El Madeira Invest Club (MIC), un cuestionable ente financiero apoyado por Alvise Pérez, presentó en primavera una tercera ronda de inversiones para aquellos deseosos de ser parte de este elitista círculo. Esta oportunidad se denominó ‘Mictres’, siguiendo a ‘Micdos’ y ‘Micuno’, y se presentó con un atractivo proyecto de inversión: la creación de un flamante banco, siete villas de alto standing, un centro comercial, y un hotel en la República Dominicana.
El exclusivo evento de lanzamiento tuvo lugar en el Hipódromo de la Zarzuela (Madrid) el 6 de abril, con la presencia del líder del grupo Se Acabó La Fiesta (SALF), quien asistió a Álvaro Romillo (mejor conocido en aquel entonces como ‘Luis Crytptospain’) en la promoción del proyecto.
Posteriormente, el 27 de mayo, Romillo entregó a Alvise 100.000 euros en efectivo para su campaña electoral, un hecho que actualmente está siendo investigado por la Fiscalía.
«En cada ronda de ingreso de socios, se presentaba una suerte de inversión estrella», revela Juan a El Independiente, utilizando un alias para resguardar su anonimato. Juan participó en la ronda ‘Mictres’ y ha visto evaporarse cerca de 50.000 euros en el gran proyecto dominicano. «Los domingos te enviaban detalles sobre las ofertas que podrías recibir el lunes. Estos acuerdos podían implicar bienes coleccionables (como whisky o autos), también había una opción llamada Oro Madeira, para invertir en la compraventa de oro [en la que invirtió aproximadamente 3.000 euros más]; otro programa en el que no participé, involucraba la compra de criptomonedas… «, explica durante una llamada telefónica.
Hemos obtenido información sobre el proyecto número 36 del Madeira Invest Club, el cual consistía en la instauración de una entidad financiera denominada MYMO. Este banco presentaba ventajosas características como un menor número de requerimientos reguladores y costos de licenciamiento reducidos en comparación con bancos convencionales. Además, el proyecto contemplaba el desarrollo de nuevos productos financieros, otorgamiento de préstamos y el uso de criptomonedas. El plan también incluía la implementación de un innovador sistema para la adquisición de bienes inmuebles basado en tres inversiones ejecutadas en América.
Las inversiones estaban estructuradas de la siguiente manera: en primer lugar, la adquisición de siete villas en Cap Cana valoradas en 4,9 millones de dólares; seguidamente, la compra de un centro comercial en San Juan por un monto de 46 millones; y finalmente, la inversión de 26 millones en un hotel llamado Cortecito.
«Era un proyecto desafiante que implicaba la inversión en las villas, la fundación de tres diferentes bancos y variados elementos más. Sin duda, un proyecto sumamente atractivo por la cantidad de ámbitos que abarcaba. [La plataforma del MIC] permitía hacer bastante más con poco capital. Por ejemplo, hoy tanto tú como yo no podemos invertir en un edificio de oficinas en Madrid, a pesar de que podría generar grandes rentabilidades. Pero si reunimos a 200 personas y cada quien colabora con lo que pueda, tal vez podamos realizarlo. Este tipo de inversión, lamentablemente, es de difícil acceso para inversores pequeños», expone Juan.
Según un documento citado, Mictres tenía intenciones de invertir 100.000.000 de euros. Juan relata que, aunque las ganancias prometidas eran bastante altas, no era algo irracional. «Ahora nos tachan de tontos, de bufones, de no tener idea de lo que hicimos, pero en el ámbito del coleccionismo puedes obtener un 30% o 40% [de rentabilidad] al vender, y no es un absurdo, sobre todo en el coleccionismo de lujo», argumenta. Como ejemplo, menciona a una viuda que heredó la colección de Ferraris de su difunto marido, y decidió venderla. Este fue uno de los casos que se presentaron en el Madeira Invest Club.
Además, aunque las inversiones de Mictres se volvieron paulatinamente más sofisticadas, las inversiones anteriores no eran mucho más sencillas. Micuno consistía en invertir en una serie de restaurantes, como Negro Carbón, que se rescataron y remodelaron. Por otro lado, Micdos resultó en la creación de Sentinel, una empresa con sede en la calle Maldonado de Madrid que parecía un búnker de acuerdo a quienes la visitaron. Llena de cajas fuertes, con seguridad en la entrada, fue en dichas instalaciones donde supuestamente Alvise Pérez recogió el dinero que ahora está bajo la mira de la Fiscalía.
