nuevo círculo de confianza de Puigdemont en la próxima dirección de Junts?

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El congreso programado por Junts para el próximo fin de semana tiene como objetivo consolidar su posición como una opción frente al PSC, que está ganando influencia en Cataluña. Carles Puigdemont, hace dos semanas, afirmó ante los miembros del partido en Waterloo que es esencial actualizar tanto los mensajes como los liderazgos.

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Aunque planea retomar la presidencia del partido, esta renovación de liderazgo no incluirá su reemplazo, sino que se espera que se incorporen nuevas figuras a la ejecutiva.

A medida que el congreso se acerca, las especulaciones sobre los nuevos integrantes del equipo cercano al expresident exiliado han aumentado.

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La permanencia de Jordi Turull como secretario general parece asegurada, ya que ha sido un aliado incondicional de Puigdemont en los últimos dos años. Turull, con una larga trayectoria en Convergencia, ha demostrado tener el control sobre las dinámicas internas del partido.

De los cuatro vicepresidentes que fueron elegidos hace dos años en el congreso de Argelers, solo uno tiene asegurada su continuidad: Josep Rius. Este vicepresidente y portavoz de Junts mantiene una estrecha relación con Puigdemont y equilibra su labor en el Parlament con un cargo en el Ayuntamiento de Barcelona.

Se considera inevitable la renuncia de los dos vicepresidentes que Borràs había propuesto: Francesc de Dalmases, quien abandonó su puesto a causa de la controversia causada por sus amenazas a una periodista de TV3, y Aurora Madaula, que ha confrontado a la dirección tras presentar denuncias de acoso machista dentro de la ejecutiva de Junts. Además, parece que Anna Erra, ex alcaldesa de Vic y ex presidenta del Parlament, también dejará su cargo.

En su reemplazo, se espera que Míriam Nogueras, portavoz de Junts en Madrid, asuma una de las nuevas vicepresidencias, reconociendo su firme manejo de las relaciones con el PSOE. Asimismo, Albert Batet, quien lidera el Grupo de Junts en el Parlament, parece estar en la línea de sucesión. La otra vicepresidencia podría recaer en Antoni Castellà, portavoz del Consell de la República fundado por Puigdemont en Waterloo y uno de los responsables del regreso y escape de Puigdemont el pasado 8 de agosto. Sin embargo, algunos informes sugieren que la empresaria Anna Navarro, reciente incorporación de Puigdemont en su última campaña, podría ser la elegida.

Nuevas incorporaciones

Fuera del ámbito de las vicepresidencias, los recientes estatutos proponen una lista cerrada de 25 vocales, cada uno con funciones específicas. Entre los nombres que se destacan para tener un rol prominente están: la portavoz en el Parlament, Mónica Sales, el candidato a la lista por Girona, Salvador Vergés, y el diputado en el Congreso, Josep Maria Cruset.

Los tres individuos han desempeñado un rol central en la organización del congreso: los dos primeros como oradores, y el tercero en la capacidad de presidente del evento. Se espera que en el futuro, los tres tengan una influencia cada vez mayor en la defensa de la estrategia política de Junts. Esto es especialmente relevante para Sales y Vergés, quienes destacaron durante la anterior legislatura, sobre todo en temas cruciales como la crisis del sector agrícola. En el contexto de un grupo parlamentario que está llamado a liderar la oposición en Cataluña, hay un vacío en el liderazgo, ya que sin Puigdemont no hay quien ocupe dicho puesto.

El líder del grupo, Albert Batet, comunicó hace dos semanas que Sales tomará responsabilidades «organizativas» en el grupo, mientras que Batet se dedicará a un papel «más institucional». Ambos, sin embargo, evitaron profundizar sobre los detalles de este rol institucional, que fue una de las decisiones más relevantes en la reciente reunión con Puigdemont en Waterloo.

Otra cuestión que queda por aclarar es la función y la influencia del sector pragmático dentro del partido, compuesto en gran medida por exconsejeros que tuvieron que dejar el Govern de Pere Aragonès, varios de los cuales han expresado críticas hacia la estrategia de Puigdemont. Es probable que Jaume Giró, exconsejero de Economía, siga en la Ejecutiva, pero la designación de Castellà como portavoz en la Comisión de Economía, en lugar del exconsejero, muestra un claro rechazo a sus posturas críticas.

El futuro de Borràs

Otro punto de interés es el rol que desempeñará Borràs en el partido. La actual presidenta de Junts desea mantenerse en el círculo de decisiones, sin embargo, parece que tendrá que ceder la presidencia a Puigdemont, quien no parece tener la intención de incluirla en su nueva ejecutiva.

Una de las opciones que han surgido desde Junts es la posible presidencia del Consell Nacional del partido, un rol previamente ocupado por Josep Rull, quien ahora ejerce como presidente del Parlament. Sin embargo, este proyecto presenta importantes debilidades. Primero, se trata de un puesto que no ofrece compensación económica. Además, al estar fuera de la Ejecutiva, enfrentará una votación uninominal en el congreso de la próxima semana, lo que podría resultar en un incómodo rechazo para Borràs.

**Listas cerradas y la enmienda Castellà**

El 15 de octubre se cerró el plazo para presentar enmiendas a las tres ponencias que se discutirán en el congreso: organizativa, estratégica y política. La propuesta que ha recibido el mayor número de enmiendas es la de eliminar las listas abiertas para la dirección del partido. Esto implica que las candidaturas a la ejecutiva se voten en bloque en lugar de personas por separado. Este sistema causó problemas significativos en el último congreso para algunos candidatos cercanos a Laura Borràs, algo que ahora Puigdemont desea evitar para sus nuevos seguidores.

De las 61 enmiendas recibidas en este contexto, solamente cinco siguen vigentes, ya que muchas de ellas han sido retiradas o rechazadas por los militantes en diversas asambleas locales.

La sugerencia de eliminar el requisito de seis meses de militancia para acceder a la dirección de Junts tampoco parece generar interés. Muchos consideran que esta modificación favorece particularmente a Toni Castellà, al punto de que ha sido apodada de manera interna como la «enmienda Castellà».

Esta situación facilitará el crecimiento del líder de Demòcrates dentro de Junts, permitiéndole permanecer vinculado al partido que se formó tras la división en Unió Democràtica, cuando algunos independentistas decidieron respaldar a Puigdemont en su búsqueda de la secesión. Josep Duran Lleida se opuso a este rumbo, pero varios dirigentes, como Núria de Gispert y el propio Castellà, lo apoyaron con entusiasmo.

A pesar de esta estrategia, el hecho de que Castellà encabece otro partido, que ha participado en coalición con Junts en todas las elecciones recientes, representa un obstáculo para su ascenso en la ejecutiva de Junts, algo que no es bien visto por una parte significativa del partido. No obstante, Junts también está considerando una fusión con Demòcratas, buscando «ampliar su base» para posicionarse como la fuerza central del independentismo, y el avance de Castellà podría ser beneficioso para esta iniciativa.

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