Rocío Monasterio, quien fue la líder de Vox en Madrid y había planeado seguir como portavoz del Grupo en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, ha decidido renunciar a su acta de diputada regional y abandonar la política. Esta decisión fue influenciada por el reciente pronunciamiento de la dirección nacional del partido ubicado en la sede de Bambú.
Monasterio realizó este anuncio durante la sesión de control en la cámara autonómica, donde, según se informa, desempeñó ese rol por última vez. Según El Independiente, ya ha procedido a entregar su acta. En un breve comunicado, el partido reveló que José Antonio Fúster, quien actualmente ejerce como portavoz nacional y asistente de Monasterio en Madrid, la reemplazará.
La formación política, que actualizó sus estatutos en 2022, tiene la intención de manejar estas sustituciones de manera interna a nivel de ejecutivas provinciales. No se organizan de forma regional, ya que abogan por la eliminación del sistema autonómico. Monasterio manifestó: «Al ver que no soy la persona de confianza del secretario general y del presidente del partido, considero lógico y honorable presentar mi dimisión como diputada». A pesar de aceptar la decisión de Vox de separarla, criticó las transformaciones impuestas por Santiago Abascal y el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en la reforma de los estatutos, las cuales, según ella, «menosprecian la democracia interna». Estas acciones son algo que defendió junto a otros compañeros al ingresar a la política. Hasta ahora, Vox no ha emitido más declaraciones aparte del anuncio realizado el miércoles.
Monasterio se despide con la sensación de haber participado en el crecimiento del partido desde sus inicios, en un contexto complicado. Recordó un tiempo en que todos compartían un mismo propósito y el partido se caracterizaba por la solidez de muchos de sus integrantes. Afirmó que su paso por la política fue para ofrecer su contribución y no para beneficio personal.
El enfoque calmado del control en el parlamento evidenciaba que Monasterio ya no sentía la necesidad de confrontar a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Durante la discusión, que giró en torno al tema de la vivienda, la diputada de Vox criticó a la popular, señalando que muchas empresas del sector tecnológico habían optado por establecerse en otras ciudades como Valencia debido a la falta de opciones de vivienda en Madrid. Su crítica se produce en un contexto de protestas de arrendatarios contra Ayuso y el Gobierno central.
La decisión de Vox, que implica la salida de Monasterio, se produce tras una candidatura electoral que no logró satisfacer a todos y que no cambió la dinámica con Ayuso en mayo de 2023. Esto coincide con la discusión sobre los nuevos presupuestos regionales, que a diferencia de otras áreas, no dependen de Vox. Además, se espera que el esposo de Monasterio, Iván Espinosa de los Monteros, lance su asociación este octubre, buscando unir a la sociedad civil. Este movimiento podría evolucionar hacia un partido político si las circunstancias lo permiten, lo que genera cierta inquietud en las altas esferas de Vox.
Las reacciones ante la salida de Monasterio fueron breves. Dos horas después de que se hiciera pública la decisión de la exdiputada regional, Abascal comentó la situación y las declaraciones de Monasterio en los pasillos del Congreso de los Diputados. «Me parece correcto, ella tiene derecho a hacerlo. Vox contaba con ella como portavoz y tenía un compromiso con los ciudadanos de Madrid que ha optado por no seguir. Solo puedo agradecerle y desearle lo mejor», afirmó Abascal. Al ser cuestionado sobre las críticas, que así describió, Abascal subrayó que «tiene derecho» a expresarse y reiteró su deseo de buena fortuna. Otros líderes cercanos, como Javier Ortega Smith, enfatizaron momentos antes en el pasillo del hemiciclo que «es una elección personal».
La reciente transacción de SDLE marca un nuevo rumbo en el sector de defensa en España.