Alvise Romillo y sus colaboradores se comunicaban regularmente con sus inversores sobre los avances de cada proyecto a través de mensajes. «Tenían un grupo en Telegram donde proporcionaban actualizaciones sobre el desarrollo de cada proyecto y los socios podían dejar sus comentarios. Existía un canal específico para cada obra», relata Juan. Aunque él no conocía a ninguno de los otros miembros y nadie le invitó a unirse, decidió invertir en el proyecto después de conocer a ‘Luis Crypto’ a través de varios videos que se volvieron populares durante la pandemia en los que hablaba sobre la evasión fiscal. «Su presencia en las redes sociales era significativa, y muchos youtubers que se dedican al mismo campo le promovieron. Incluso tuvo debates con expertos fiscales, por lo que era muy famoso», agrega.
Sin embargo, a pesar de ello, Juan se mantuvo precavido y optó por esperar hasta la tercera ronda de inversionistas. «En la última ronda, se abrieron 1.000 nuevas plazas. Solo entonces, MIC pudo atraer a los dos millones de euros», calcula, estimando que cada nuevo miembro debería contribuir con una cuota de membresía anual de 2.000 euros. «Si llegabas a invertir 50.000 euros, la cuota de membresía para el segundo año se reducía en un 50%, y si invertías más de 100.000 euros, la cuota de membresía para el próximo año era gratuita», añade.
El proyecto ‘Mictres’ llegó avalado por una figura reconocida: Alvise. Romillo compartió el anuncio promocional con el eurodiputado a través de Signal, la plataforma que usaban para comunicarse, según las conversaciones que Romillo ha presentado ante la Fiscalía General del Estado. «Si la reunión es solo para miembros del club, ¿qué sentido tiene anunciarlo? ¿O debería anunciar el enlace para el streaming?» preguntó el líder de Se Acabó La Fiesta. El dueño del Madeira Invest Club respondió que sólo era para miembros, así que no serviría de mucho difundirlo, aunque sí mencionó que podría ser útil cuando empezaran a promover los servicios de Sentinel.
Finalmente, Alvise asistió a un evento en el Hipódromo, según reportó ‘El Confidencial’. A través de sus redes sociales compartió una parte del recinto lleno, insinuando claramente que era un acto de su campaña. En realidad, los presentes estaban allí para entender las obras que se realizarían en Dominicana y para la «presentación de la obra Mictres».
Juan optó por no presentarse en persona. Para él, todo este asunto se ha manchado con otras agendas. «Desafortunadamente, este proceso ha sido muy politizado y hemos sido utilizados como moneda de cambio», dice. Recientemente, se ha presentado ante la Audiencia Nacional como una de las víctimas del presunto fraude. Se espera que la Fiscalía se pronuncie este martes sobre la apertura de diligencias y, a partir de ese momento, el juez del Juzgado de Instrucción número 4 decidirá si inicia una investigación en la que los afectados estiman que pueda estar comprometido alrededor de 60 millones de euros. Por otro lado, los fiscales del Tribunal Supremo están analizando la responsabilidad penal de Alvise.
Por primera vez, Romillo ha dado declaraciones
Romillo se ha expresado por primera vez en un video desde que presentó la denuncia al Ministerio Público el 19 de septiembre pasado, revelando que había cometido un delito de financiamiento ilegal a partidos políticos. Como lo informó este medio, el fundador del Madeira Invest Club, en lugar de pedir disculpas, afirmó que estaba ansioso por dar explicaciones, pero debe esperar a ser citado por un juez para declarar.
Romillo afirmó que fue el primero en reportarse a la Fiscalía, proporcionando detalles completos acerca de «lo que estaba pasando». Según su punto de vista, se trata de una trama mucho mayor de lo que cualquiera pueda imaginar, con un único objetivo: acabar con el MIC. Aseguró que, «obviamente me gustaría participar, dar entrevistas en televisión y buscar en internet a personas que están difamando, pero ahora no es el momento. ¿Por qué? Porque al ponerme a disposición, implica que cuando me soliciten acudiré al juzgado o la Fiscalía, o donde sea requerido para decir lo necesario. Necesito que esa sea mi primera declaración».
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