Desde el 19 de septiembre, Álvaro Romillo ha estado ausente. Ese día, le reveló a la Fiscalía General del Estado que su empresa de inversiones, Madeira Invest Club (MIC), había proporcionado de manera ilegal 100.000 euros en efectivo al eurodiputado Alvise Pérez para su campaña electoral de Se Acabó La Fiesta (SALF).
Sin embargo, el MIC ha cerrado de manera inesperada, dejando a miles de personas afectadas. Romillo también enfrenta acusaciones en la Audiencia Nacional por un posible fraude que podría alcanzar hasta los 60 millones de euros.
Romillo, quien también es conocido por el alias ‘Luis Crypto’, apareció en un video publicado el lunes en el que no pide disculpas, sino que asegura que todo se resolverá.
En el video, Romillo dice que quiere proporcionar explicaciones, pero no lo hará hasta que sea convocado por un juez. «Inicio este video agradeciendo y centrándome solo en las víctimas del Madeira Invest Club», dice en la grabación.
Continúa describiendo cómo recibe docenas de mensajes diarios pidiendo explicaciones a través de Instagram, Whatsapp, Signal y otras redes sociales desde que MIC cerró. Estos mensajes, sin respuesta hasta ahora, están creando mucha ansiedad entre las personas, admite. Romillo aparece en el video de la misma forma que solía aparecer en los videos de asesoramiento fiscal: vistiendo ropa negra, una mascarilla negra y sin revelar su ubicación. Varias fuentes cercanas a Romillo aseguran que se encuentra en España y que no se ha escapado.
Romillo argumenta que el motivo detrás de todo esto tiene su explicación; tal como afirmó el día en que clausuró el Madeira Invest Club, ha habido un cierre de cuentas bancarias que ha interrumpido nuestras operaciones. Esto pone en peligro toda la estructura», explica. Queda claro que los perjudicados por la fallida plataforma -principalmente representados por Zaballos Abogados- que han llevado su caso a la Audiencia Nacional, sostienen que no hay pruebas de que las cuentas hayan sido bloqueadas por ninguna autoridad judicial ya que, hasta ahora, no ha comenzado oficialmente ninguna investigación. Las dudas apuntan a si Romillo se ha apropiado de los fondos y si todo ha sido un engaño.
Sin embargo, lo niega: «El hecho de que no esté concediendo entrevistas, de que no esté defendiendo ni haciéndome eco de las toneladas de infamias y rumores difamatorios que nos está lloviendo, que nos etiquetan como estafadores y ladrones, que he huido, que he suscrito un pacto con quién sabe quién… Yo normalmente lucharía contra esas acusaciones, pero si lo hiciera, estaría perdiendo el objetivo».
«Una Conspiración Más Compleja»
Romillo recuerda que fue el primero en presentarse ante la fiscalía y proporcionar todos los datos referentes a «lo que está ocurriendo», que sostiene, es «una conspiración mucho más sofisticada de lo que podáis suponer». Según él, todo esto tiene una finalidad: acabar con el MIC.
«Desde luego, me encantaría tomar parte y empezar a conceder entrevistas en televisión, y a refutar a aquellos vertiendo calumnias. Pero no es el momento. ¿Por qué? Porque si me presento y me pongo a disposición, quiere decir que, cuando me convoquen, estoy dispuesto a comparecer ante el tribunal, la fiscalía, o cualquier otro lugar que me requieran para testificar. Debo asegurarme de que esta sea mi declaración inicial», sostuvo.
El fundador de MIC aclara que «al magistrado no le agrada que estés proclamando asuntos en público», razón por la cual ha mantenido su reserva durante este tiempo. «Lamentablemente, los procedimientos judiciales tienen su propio ritmo, el cual no establezco yo», ha añadido. Asegura que una vez que tenga la oportunidad de testimoniar ante el tribunal, iniciará su defensa pública. Igualmente, envió un mensaje de calma a los integrantes del club de inversión y afirmó que no revelará sus datos personales. «Todo esto puede resolverse, pero es necesario esperar a que concluyan los procesos, a salir del atolladero y a comenzar a trabajar», expresó.