En el marco del 41º Congreso Federal, que se celebrará del 29 de noviembre al 1 de diciembre en Sevilla, la dirección de Ferraz pretende que el evento sirva para unificar esfuerzos en el partido, dejando a un lado las luchas internas regionales.
Sin embargo, el clima de tensión en el PSOE de Castilla y León, donde el secretario general Luis Tudanca se enfrenta a detractores, obstaculiza esta meta. Las primarias, consideradas por ambas partes como inevitables, se librarán entre facciones que respaldan a Pedro Sánchez.
Las últimas horas han intensificado el conflicto, con posturas cada vez más rígidas y sin indicios de un posible consenso. La situación es delicada dentro de esta federación que cuenta con alrededor de 10.000 militantes. Aunque no se han anunciado candidaturas definitivas para el liderazgo autonómico, se espera que surja un opositor cercano al grupo de Ferraz. A pesar de la falta de nombres concretos, los críticos afirmaron que están trabajando en una alternativa que se pretende ser «consensuada» y «mayoritaria». Entre los posibles candidatos se mencionan al senador vallisoletano Javier Izquierdo, a la ministra de Igualdad Ana Redondo y al alcalde de Soria, Carlos Martínez. La incertidumbre sigue presente.
El proceso no puede llevarse a cabo en este momento debido a una interrupción. Este viernes, la Comisión Federal de Ética y Garantías (CFEG) tomó la decisión de suspender las primarias exprés promovidas por Tudanca, a raíz de un recurso presentado por la Secretaría de Organización bajo la dirección de Santos Cerdán. Esta suspensión se da tras la aprobación del comité autonómico del PSOE de Castilla y León, que votó 105 a favor, 14 en contra y 11 abstenciones. La dirección regional había planificado, en desacuerdo con Ferraz, iniciar el proceso el martes 8 de octubre con la presentación de precandidaturas. Si varios candidatos lograban obtener los respaldos necesarios, equivalentes al 6% del censo, habrían competido en una primera vuelta el 9 de noviembre y, si fuera necesario, en una segunda vuelta una semana después. El congreso regional estaba fijado para los días 25 y 26 de enero en Palencia, lo que significa que la federación habría elegido a su líder antes del 41º Congreso Federal en Sevilla. Según críticos de Tudanca, su intención era acelerar los plazos para consolidar su posición y garantizar su reelección, dejando poco margen a sus oponentes para crear una propuesta alternativa. Desde su equipo, reconocen que no están obligados a ofrecer «alfombra roja» a los competidores.
El tribunal superior interno del PSOE ha establecido que tanto las elecciones primarias como los congresos en las comunidades autónomas deben llevarse a cabo después de la reunión federal. Estas deben realizarse entre el 2 de diciembre y un periodo que no exceda los 90 días. Se argumenta que el registro de 2021, donde Tudanca fue ratificado como líder de los socialistas de Castilla y León sin oposición, no puede ser considerado, ya que el congreso federal se realizó un mes después en Valencia. Se enfatiza que cada congreso se debe conducir bajo las regulaciones actuales. Cabe señalar que, a diferencia de 2021, este nuevo proceso se ha impugnado, lo que es crucial.
Sin embargo, la propia Comisión Federal de Garantías del PSOE reconoce que sus estatutos carecen de claridad y son susceptibles de interpretación. Solo se indica que los comités regionales deben convocar sus congresos, que deben tener lugar tras el congreso federal y en un lapso menor a 90 días. Esto deja abierta la duda sobre si se refiere al proceso total del congreso o solo al evento físico. La comisión ha recomendado que esta cuestión sea esclarecida en los próximos estatutos para prevenir malentendidos. En respuesta, Tudanca comunicó que aceptaba la resolución de la Comisión, aunque no la compartía.
Las primarias en Castilla y León se encuentran completamente detenidas. Sin embargo, la discordia interna continúa siendo intensa y podría influir negativamente en el 41º Congreso que se celebrará en Sevilla. La fricción dentro de la federación se agregará a las tensiones ya presentes en otras regiones donde la lucha por el liderazgo es inminente, tales como Aragón, Madrid, Cantabria y Extremadura. A esto se suma la incertidumbre sobre el futuro en Andalucía, donde su secretario regional, Juan Espadas, enfrenta cuestionamientos. No está del todo claro si Ferraz considerará promover una alternativa para desafiar al PP en lo que hasta 2018 se consideraba su bastión, un lugar clave para Sánchez si desea mantenerse en el poder.
En Ferraz afirman no tener «ninguna inquietud» respecto al impacto del evidente conflicto en Castilla y León. Sin embargo, en el ámbito local, las críticas y acusaciones empiezan a intensificarse. Tudanca cuenta con el apoyo de su grupo más cercano, liderado por su secretaria de Organización, Ana Sánchez, y su vicesecretaria general, Virginia Barcones, así como con el respaldo de varios líderes provinciales, como Antidio Fagúndez de Zamora y José Luis Aceves de Segovia, ambos representantes en el Congreso, junto con Miriam Andrés, la alcaldesa de Palencia. También recibe apoyo del senador Fran Díaz, líder de las Juventudes en la región. En contra de Tudanca se posicionan el secretario provincial de León, Javier Alfonso Cendón —también diputado en el Congreso— y Oscar Puente, secretario provincial de Valladolid. Curiosamente, el alcalde de León, José Antonio Diez, se alinea con Tudanca y se opone a Cendón.
