Este sábado 19 de octubre, a las 12:30 del mediodía, un grupo de personas se reclinará en el suelo del Parque del Retiro en Madrid para dibujar sus siluetas con tiza, imitando una escena del crimen. Este acto busca visibilizar el atropello de Wisper, un perro que estaba en entrenamiento para ser un perro guía y que falleció al ser golpeado por un camión de reparto en septiembre pasado.
La intención de esta protesta simbólica es solicitar la implementación de medidas de seguridad en el parque para que incidentes de este tipo no ocurran nuevamente.
María Gironza, la dueña de Wisper, relata: «Sucedió el seis de septiembre a las 09:40 de la mañana.
Siempre trato de tener precaución, porque en El Retiro transitan patinetes, bicicletas y vehículos. Sin embargo, Wisper salió despavorido justo cuando un camión se acercaba. Intenté avisar al conductor, pero no me escuchó: impactó con Wisper, quien quedó atrapado en la rueda mientras el camión seguía su camino».
Los gritos de Gironza llamaron la atención de quienes estaban cerca, quienes se apresuraron a detener el camión, mientras ella, en un estado de conmoción, trataba de asimilar lo ocurrido. «No recuerdo bien cómo Wisper salió del camión, pero pronto lo tuve entre mis piernas. Aún estaba vivo, lloraba un poco y, con el tiempo, se apagó. Una chica se despojó de su abrigo para cubrir su cuerpo. Usamos un carrito improvisado como camilla y lo trasladamos a un hospital cercano. Al llegar, nos dijeron que ya había fallecido».
La misma joven que le ofreció su abrigo fue quien incentivó a Gironza a actuar. «Me hizo darme cuenta de que debía hacer algo», concluye.
Paseos sin riesgos
La propietaria de Wisper ha compartido la situación a través de su perfil en Instagram. Según la normativa del parque, los perros pueden estar sueltos hasta las 10 de la mañana, justo cuando los camiones de entrega comienzan a operar, ingresando y saliendo del área hasta las 10:15 horas. Esto significa que el momento de paseo para los perros y el horario de reparto se superponen. Aunque la velocidad límite para los vehículos es de 20 km/h, este límite suele ser ignorado con frecuencia. «Este incidente involucró a un perro de 38 kilos, no a un chihuahua. No guardo rencor al camionero, ya que imagino que está sufriendo, pero mis hijos son mi principal preocupación. Si esto le ocurriese a un niño, probablemente cambiarían las normas, pero, dado que ya ha pasado, ¿por qué esperar a que un niño persiga una pelota?», reclama Gironza.
Con el objetivo de prevenir futuros incidentes, se ha iniciado una campaña. Todos los viernes, a las 9:20 de la mañana, un grupo reducido de personas se congrega en el sitio del accidente para simular un atropello singular. Yacen en el suelo, dibujando su contorno con tiza, demostrando que, aunque fue Wisper, podría haber afectado a cualquiera. Este viernes, por ejemplo, educadores de la ONCE acompañados de perros en entrenamiento participaron, y la persona que simuló ser atropellada fue la misma supervisora de Wisper.
Mañana «será diferente», declara Gironza. Retomarán su habitual denuncia, pero esta vez en un horario y día más accesible. «Lo hacemos a petición de quienes no pueden asistir los viernes. Queremos que seamos un gran grupo y representar un atropello masivo. No se trata solo de perros, sino de un asunto más amplio. Hablamos de paseos seguros, no solo de la seguridad de los perros. Es importante enfocarse en la seguridad en general». El evento se llevará a cabo en el Paseo de Venezuela en el Retiro, el mismo lugar donde Wisper fue atropellado hace poco más de un mes.
