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Sánchez está organizando una transformación en el grupo y en su mensaje para el congreso del PSOE

Dentro de un plazo inferior a dos meses, Pedro Sánchez culminará su proceso de transformación. Se llevará a cabo una reestructuración tanto en el Gobierno como en el PSOE, lo que le llevará a iniciar una etapa política renovada en la segunda fase de una legislatura llena de desafíos y dificultades.

El presidente está sopesando las modificaciones, guardando algunas decisiones en reserva, mientras comienza a dar indicios sobre lo que se aproxima. Aunque de manera sutil, esos indicios son significativos. Un primer aspecto a destacar es que planea realizar un ajuste en el Gabinete para reemplazar a la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, que se marchará a la Comisión Europea.

Además, la «renovación» será más notoria dentro del partido, afectando tanto a los equipos como a las propuestas.

En las conversaciones del lluvioso 12-O, el tema central fue el impactante informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil respecto al caso Koldo, que se presentó al juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. Este informe coloca al exministro José Luis Ábalos en una posición delicada, dado su «papel relevante y responsable» dentro de la supuesta trama delictiva. En una nueva oportunidad de ser cuestionado sobre este asunto, el presidente defendió la respuesta «contundente» y ágil de su partido y su Gobierno, contrastándola con la postura del PP, que, según su manifiesto, intenta ocultar los escándalos y evitar responsabilidades, a pesar de sus intentos de presentarse junto a Vox como los «Torquemadas de la corrupción». Asimismo, se refirió a los cambios que se avecinan.

Sánchez tiene como objetivo que su partido se posicione «dos pasos adelante» del Gobierno, deseando que el PSOE establezca la «dirección política» del gabinete. Según sus declaraciones a los medios, en el partido asumirán un papel más relevante. Durante el 41º Congreso Federal del PSOE, que tendrá lugar en Sevilla del 29 de noviembre al 1 de diciembre, se llevará a cabo una «renovación» que considera «crucial por diversas razones». Esta renovación inicialmente implicará un cambio en los «equipos». No especificó el alcance de estos cambios ni si afectará a los actuales líderes, María Jesús Montero y Santos Cerdán. Sugirió que todavía no tiene un plan definido.

En este momento, su atención se dirige a la segunda parte de la «renovación» que está considerando, que se refiere a la cuestión del discurso. Sánchez expresó su deseo de que la ponencia política, la cual debe estar lista para entregarla a todos los militantes el 25 de octubre, sea «impactante». Quiere que incluya «propuestas que fortalezcan el discurso y la acción del Gobierno». Recordó que en la última reunión del comité federal, celebrada el 7 de septiembre, instruyó a su equipo para que el partido se mantenga «dos pasos adelante» respecto al Ejecutivo, un objetivo que espera alcanzar con el congreso.

En el ámbito gubernamental, Sánchez se enfrenta a la necesidad de realizar cambios, incluyendo la sustitución de Ribera, quien ocupará el cargo de vicepresidenta ejecutiva de Transición Limpia, Justa y Competitiva, así como el de comisaria europea de Competencia. Durante una rueda de prensa, el presidente indicó que por ahora solo planea hacer esta modificación. «Mi intención es que únicamente Teresa» sea la que deje su puesto en el Consejo de Ministros, aseguró. Pese a sus declaraciones, dejó claro que no descarta la posibilidad de otros cambios, lo que llevó a que su afirmación se hiciera en términos condicionales. Dentro de su equipo, existe incertidumbre: no tienen claridad sobre quién tomará el lugar de la vicepresidenta ni sobre cómo se realizará la reestructuración del liderazgo. Un alto representante del partido y del Ejecutivo mencionó que el futuro de Cerdán como secretario de Organización, como se había informado en este diario, está incierto. Con Sánchez, advertía, todo es susceptible de ocurrir, su comportamiento es impredecible.

«Sobre renovación y cohesión»

Las últimas semanas han sido tumultuosas para el PSOE. A la confrontación directa en Castilla y León, originada por el retraso en las primarias promovidas por el secretario regional, Luis Tudanca, se añaden las tensiones en otras federaciones como Madrid, Extremadura o Cantabria, así como la complicada relación que arrastran con Castilla-La Mancha y Aragón. Sánchez minimizó estas disputas: siente que hay «mucha cohesión» en el partido y «solidaridad ante los ataques que recibe el Gobierno». «Más allá de asuntos concretos», como las fricciones con Tudanca o el madrileño Juan Lobato, «el congreso [de Sevilla] será un espacio de renovación y unidad», subrayó. Un encuentro en el que tiene grandes expectativas y «confianza».