Esther Peña, líder del socialismo en Burgos, mantiene una relación cercana con Tudanca, quien también es originario de esta provincia. Al mismo tiempo, se posiciona como portavoz del equipo de Sánchez, lo cual se refleja en la cautela de sus declaraciones del sábado. Aunque respaldó la decisión de la comisión de garantías, también expresó su apoyo y afecto hacia el presidente autonómico. Peña afirmó que toda la militancia está sujeta a los mismos estatutos, una normativa común a todos, que deben ser respetados. Esto es algo que Tudanca ya mencionó en su comunicado del viernes.
La líder minimizó el desacuerdo a «una discrepancia cronológica», describiéndolo como una «imprecisión en la organización de esos eventos congresuales». Al resolver este tema, afirmó que «todo regresará a la normalidad». La representante destacó al secretario regional como «un individuo que ha sabido ganarse la confianza, el respeto y el cariño no solo de los militantes de Burgos, sino de toda Castilla y León». Subrayó que él ha sido el único que ha logrado ganar al PP en las elecciones de la comunidad —esto ocurrió en 2019, aunque no pudo asumir el gobierno debido a la coalición de los populares con Ciudadanos— y considera que tiene mucho que ofrecer, por lo cual «ha merecido el derecho a decidir qué camino seguirá en el futuro». En contraste, los secretarios provinciales de Salamanca y Soria, así como los diputados David Serrada y Luis Rey, y el senador Jesús Caro de Ávila, no han hecho comentarios en redes ni declaraciones públicas. Para quienes critican a Tudanca, su falta de manifestación es reveladora. No obstante, en la dirección regional, consideran a estos tres como aliados, al igual que a la provincia de Burgos, aunque existe incertidumbre sobre qué postura adoptaría Rey si el alcalde de Soria decidiera contender por el liderazgo autonómico del partido.
Dentro del PSOE, ha cobrado gran relevancia el firme apoyo que la diputada por León, Andrea Fernández, brindó a Tudanca el pasado sábado. Fernández, quien ocupó el cargo de secretaria de Igualdad en la ejecutiva federal de Sánchez hasta enero, fue sustituida por la ministra Redondo. Desde entonces, se ha integrado en la dirección regional, asumiendo la responsabilidad de Educación. «Cuenten con mi respaldo», afirmó a Tudanca en X, replicando su mensaje del viernes, y añadió: «No es aceptable que la interpretación de una norma cambie según la conveniencia. No podemos permitir que se utilice para imponer un relato, como lo que en otras ocasiones se denomina ‘máquinas del fango’. No deseamos un PSOE al servicio de la cosa nostra de Castilla y León».
El PP aprovecha la oportunidad
Las declaraciones de Fernández fueron rápidamente aprovechadas por Miguel Tellado, portavoz parlamentario del PP, quien destacó que dentro del PSOE también hay quienes sugieren la existencia de una «mafia». A lo que Fernández respondió en su cuenta, «No me utilices para tu política despreciable». Aclaró que la «mafia» a la que se refería es la que actúa en el ámbito mediático, apoyando al PP en Castilla y León y perpetuando un estatus corrupto. Entre los seguidores de Tudanca, existe la percepción de que sus adversarios han contribuido a su desgaste, contando con la complicidad de medios conservadores bajo el control del empresario José Luis Ulibarri, condenado a 19 meses de prisión por la Audiencia Nacional en relación al caso Gürtel. «Los comentarios de Andrea son inapropiados, han llevado al PP a atacarnos», lamentan aquellos alineados con Ferraz. Además, Fernández mantiene una fuerte confrontación desde hace un tiempo con su secretario provincial, Javier Cendón.
Desde la dirección regional, ejercen su mayoría orgánica, que se hizo evidente el jueves en la votación del comité autonómico, donde se registraron 105 votos a favor y solo uno en contra. Están convencidos de que sus opositores y Ferraz «han subestimado la situación», ya que han victimizado a Tudanca, logrando que las bases y los cuadros «arrimen el hombro a su lado». «La federación ya está decidida. Si fueran inteligentes, buscarían una solución, pero no la queremos. Así que es hora de votar. Las cartas están sobre la mesa, han tratado con desprecio a nuestra militancia y a nuestro líder, y lo único que conseguirán es llenar las urnas», afirman fuentes cercanas al barón autonómico, con la certeza de una victoria en las primarias, anticipando que habrá un contrincante.
