La DGT ha emitido un comunicado que puede sorprender a muchos conductores: ciertos alimentos que consumes sin pensarlo pueden inducir resultados positivos en un control de alcoholemia. Aunque la mayoría asocia estos controles con el consumo de bebidas alcohólicas, existen productos comunes que también pueden alterar los resultados y generar preocupaciones.
Alimentos que pueden influir en la prueba de alcoholemia
Más allá de las bebidas, hay ciertos alimentos que pueden afectar las lecturas en un control de alcoholemia. Entre estos se encuentran varios ejemplos que podrían encender las alarmas en un análisis de la DGT.
Frutas en estado de fermentación
Las frutas que están maduras en exceso, como las uvas y los plátanos, pueden comenzar a fermentar de manera natural, generando pequeñas cantidades de alcohol. Como resultado, esto podría modificar la cantidad de alcohol que se expulsa al respirar después de consumirlas.
Productos de panadería
Alimentos como el pan recién horneado, bollos o cualquiera que contenga levadura, pueden tener trazas de alcohol. Aunque sea en cantidades reducidas, podría ser suficiente para resultar positivo en un test de alcoholemia si se realiza justo después de comer.
Vinagre y alimentos en conserva
El vinagre y algunos productos en conserva pasan por un proceso de fermentación para su conservación, lo que significa que pueden contener ciertas cantidades de alcohol, potencialmente ocasionando un falso positivo.
Medicamentos y colutorios
Es conocido que ciertos colutorios tienen altas concentraciones de alcohol, y utilizarlos antes de un control puede llevar a que los dispositivos detecten un nivel elevado de alcohol. Además, algunos medicamentos también pueden contener alcohol.
Recomendaciones para evitar resultados positivos en las pruebas de la DGT.
Si quieres evitar encontrarte en una situación incómoda frente a un agente de movilidad, existen algunas acciones que puedes considerar tras consumir ciertos alimentos.
Recomendaciones y consejos
Es recomendable que esperes un momento antes de ponerte al volante. Si has comido recientemente y planeas conducir, lo ideal es darle tiempo a tu organismo para que elimine cualquier rastro de alcohol que pueda haber quedado en tu boca. Esperar unos minutos puede marcar una gran diferencia en el resultado de la prueba.
Opta por enjuagues bucales sin alcohol para cuidar tu higiene dental. En el mercado hay opciones que no contienen alcohol. Usarlos te ayudará a evitar sorpresas indeseadas en caso de que te paren en un control.
Asegúrate de mantenerte bien hidratado; beber agua tras consumir alimentos fermentados o productos con trazas de alcohol contribuirá a limpiar tu aliento y reducirá las posibilidades de que el alcohol residual afecte el test.
Información sobre los riesgos alimentarios de la DGT
La DGT ha hecho un esfuerzo por alertar a los conductores sobre los peligros que no solo provienen del consumo de alcohol, sino también de ciertos alimentos que pueden influir en las pruebas de alcoholemia. Aunque los dispositivos están diseñados para detectar niveles elevados de alcohol, el margen de error puede ser lo suficientemente significativo como para que un pequeño bocado de un producto fermentado te cause problemas.
Es crucial que los conductores sean conscientes de estas posibilidades para evitar inconvenientes en los controles de tráfico.
La Dirección General de Tráfico enfatiza que la manera más eficaz de garantizar una conducción segura es abstenerse completamente de consumir alcohol antes de manejar. Sin embargo, hay ciertos alimentos que, aunque no representan un riesgo directo, pueden ocasionar efectos indeseados y, por ende, también son incluidos en este consejo. En definitiva, el objetivo es mantener la seguridad en nuestras vías; por lo tanto, informarse adecuadamente y ser cauteloso respecto a lo que ingerimos es fundamental para evitar sorpresas desagradables y sanciones al volante.
