El comandante Rubén Villalba, encargado de la investigación del ‘caso Koldo’ en la Guardia Civil, accedió a información confidencial del Ministerio del Interior para ofrecer detalles a Víctor de Aldama, un empresario involucrado, sobre un inspector de Hacienda que lo estaba siguiendo de cerca.
Aldama, quien actualmente se encuentra en prisión provisional por corrupción, llegó a indagar incluso sobre la vida personal del funcionario que lo acosaba desde hacía tiempo.
Villalba hizo estas confesiones en una grabación que él mismo realizó durante una conversación con sus superiores, de la cual El Independiente obtuvo una copia.
En la grabación, relata que Aldama le comentó: «Hay un inspector de Hacienda en Zaragoza que me está molestando, lleva años haciéndolo. Mis abogados han entregado todo, ¿me puedes ayudar con eso?». Villalba admitió haber examinado la solicitud.
A pesar de la gestión irregular que le fue encomendada, Villalba asegura que no encontró ninguna irregularidad en el comportamiento del inspector. En el audio se puede notar el asombro de sus compañeros al escuchar las demandas del empresario.
Rubén Villalba también menciona que Aldama le pregunta si hay alguna debilidad que se pueda explorar en el inspector, como posibles relaciones extramaritales. Un compañero responde, expresando su sorpresa, a lo que Villalba sugiere que en vez de él, se dirija a otro agente para este tipo de indagaciones.
La Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado obtuvo esta grabación tras llevar a cabo una entrada y registro en la residencia de Villalba. Sin embargo, no se especifica quién es ese «Dani» al que el comandante envía para realizar tareas ilícitas. Villalba estima que esta solicitud se realizó en mayo de 2023.
Los investigadores señalan que Rubén Villalba ha ejercido funciones en el Servicio de Información de forma continua a lo largo de su carrera, lo que le ha permitido establecer relaciones sólidas con personal y agentes de servicios similares, tanto del ámbito policial como del de inteligencia. Gracias a ello, Villalba tiene acceso a información secreta o reservada, altamente relevante para el servicio y clasificada por razones de seguridad.
Según fuentes del Instituto Armado, Villalba ocupaba un cargo directivo en la gestión de «fuentes», posicionándose como nexo entre la Guardia Civil y los confidentes que proporcionan pistas. Aldama y el exasesor del ministerio de Transportes, Koldo García, estaban registrados en esta unidad como confidentes, lo que generaba alertas si alguna investigación los implicaba. Además, el uso de su posición en el Ministerio del Interior para acceder a bases de datos confidenciales podría ser un delito de revelación de secretos, añadiéndose a las acusaciones ya planteadas en la Audiencia Nacional.
Por otro lado, Koldo García también realizó diferentes peticiones antes de su arresto en febrero de 2023, buscando información sobre qué unidad lo estaba investigando y los motivos. «[Koldo] me decía que debía de ser la UCO, que viera si eran los míos. La verdad, le presté poca atención; le respondía que ‘sí, sí’, pero al final no hacía nada», relató.
Uno de los misterios más relevantes de esta investigación es identificar quién notificó a los implicados en el esquema de corrupción sobre las indagaciones en su contra. Según informantes del caso, al realizar registros en ciertos hogares el día que se inició la ‘operación Delorme’, los agentes hallaron pruebas de que los arrestados habían tenido tiempo de advertirse, ya que habían ocultado todo. Un informe reciente de la policía indica que Koldo mencionó que fue Leonardo Marcos, exdirector de la Guardia Civil, quien le proporcionó información sobre la operación en su contra. No obstante, la UCO aclara que no se han hallado pruebas que sustenten esta afirmación.