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Vox tiene la intención de captar a los electores que se sienten «desilusionados» con Alvise: «Estamos conscientes de su identidad, nada de lo que ha hecho nos ha asombrado»

Cerca de 800.000 individuos exhaustos del fraude gubernamental ansiaban una transformación que desafiara la hegemonía política, un sentimiento que probablemente se intensificó tras emergir el escándalo de Alvise, compartió Santiago Abascal al concluir una reunión con el candidato de oposición venezolano, Edmundo González Urrutia, en el Congreso de los Diputados.

Abascal sostuvo que estas personas viven en un estado de incertidumbre y merecen respeto después de haber decidido romper con otras agrupaciones políticas y optar por Se Acabó La Fiesta (SALF) con el objetivo de renovar el sistema. Adicionalmente, mencionó directamente la querella que Vox interpondrá contra el eurodiputado Luis Alvise Pérez por difamación, ya que Pérez sugiere que Abascal estaría vinculado al magnate de criptomonedas Álvaro Romillo a través de Sentinel.

Romillo patrocinó ilícitamente a Alvise con 100.000 euros, una información que se desvela en mensajes de texto y conversaciones telefónicas que Romillo entregó a la Fiscalía para reducir su pena potencial en el caso de la actividad fraudulenta de Madeira Invest Club, su empresa de inversión en criptomonedas que cerró recientemente causando perjuicios a muchas personas. Se descubrió que se trataba de una estafa piramidal. En Vox se abstienen de incitar directamente a los votantes descontentos con Alvise por volver su postura anticorrupción en la campaña de las elecciones europeas y, simultáneamente, aceptar financiamiento para actuar como grupo de presión en la Unión Europea y abogar por regulaciones menos severas en torno a las criptomonedas en Bruselas y España en el futuro. Alvise ya se consideraba una pieza crucial en un gobierno liderado por Alberto Núñez Feijóo y respaldado por Abascal.

El enfoque de Abascal insinúa que su partido está dispuesto a aceptar no sólo nuevos miembros, sino también a aquellos que se han alejado previamente de su propuesta. Hace una convocatoria sutil a los votantes. Después de las elecciones del 9 de Junio, Jorge Buxadé, el candidato de Vox, afirmó desde Bambú que la saturación compartida es lo que vincula a ambas marcas. Según los microdatos disponibles del CIS, que Vox aprueba su representación de la inmigración como el principal problema de España, el 35,7% de los votantes de Alvise dudaron si votar por Vox en las elecciones europeas. Uno de cada diez votantes de Vox en las elecciones generales de 2023 se dirigieron a SALF en la encuesta de septiembre, días antes de que se conociera el caso. Con Alvise incapacitado para participar en futuras elecciones, tanto por la pérdida de credibilidad debido al caso, como por un posible juicio – la Fiscalía del Supremo está considerando iniciar una investigación debido a su inmunidad europea, y con estos datos del CIS como ejemplo, Vox seguro que detendría la pérdida de al menos 300 mil votantes a SALF en unas elecciones generales. Pero también podría añadir más de un tercio de esos 800 mil votantes. Estos serían los que probablemente estarían más abiertos a Vox, según la publicación del CIS. A esto se puede añadir hasta un 7% de los nuevos votantes ya adultos que dijeron a la administración pública que querían votar por Alvise. Uno de los aspectos importantes a tener en cuenta es que las personas que votaron por Alvise se identifican menos «de derecha» que los votantes del PP, lo que posibilita que otra parte significativa del apoyo al sevillano se dirija directamente a Feijóo. Pero el componente anti-partitocrático podría complicar este escenario.

Abascal opina que los seguidores de Alvise se merecen respeto, especialmente después de haberles instado a desconfiar de otros grupos políticos. Este lunes se publicaron dos sondeos realizados previamente y con solo un margen de dos días desde la acusación de Romillo, que no proporcionan una visión clara del impacto real. GESOP no observó a SALF para las elecciones europeas y persiste en su afirmación de que no alcanzaría el umbral con el 2,2% de los votos. Sin embargo, SigmaDos sí le asigna lo mismo que en agosto. Será interesante seguir su progresión. Hasta ahora, en promedio, las encuestas privadas independientes del CIS, que proporcionan una desglose por escanos, otorgaban entre dos y cuatro a Alvise. «Esto solo sirve para desviar la atención de Sánchez» Fuentes nacionales de Vox confían en que el rechazo a esta corrupción haga que los más receptivos a sus propuestas vuelvan a su redil y que los que nunca han votado por ellos, pero sí a Alvise, se lo planteen. A pesar de todo, continúan autodefiniéndose como «la alternativa real». Otras fuentes del mismo nivel niegan que este descrédito les beneficie, argumentando que «esto solo sirve para desviar la atención de lo que realmente importa». Es decir, la legislación impulsada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; las concesiones al independentismo y, sobre todo, los casos judiciales pendientes contra su círculo cercano, como el caso de Koldo y el de su cónyuge, Begoña Gómez. Esto, sin duda, provocará que Vox vuelva a salir a la calle. Enfatizan que no les ha sorprendido la denuncia y la información que está saliendo a la luz sobre Alvise y cómo financió su campaña. «Sabemos quién es», afirman, sin proporcionar detalles, pero insinuando conocimiento personal. Cabe recordar que Alvise estuvo muy cerca de Vox hasta el tercer trimestre de 2021.

En aquel momento, Alvise era el compañero de la exlegisladora Mireia Borrás, y a raíz de un desacuerdo entre ella y el también legislador José Luis Steegmann, Alvise inició un ataque cibernético contra este último. Como médico, Steegman abogó por la vacunación, y Alvise, por medio de sus canales, impulsó una persecución, alegando que recibía sobornos de Pfizer. Posteriormente, Vox emitió un comunicado desmintiendo esto sin nombrar a Alvise. La asociación entre Vox y Alvise data de 2020. Tuvo una conexión directa con Abascal a través de su asesor Kiko Méndez-Monasterio. Ligado a la agencia de comunicación de Kiko Méndez-Monasterio, Tizona Comunicación, y cercano a Abascal, Alvise se distanció de Bambú y comenzó a posicionarse con más crítica hacia el partido político. Esta situación se exacerbó después de las elecciones generales y la disminución de su representación parlamentaria de 52 a 33 diputados, y cuando figuras prominentes del partido como Iván Espinosa de los Monteros se marcharon. Luego, manifestó su candidatura alternativa. Aún cuando en Vox perciben un panorama favorable, con Alvise en declive, no quieren expresar abiertamente que su partido, SALF, vaya a desaparecer. «Nunca se sabe», es su posición. Consideran que, lógicamente, quien denuncia la corrupción y luego la legitima con sus acciones, con «tráfico de influencias» o «actuando como autónomo para promover una estafa piramidal», enfrentará dificultades para recuperar apoyo. Sin embargo, fuentes de Vox mantienen prudencia porque Alvise «emplea un argumento que muchos asumen», el de la dictadura fiscal.

Las afirmaciones se relacionan con la incitación a la desobediencia fiscal contra la administración financiera y la excusa de haber aceptado el dinero de Romillo, no para la financiación de actividades políticas, sino en retribución por un «trabajo privado», una afirmación que se desacredita por las conversaciones filtradas con Romillo. «Hay una gran cantidad de personas que no están satisfechas con la administración financiera», y hagan lo que hagan, «muchas personas les darán credibilidad», consideran esas fuentes de Vox.

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