Las quejas por acoso escolar gestionadas por los servicios sociales de la Generalitat han experimentado un aumento del 200% desde la implementación de la Unidad de apoyo al alumnado en situación de violencia (USAV) hace cuatro años. Este equipo se encarga de registrar los incidentes de acoso entre niños y los abusos por parte de adultos, resaltando el incremento de denuncias relacionadas con el bullying, lo cual atribuyen a una mayor concienciación sobre este tipo de comportamientos.
Según las cifras de la mencionada unidad, se han atendido 2.206 incidentes de presunto acoso escolar desde su inicio en el curso 2020-2021. Los casos de bullying son los más comunes en este servicio, aunque no son los únicos.
En el curso 2020-2021 se registraron 84 quejas, cifra que subió a 347 en el siguiente año escolar. Durante el curso 2022-2023, las denuncias se duplicaron, alcanzando los 684 casos, y el último curso finalizó con un total de 1.042 denuncias.
Representantes de la USAV señalan que el aumento continuo en los casos no implica necesariamente que haya más violencia en las escuelas, sino que hay una mayor conciencia contra el acoso. También enfatizan que se trata de «eventuales casos de acoso», recordando que «la autoridad que decide si realmente ocurrió acoso es el informe posterior de la inspección educativa».
Se han presentado 42 denuncias ante los Mossos.
Durante el segundo semestre de 2024, los Mossos d’Esquadra han registrado 42 denuncias relacionadas con el acoso escolar. A pesar de esto, la policía autonómica ha intervenido en 557 casos de bullying en escuelas. De estas intervenciones, alrededor de 300 fueron solicitadas por los propios centros educativos e incluyeron desde mediaciones hasta conversaciones con los estudiantes. Las demás acciones fueron iniciadas por la policía al observar situaciones de peligro o por denuncias de los menores que no culminaron en acciones legales.
El aumento en las denuncias ha llevado a la Generalitat a lanzar una campaña preventiva que busca equipar a padres y educadores con herramientas para identificar el acoso escolar.
En la memoria colectiva persisten los casos de Kira, una joven de 15 años de Barcelona que se quitó la vida en mayo de 2021 debido al acoso de sus compañeros, y de las gemelas de Sallent, de 12 años, que en 2023, tras saltar desde un balcón, resultaron en la muerte de una de ellas. Aunque estos son ejemplos extremos, el bullying es una forma de violencia a menudo oculta que deja huellas, según los especialistas.
La campaña se enfoca en la identificación temprana del acoso, destacando cinco indicadores que pueden señalar esta problemática en los colegios: bajo rendimiento académico, ausencias o abandono del aula; cambios bruscos en el comportamiento, ansiedad e inseguridad; pérdida o deterioro de pertenencias; aislamiento social y la negativa a comunicar lo que le ocurre.
En el ámbito familiar, es crucial estar atentos a ciertos indicadores que pueden alertar sobre problemas en los niños. Entre estos, destacan la disminución del interés por la comida y alteraciones en el sueño. También pueden manifestarse a través de la búsqueda de compañía para ir al colegio, la renuencia a socializar con otros, la falta de expresión emocional, o episodios de irritabilidad.
Un estudio reciente del Ministerio de Educación revela que el 20% de los estudiantes de primaria son víctimas de acoso escolar o ciberacoso.
Los informes de la Generalitat se alinean con las alarmantes conclusiones de un amplio estudio realizado por el Ministerio de Educación la primavera anterior. Este estudio indica que uno de cada cinco niños en educación primaria ha experimentado bullying o ciberacoso. Solo un 31% de los afectados se atrevió a comunicar la situación a sus docentes, mientras que menos del 10% se enfrentó al agresor, y un 7,2% de las víctimas admite no saber cómo actuar.
El Estudio Estatal de la Convivencia Escolar en Educación Primaria, basado en las experiencias de más de 37.000 estudiantes, profesores, familias y personal de apoyo, determina que el 9,53% de los alumnos hasta 11 años se considera víctima de bullying, mientras que un 9,2% menciona haber vivido ciberacoso.
Preocupación por el ciberacoso
Los registros de la policía autonómica indican que el ciberacoso se ha transformado en un factor significativo que agrava la situación del bullying. Se observa que en todos los casos de acoso escolar, hay una presencia de ciberacoso, especialmente entre jóvenes de 11 a 16 años. Los Mossos advierten que el uso de nuevas tecnologías acelera las dinámicas de hostigamiento.
En este escenario, los Mossos advierten sobre una nueva forma de acoso escolar que se presenta en los videojuegos en línea. Estos son juegos multijugador en tiempo real donde los participantes pueden comunicarse mediante voz y mensajes. En esta variante de acoso, los verdugos se unen para acechar, intimidar y, en última instancia, expulsar del juego a su víctima.