Los ángeles de Victoria’s Secret han hecho su tan esperado regreso en un desfile después de seis años de ausencia. La reconocida firma de lencería ha reunido nuevamente a sus icónicas modelos para tomar la pasarela. Gigi Hadid inauguró el evento, consolidándose como una de las figuras más relevantes de su época.
El desfile concluyó de la mano de su hermana, Bella Hadid, que también regresó tras un tiempo fuera del foco. Barbara Palvin se destacó, siendo etiquetada en 2018 como modelo curvy. Sin embargo, varias otras modelos acapararon la atención. Victoria’s Secret tenía una cuenta pendiente tras las controversias de 2018, cuando Ed Razek, exdirector de marketing, afirmó que no habría lugar para modelos de tallas grandes o trans en su espectáculo.
Por ello, la marca ha intentado renovarse y dar la bienvenida a las figuras que antes descartaba. En sus tiendas de ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia, ahora podemos ver maniquíes en diversas tallas y fotografías con una variedad más inclusiva. La presencia de Ashley Graham, la modelo curvy más reconocida, junto con otras como Paloma Elsesser, en la pasarela ha sido un acto de reivindicación. La inclusión de Alex Consani, famosa por ser una de las modelos trans más jóvenes, y Valentina Sampaio, ha subrayado este cambio. Victoria’s Secret busca abrir espacio para una nueva mentalidad donde todos son aceptados. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, ya que poco después del evento, las redes sociales se inundaron de memes que exaltaban la delgadez. Es evidente que el mensaje de aceptación promovido por estas modelos curvy no ha calado hondo en una parte del público, y la propia marca tiene un papel relevante en esto.
El evento ha caído en una trampa de nostalgia al presentar a algunas de las modelos más emblemáticas de las décadas de los noventa y dos mil. Figuras como Kate Moss, Tyra Banks, Candice Swanepoel, Adriana Lima, Alessandra Ambrosio e Irina Shayk han dominado la pasarela. Se intentó recuperar el encanto y la ilusión en un desfile que, si no ha cumplido las expectativas, no ha sido culpa de sus protagonistas.
El ambiente se sintió como un desierto detenido en el tiempo. El escenario, desolado y simple, utilizó pasarelas hidráulicas en un estilo reminiscentes de los conciertos de Taylor Swift, pero su estética monótona y sus colores apagados generaron una atmósfera poco inspiradora. Una cortina de humo se abría para dejar pasar a las modelos, pero lo que se esperaba como un show divertido lleno de fantasía se transformó en un paisaje estancado. Al intentar imitar el enfoque urbano de la marca Fenty, Victoria’s Secret pareció olvidar que su esencia también está en esos peinados con ondas y en su impecable maquillaje.
Los atuendos no lograron impresionar a la audiencia, quienes señalaron que lucían repetitivos y pasados de moda. Además, la ausencia del famoso Fantasy Bra, una de las grandes sorpresas del pasado de la firma, se sintió notable. Este sujetador, convertido en una joya, solía ser el símbolo de la «reina» de la noche.
Las actuaciones de Cher, Lisa y Tyla no fueron suficientes para elevar el estado de ánimo, ya que incluso Bella Hadid mostró un semblante serio al finalizar el desfile. Revivir algo tan significativo y al mismo tiempo innovarlo es un reto complicado. En plataformas sociales, muchos expresan su desaprobación ante la falta de momentos memorables en este evento, a pesar de la reaparición de grandes estrellas como Tyra Banks y Kate Moss.
Sin duda, hay un aspecto en el que muchos coinciden: el significado de este regreso. Celebran que un evento tan marcado por la feminidad, que ha influido en toda una generación de millennials y de la generación Z, recupere su relevancia. La vitalidad que Barbie ha aportado a la sociedad en 2023 ha recibido un renovado impulso en 2024 gracias a Taylor Swift. Esa exaltación de los gustos femeninos se encuentra en riesgo debido a la falta de innovación en Victoria’s Secret. A pesar de las promesas de diversidad de los años recientes, el público anhela disfrutar de una experiencia mágica, un espectáculo fresco que celebre la belleza de todas las mujeres, sin importar sus formas o colores.