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Romillo comentó a los inversionistas de su negocio financiero, refiriéndose a Alvise: «No hay inconveniente si desean pagar en efectivo no declarado»

El verano pasado, Álvaro Romillo, conocido también como Luis Cryptospain, se sentó frente a una cámara para anunciar la apertura de nuevas oportunidades de inversión en el Madeira Invest Club (MIC). Durante aproximadamente una hora y diez minutos, detalló cómo formar parte de este exclusivo grupo dedicado a la compra de obras digitales, que prometían un retorno del 30% mediante técnicas de «evasión fiscal» «dentro del marco legal».

A lo largo de la grabación, respondió a diversas preguntas planteadas por sus seguidores y dejó varios mensajes, incluyendo saludos a sus amigos de la Agencia Tributaria y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), quienes ya estaban interesándose en su actividad.

Unos meses después, aportó 100.000 euros para apoyar la campaña electoral de Alvise Pérez, líder del movimiento Se Acabó La Fiesta.

«Antes de iniciar, quiero aclarar que algunas de las palabras que voy a utilizar están muy cuidadosamente elegidas. No son casuales, las he seleccionado específicamente, especialmente teniendo en cuenta a nuestros amigos de Hacienda. Un saludo desde aquí. Que se aguanten y para la CNMV, otro abrazo más», dice Romillo al comienzo. El vídeo completo, al que tuvo acceso El Independiente, se grabó en la oficina física de una de las empresas que figuraban bajo su nombre y que mostraba coches de lujo. El MIC había sido fundado en agosto del año anterior con solo 1.000 socios, y el proyecto parecía prosperar, por lo que Romillo y su equipo estaban listos para ofrecer 2.000 plazas adicionales a aquellos que pagaran la cuota de entrada.

El orador busca disimular constantemente que el «chiringuito financiero» —como lo calificó la CNMV— era, de hecho, una plataforma de inversión. Lo presenta como un simple intermediario para personas interesadas en comprar y vender bienes. «Existen ciertos obstáculos que impiden que una entidad se enfoque en inversiones, por lo que el MIC no se dedica a invertir, sino a manejar fondos de terceros. Lo aclaro porque sabemos que hemos recibido algunos mensajes de la CNMV, ciertos avisos. Por supuesto, no coincidimos con su postura, ya que no formamos parte del grupo de mafiosos que ellos pretenden incluir en su círculo», afirma. Sin embargo, quienes han estado involucrados en el proyecto lo describen concretamente como una plataforma de inversión.

Como ha destacado este medio, en el Madeira Invest Club se podía encontrar casi de todo. Desde colecciones de vinos y relojes, coches, alquileres y servicios de chárter de barcos, hasta oro, propiedades antiguas para reformar, e incluso un enorme complejo en construcción en República Dominicana. La dinámica operativa era la siguiente: al entrar, se podía invertir, por ejemplo, 10.000 euros en un reloj, y después de un tiempo, el MIC lo recompraba a un precio superior al inicial. Los rendimientos dependían del éxito del negocio, pero en esta grabación asegura que está a punto de lanzar un nuevo proyecto que podría alcanzar más del 60%.

El origen del dinero que manejan puede ser variado: puede ser legítimo o no, incluir efectivo, criptomonedas o transferencias. Una de las reflexiones de Romillo indica que aceptar dinero no declarado no representa un inconveniente para él, ya que considera que este tipo de dinero, aunque no sea regulado, no es su problema. Actualmente, la Audiencia Nacional ha comenzado a investigar a Romillo y sus empresas, centrándose en varios delitos, incluido el blanqueo de capitales. Destaca que uno de sus bienes más valiosos era una oficina ubicada en una zona céntrica (Sentinel, en la calle Maldonado), equipada con numerosas cajas fuertes para que los clientes depositaran su efectivo. Testigos aseguran que el lugar se asemejaba a una entidad bancaria, custodiada intensamente.

Luis Crypto comenta acerca de su comunidad con entusiasmo: «Nunca imaginamos el crecimiento que hemos experimentado y la increíble comunidad que hemos formado». Al referirse a la gente que se une, aclara que no se trata solo de personas adineradas, sino individuos que buscan formas de aumentar su riqueza sin depender del sistema tradicional, cansados de sentir que son explotados y deseando incrementar sus fondos sin las cargas impositivas que establece la ley.

Explica su manera de proceder como «estrategia para eludir impuestos». De hecho, ganó notoriedad durante la pandemia por sus apariciones en el canal de varios youtubers y en sus redes sociales, donde proporcionaba consejos sobre cómo evadir impuestos de Hacienda con el fin de incrementar su riqueza. Los miembros del MIC disfrutaban de acceso gratuito a cursos sobre fiscalidad para aprender a manejar su dinero. Según ellos, su enfoque es infalible: «No es que tengamos una ventaja relevante, simplemente no pagamos impuestos porque la normativa nos lo permite».

En el momento en que Romillo graba este vídeo, la plataforma ha estado operando durante siete meses. Según lo que narra, cada vez que lanzan una nueva colección al mercado, que sucede aproximadamente cada semana, se agotan rápidamente. «Hemos vendido obras de arte digital que alcanzan hasta ocho millones de euros en solo cinco minutos. Esto ha generado un volumen significativo. De hecho, hemos tenido que reestructurar completamente la página web», explica.

El éxito económico de los inversores es tan notable que el MIC se vio obligado a establecer un límite en el capital que cada socio podría invertir, garantizando que todos tengan la oportunidad de beneficiarse. «Existía un tope para las compras. ¿Por qué implementamos esta restricción? Porque hay miembros del MIC que, al salir una obra por un millón, dicen ‘aquí tienes, Luis, un millón’, y así no dejan espacio para los demás», aclara. En un momento, uno de los asistentes pregunta si aceptan pesos argentinos. «No, no aceptamos pesos argentinos. No es por despreciarlo, sino porque la situación del peso argentino es deplorable y preferimos trabajar con una moneda más confiable».

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