Rusia está llevando a cabo una ofensiva imperialista en Ucrania, y España ha manifestado su postura desde el principio: Ucrania está padeciendo una agresión que constituye una infracción del derecho internacional. Según el periodista Marc Marginedas, esta acción de Rusia se define como «una guerra total con múltiples frentes de confrontación híbrida en el planeta».
Representa el enfrentamiento entre quienes sostienen un orden mundial fundamentado en normas y aquellos que se apoyan en la violencia, entre demócratas y autócratas, y entre quienes defienden la libertad y quienes utilizan el temor como herramienta para mantenerse en el poder.
Durante la Conferencia Internacional sobre la Invasión de Rusia a Ucrania y su repercusión en Europa, organizada por Eurodefense Joven España y el Transnational Dialogue Center, quedó bien claro cuál es la posición de España y Ucrania, así como la de Rusia.
El embajador de Ucrania, Serhii Pohoreltsev, expresó su gratitud hacia el gobierno español por denunciar la agresión militar de Rusia, apoyar la integridad territorial de Ucrania y promover un incremento en las sanciones de la UE contra Rusia. Además, destacó el respaldo a las aspiraciones de Ucrania de unirse a la UE y a la OTAN.
España, líder en asistencia
Se recordó que un equipo de forenses españoles llegó a Ucrania para investigar los delitos perpetrados por Rusia. En octubre de 2022, España destinó un millón de euros, seguido de otros tres millones en junio para llevar a cabo labores de desminado. En julio pasado, se asignaron 750.000 euros a las víctimas de la agresión rusa, y se han congelado los activos de 24 oligarcas rusos, totalizando mil millones de euros.
El embajador ha destacado la importante labor de España como uno de los principales financiadores del Fondo Europeo de Paz, destinado a apoyar a las fuerzas armadas de Ucrania. Además, mencionó que España ha sido pionera en la Unión Europea al implementar un programa de protección temporal para los refugiados ucranianos. Hasta ahora, más de 250.000 ucranianos han llegado a nuestro país.
La percepción del riesgo en España está influenciada por una historia de antiatlantismo y la lejanía geográfica respecto al conflicto. No obstante, al inicio de la guerra, se produjo un notable apoyo, algo que Nacho Torreblanca, director del ECFR, considera como una reacción inesperada y alentadora. «El respaldo se debe a que las dos principales formaciones políticas comparten un enfoque europeísta y proatlantista», explica. La única excepción sería la extrema izquierda y las dudas que presenta la ultraderecha.
La situación distante
Galyna Golovei, profesora en la Universidad Pontificia Comillas, opina que la sociedad española vive el conflicto con gran distancia, sin percibir directamente la amenaza. «La acogida e integración de los ucranianos aquí es excelente, pero me sorprende que muchos estudiantes aún no comprenden la realidad de la guerra que enfrentamos en Ucrania contra Rusia».
La geografía influye en esta percepción, especialmente si se contrasta con países como Polonia, que limita con Ucrania y Bielorrusia, donde el régimen de Aleksander Lukashenko es aliado de Putin. Según Ana Alonso, periodista de El Independiente en Varsovia, «en Polonia, la ciudadanía tiene claro que es crucial invertir en armamento y defensa. Esa es la única forma de frenar a Putin, ya que cualquier ataque a Polonia implicaría un alto costo y más riesgos que beneficios».
Investigaciones sobre la guerra híbrida en la región continúan siendo un tema clave.
Marc Marginedas destaca la existencia de preocupaciones que trascienden Europa en el conflicto total que enfrenta a Rusia. Menciona el caso de Nicaragua, que ha sido transformada por Rusia en un centro estratégico, así como a México, que es uno de sus principales objetivos. «El objetivo de Rusia es incitar un enfrentamiento entre México y Estados Unidos, utilizando la migración en esa área como ocurrió en 2020 y 2021 en la frontera entre Bielorrusia y Polonia».
El propósito no declarado de Rusia en Ucrania es evitar que este país se convierta en una democracia similar a la de Polonia, según indica Alonso. Torreblanca añade que la motivación de Putin para llevar a cabo la invasión radica en que no percibe una amenaza inminente. El discurso sobre la expansión de la OTAN resulta paradójico, pues es precisamente la falta de impresión sobre una amenaza de la OTAN lo que llevó a Putin a invadir Ucrania.
En cuanto a la paz, su llegada sigue siendo incierta. Carlos Moreno Blanco, representante del Ministerio español de Exteriores, afirma que «España brindará apoyo el tiempo necesario y respaldará la paz que Ucrania desee: no puede haber negociaciones que no incluyan a Ucrania».
Gustavo Díaz Matey, profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, advierte que «en el caso de Ucrania, los europeos estamos comprometidos en la defensa de un Estado basado en normas, el cual hemos logrado establecer después de dos guerras mundiales. No podemos permitir que Ucrania sufra una derrota».