Por otro lado, los detractores de Tudanca consideran inevitable la contienda en las urnas. Aseguran que la votación de 105-14 del jueves carece de relevancia porque «los presentes no tenían ni idea de qué se estaba votando» —el barón autonómico no presentó el calendario en su intervención pública— y porque existe una diferencia clara entre los líderes y las bases. «Nadie puede controlar a la militancia del PSOE. Esa mentalidad es de épocas pasadas. No se trata de elegir a alguien que esté más o menos alineado con Ferraz. No veo ninguna fractura. Simplemente, Luis ha quedado fuera de juego y pensaba que este movimiento osado haría que Ferraz no se atreviera a detenerlo. Pero esto no ha terminado, todavía hay mucho por resolver», señala un destacado dirigente regional que se opone a Tudanca y se alinea completamente con Sánchez.
Luis ya no puede presentarse de nuevo. A excepción de sus amigos, que evitan decirle la verdad, nadie en Castilla y León opina que deba continuar —asegura otro alto funcionario provincial—. Ha tenido tres oportunidades en total, durante las elecciones de 2015, en 2019, que ganó pero no pudo gobernar, y en 2022, cuando el PP siguió dirigiendo la Junta, ahora junto a Vox, aunque el PSOE estuvo muy cerca. También enfrentó una moción de censura en marzo de 2021, que resultó fallida. Es momento de que esto termine. Su grupo se ha atrincherado y él es un prisionero de Ana [Sánchez] y Virginia [Barcones].
Los detractores de Tudanca critican su «pucherazo» en el comité autonómico y alertan que ese encuentro tendrá ecos del desastroso comité federal del 1 de octubre de 2016, donde los barones lograron desplazar a Sánchez, quien más tarde, en mayo de 2017, recuperó su liderazgo gracias a la militancia, superando a Susana Díaz y Patxi López. «Están desesperados, han intentado acortar los tiempos para evitar que haya candidatos, buscando socavar el principio de un militante, un voto, creando un proceso sin garantías. Esto no puede transformar en un incumplimiento de las normas. Ferraz ha tomado decisiones correctas», sostiene la misma figura provincial, destacando que la situación de 2021 no se puede comparar, ya que España todavía se recuperaba de la pandemia, lo que provocó que los procesos internos del PSOE se retrasaran.
¿Qué opción de consenso tienen?
El grupo contrario a Tudanca le critica por haber alterado la tranquilidad que existía en la antesala del 41º Congreso de Sevilla. Aseguran que, cuando se inicie el proceso regional, el líder de la comunidad se enfrentará a una candidatura que será «de consenso» y «mayoritaria». Sin embargo, ninguno de los portavoces desea revelar nombres por motivos estratégicos. «No es el momento de mostrar nuestras cartas», manifiesta un colaborador muy próximo a Sánchez. El senador Javier Izquierdo, quien fue delegado del Gobierno en Castilla y León, se destacó como el dirigente que, junto a Cendón, expresó su desacuerdo en el reciente comité autonómico. Su postura refleja la línea de Ferraz y de Cerdán, y algunos lo consideran un posible candidato. Otra alternativa podría ser la ministra Ana Redondo, aunque los tudanquistas la perciben sin intenciones de competir con el líder regional. Por su parte, Carlos Martínez cuenta con 17 años al frente de la alcaldía de Soria, con cuatro mandatos absolutos consecutivos, habiendo logrado el último en mayo de 2023.
El equipo de Tudanca asegura con determinación: «Conocemos la región perfectamente y aquí les estamos esperando». Un joven líder cercano a Tudanca comenta que si se celebran primarias, es esencial trabajar arduamente y comunicarse con la militancia, ya que simplemente tener a secretarios generales no garantiza una victoria electoral. Menciona que la suma de Valladolid y León, que son las provincias con mayor número de militantes, tampoco es suficiente. «Luis ha recorrido la federación durante diez años, lo que le otorga una ventaja», añade. Primero, aclara, es fundamental salir de Sevilla y entender el congreso federal, lo que permitirá tener una perspectiva más clara sobre la situación.
Los colaboradores de Tudanca reconocen que sus fracasos pasados en la Junta de Castilla y León representan una debilidad. «Izquierdo enfrentará dificultades si se opone a Luis. Carlos comentó recientemente que no tiene intenciones de presentarse», señala una responsable provincial.
Por otro lado, algunos líderes son optimistas sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo. «Una candidatura respaldada por Ferraz carece de posibilidades y solo lograría debilitar más al PSOE en la región», indica un joven que apoya a Tudanca. «Afirmar que Luis carece de respaldos es un error; muchos de esos comentarios provienen de la falta de madurez», concluye esta responsable.
La confrontación parece estar fuera de control. Sin embargo, Ferraz reafirma su postura, subrayando que no es el tiempo para pelear por los liderazgos en las regiones. Este domingo, Enma López, integrante del comité que organiza el 41º Congreso y portavoz adjunta del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, afirmaba que este tema está «totalmente clarificado por el organismo correspondiente», que es la comisión federal de garantías. En su opinión, el cónclave en Sevilla debe centrarse en «el momento de las ideas», y solo después «se dará paso a la elección de los líderes locales por parte de los afiliados». No obstante, este enfoque ha encontrado obstáculos, especialmente en el caso de Castilla y León.