El presidente del Gobierno ha reafirmado su convicción de que la presente legislatura se extenderá, asegurando que ha superado «todas las pruebas políticas» significativas desde las elecciones del 23 de julio. En las últimas semanas, ante la incertidumbre generada por la retirada de Junts en votaciones cruciales, Sánchez volvió a destacar que se quedará en el poder durante un período prolongado. Recordó que el miércoles pasado comunicó a la oposición que aún le restan más de mil días de gestión. Desde su investidura, el Ejecutivo ha logrado cumplir con todas las metas políticas importantes que se pusieron a prueba tras las elecciones generales del 23 de julio, incluyendo el freno a la extrema derecha, la creación de la coalición, la amnistía, la renovación del órgano judicial y el uso de fondos europeos. Además, hizo una ironía sobre las predicciones que auguraban su caída tras las elecciones europeas.

Actualmente, se enfrenta al desafío de elaborar los Presupuestos para 2025. El presidente reiteró que asumirá su «responsabilidad» en la elaboración de estos documentos, aunque es consciente de las dificultades que presenta la composición del Parlamento. Sin embargo, aclaró que el Gobierno no actúa «en el vacío» y aguardará a la finalización de los congresos de Junts, programado para finales de octubre, y de ERC, que tendrá lugar el 30 de noviembre, antes de presentar su propuesta de presupuestos.

El presidente no ofreció información adicional sobre la forma en que se gestionará la financiación específica para Cataluña, integrándola en la reforma del sistema para las comunidades autónomas en su conjunto. Sin embargo, destacó la importancia de que un president de la Generalitat estuviese presente en los actos del 12 de octubre por primera vez en 14 años. Salvador Illa participó en el desfile militar y en la recepción en el Palacio Real, siendo el último en hacerlo José Montilla en 2010.

No se solicitó a Illa que actuara con «desprecio» hacia el resto del país.

El nuevo president reafirmó su intención de «normalizar las relaciones institucionales», buscando con su presencia anunciar tanto su «respeto institucional» como la disposición de Cataluña para «contribuir a un modelo de España» que valore la «diversidad y pluralidad». Aunque no ofreció detalles sobre el futuro concierto catalán, advirtió que nadie apoya el actual modelo de financiación, que ha estado en vigor y obsoleto desde 2014, por lo que su actualización es necesaria. Afirmó que no se dejará llevar por el «ruido» ni la «provocación», y enfatizó que nada de lo que ha acordado con ERC es «despreciable», al igual que «nadie» le ha solicitado que Cataluña actúe de manera insolidaria con el resto de España. Illa ha anunciado su intención de realizar una gira por todo el país, aunque aún no tiene un cronograma establecido.

Sánchez confía en que el PP retome las negociaciones sobre el pacto migratorio. Está dispuesto a incrementar los recursos, pero subraya que es crucial reformar la ley para facilitar la distribución obligatoria de menores migrantes.

En relación al pacto migratorio, Sánchez subrayó que la única opción es aguardar el regreso del PP a las conversaciones, lo cual también es solicitado por su compañero del Gobierno canario, Fernando Clavijo. Se sostiene que «el sistema de distribución solidaria» para los menores extranjeros no ha operado adecuadamente. El Ejecutivo manifestó su disposición a invertir más recursos para mejorar las redes de acogida en las comunidades autónomas. Sin embargo, se considera esencial reformar la legislación sobre extranjería para que el reparto de los jóvenes sea obligatorio, ya que la responsabilidad sobre ellos recae en las comunidades.

Por otro lado, las relaciones con el PP son bastante tensas. En el contexto de los eventos del 12 de octubre, ni Sánchez ni Alberto Núñez Feijóo intercambiaron saludos. Se anticipa un endurecimiento de la postura de la oposición. Este domingo, el comité de dirección del PP se reunirá para analizar posibles acciones en respuesta al caso Ábalos, lo que añade más complejidad a una legislatura marcada por múltiples desafíos para el presidente.

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