El presidente del Senado, Pedro Rollán, informó este lunes que, tras la votación negativa de la ley de antecedentes penales que permitiría la conmutación de penas de prisión en otros países para varios etarras, la Cámara Alta interpreta este rechazo mayoritario como un veto y, por ende, remite el proyecto nuevamente al Congreso.
A pesar de que se esperaba que la ley prosperara tras haber completado todo el proceso legislativo anterior, lo que hacía la votación del lunes aparentemente irrelevante, la lectura de Rollán, sustentada en un dictamen de los asesores jurídicos del Senado, resultará en un retraso en su aprobación final.
En su declaración acerca del veto sobre esta ley, Rollán comunicó los resultados de la votación: 148 votos en contra, lo que equivale a un rechazo por mayoría absoluta, frente a 111 a favor y dos abstenciones. El presidente del Senado fundamentó su argumento en un documento de la Secretaría General del Senado, que aclara que un rechazo con mayoría absoluta en el pleno «debe tener el efecto jurídico de un veto, dado que se acordó de manera definitiva y global, lo que conlleva la devolución del texto al Congreso de los Diputados». Rollán subrayó ante los senadores que «el pleno del Senado ha vetado el texto», haciendo referencia a los artículos 90.2 de la Constitución y 106 de la normativa de la cámara, después de discutir un proyecto de ley que no recibió enmiendas ni vetos. En ningún momento durante la conversación previa a la votación de este lunes se mencionó la opción de devolver el texto al Congreso.
La reciente transacción de SDLE marca un nuevo rumbo en el sector de defensa en España.
Un examen de la inestabilidad política y sus implicaciones para el futuro del país