Las piezas empiezan a encajar en el calendario, en una fase final del año bastante intensa. Este miércoles, el Parlamento Europeo fijó las fechas para las audiencias de los comisarios propuestos por Ursula von der Leyen, programadas para principios de noviembre.
De este modo, se establece que el nuevo Gobierno comunitario comenzará a funcionar el 1 de diciembre, siempre y cuando no surjan inconvenientes. Esto sugiere que la salida del Gobierno de Teresa Ribera hacia Bruselas se llevará a cabo en simultáneo con el 41º Congreso del PSOE.
En otras palabras, la agenda del Parlamento Europeo permitirá a Pedro Sánchez alinear los cambios en su Gobierno y en la dirección del partido. Aún no se sabe con certeza qué tan profundos serán los ajustes en ambos centros de poder.
La presidenta de la Comisión Europea, quien fue reelegida el 18 de julio con 401 votos a favor —cuando necesitaba al menos 360—, además de 284 en contra y 15 abstenciones, alargó más de lo planeado el proceso para formar el nuevo equipo de comisarios. Solicitó a los gobiernos de los Estados miembros que presentaran una propuesta dual, un hombre y una mujer, para conseguir un Ejecutivo equilibrado en términos de género. Sin embargo, pocos países respondieron a su solicitud. A pesar de esto, Von der Leyen insistió en que se le enviaran más candidatas, logrando que algunas naciones, como Eslovenia, colaboraran con su petición. Finalmente, consiguió establecer la nueva estructura, que cuenta con menos mujeres en comparación al anterior equipo, pero que aún mantiene un equilibrio (11 mujeres, incluyendo a ella, lo que representa el 40%). Esta nueva composición fue presentada más tarde de lo previsto, específicamente el 17 de septiembre. Dentro de este nuevo organigrama, destacó la figura de Teresa Ribera, quien permanece como vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica en el Gobierno de Sánchez, colocándola en un puesto de gran relevancia. Ribera se convertirá en la socialista con mayor influencia en toda la UE, ocupando el cargo de vicepresidenta ejecutiva de Transición Justa, Limpia y Competitiva, así como comisaria de Competencia.
La breve retraso de Von der Leyen complicó la programación de las audiencias de los nuevos comisionados durante octubre, según informaron fuentes del Parlamento Europeo a este diario. Finalmente, este miércoles, la Conferencia de Presidentes de la Eurocámara —integrada por la presidenta del Parlamento, la conservadora maltesa Roberta Metsola, y los líderes de los diversos grupos políticos— estableció un calendario para los exámenes de los miembros del futuro Ejecutivo comunitario. Las audiencias tendrán lugar del 4 al 12 de noviembre. Con esto se descartó la posibilidad contemplada hace algunas semanas de que el segundo mandato de la dirigente alemana comenzara el 1 de noviembre.
La intención es que, una vez que cada comisión otorgue su aprobación, el nuevo Colegio de Comisarios reciba el respaldo del pleno de la Eurocámara en la última semana de noviembre, entre el 25 y el 28, durante la sesión programada en Estrasburgo. Esta votación se realizará de forma conjunta, y el equipo de Von der Leyen necesitará obtener una mayoría dentro de la Cámara. Si logra superar este obstáculo, la Comisión comenzará a operar, como mínimo, el domingo 1 de diciembre, marcando así el inicio de su mandato de cinco años.
De acuerdo con lo que se menciona desde la propia organización, el formato del calendario permite la inclusión de sustituciones inesperadas, ya que se anticipan estas eventualidades. En 2019, el Parlamento Europeo rechazó a los candidatos propuestos por Rumanía, Hungría y Francia, obligando a estos países a presentar nuevos nombres. En esta ocasión, varios de los designados también podrían enfrentar el rechazo por parte del Parlamento. En tal caso, Von der Leyen solicitaría rápidamente el reemplazo de los candidatos no aprobados, para que durante la tercera semana de noviembre pudieran ser evaluados en comisión y, entre el 25 y el 28, recibir la aprobación del pleno. En otras palabras, incluso si algunos comisarios no son aprobados, la nueva Comisión podría empezar a funcionar el 1 de diciembre. Sin embargo, en Bruselas se reconoce que estos planes podrían complicarse, lo que podría llevar a que el gobierno de la UE asumiera el control un mes más tarde, el 1 de enero de 2025. En el año 2019, las audiencias comenzaron en septiembre y fue necesario sustituir a tres comisarios, con el nuevo equipo tomando posesión el 1 de diciembre.
Hace cinco años, Sánchez esperó hasta el último momento para despedir a Josep Borrell. En aquella época, su gobierno aún se encontraba en funciones, desde las elecciones del 28 de abril. Después de repetir las generales el 10 de noviembre, el líder socialista no logró su investidura hasta el 7 de enero de 2020. Borrell dejó el Ministerio de Exteriores el 30 de noviembre, justo un día antes de que la Comisión, con él en calidad de vicepresidente y alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, iniciara su mandato. La gestión de los asuntos de su ministerio fue asumida temporalmente por la ministra de Defensa, Margarita Robles, hasta la llegada del nuevo gobierno de Sánchez.
Es probable que el presidente adopte un enfoque similar al anterior. Se espera que espere a la confirmación parlamentaria de Ribera antes de apartarla de su cargo en el Ejecutivo, lo que facilitaría su integración en la Comisión el 1 de diciembre. En este escenario, Sánchez tendría la oportunidad de reorganizar sus equipos simultáneamente. Esto podría implicar un ajuste menor debido a la salida de su vicepresidenta tercera o una reestructuración más profunda, incluyendo la dirección del PSOE. Lo que es innegable es que el 41º Congreso Federal culminará el domingo 1 de diciembre en Sevilla, donde se llevará a cabo la votación de la nueva cúpula liderada por Sánchez. Así, se anticipa que el presidente maniobrará en ambos frentes, tanto en el Gobierno como en el PSOE. Además, podría incorporar un tercer elemento, que sería la reconfiguración de los grupos parlamentarios en el Congreso y el Senado, si decide realizar algún ajuste en este ámbito.
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