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Se produce una transformación en la Moncloa: la cima se encuentra dominada por personas jóvenes con habilidades técnicas aunque no se respeta la igualdad de género

La reciente remodelación de la Moncloa, tercera desde que Pedro Sánchez tomó las riendas del gobierno en 2018, ya ha comenzado a operar bajo la dirección del joven historiador cacereño, Diego Rubio Rodríguez, nacido en 1986. Rubio se ha convertido en el jefe del gabinete presidencial, formando un equipo que contrasta enormemente con el de sus antecesores, Iván Redondo y Óscar López.

Ha incorporado académicos de su generación en roles destacados, relegando en gran medida a figuras de partido. Su personal será responsable de gestionar la estrategia del gobierno de coalición hasta el fin del mandato. El presidente Sánchez ha otorgado a Rubio plena confianza y autoridad para crear su propio círculo de confianza, algo que se intuía desde que Redondo lo incorporó al gabinete en febrero de 2020.

La reestructuración de la Moncloa, orquestada por Rubio, fue publicada el pasado martes en el Boletín Oficial del Estado. El Consejo de Ministros confirmó ocho nombramientos, siete hombres y una mujer, que se publicaron al día siguiente. El organigrama completo del gabinete, sin tener en cuenta la Secretaría de Estado de Comunicación, incluye a 22 altos cargos, compuesto en partes iguales por hombres y mujeres. Sin embargo, el comité de dirección de la Presidencia del Gobierno, que forma su núcleo de poder, está compuesto por ocho personas, seis hombres y dos mujeres, es decir, un 75% de hombres. A pesar de la igualdad de género entre los altos cargos, esto no es así en el centro del poder.

El pasado martes, el Consejo de Ministros confirmó ocho nombramientos, de los cuales siete son hombres y una mujer. Entre ellos, Rubio ha designado al antropólogo y periodista Ángel Alonso como su director adjunto, es decir, su segundo al mando.

El BOE anunció ocho nombramientos el pasado miércoles, siendo Paco Salazar el único que ejemplifica la relación entre el partido y el gobierno. Salazar, un líder sevillano, se desempeña en la dirección federal del PSOE, específicamente en la Secretaría de Investigación y Análisis. Ha logrado superar varias adversidades y mantener su posición después de la revolución que causó Rubio. Sin embargo, su papel cambió de secretario general de Planificación Política a secretario general de Coordinación Institucional, en ambos escenarios con rango de subsecretario.

Rubio ha designado a Ángel Alonso Arroba como su subdirector de Gabinete. Este puesto era ocupado hasta la semana pasada por Antonio Hernando, un miembro destacado del PSOE. Hernando fue captado por el ministro Óscar López, su antiguo superior en la Moncloa, para ejercer como secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales.

Alonso cuenta con una licenciatura en Antropología Social y Periodismo por la Universidad de Sevilla, un máster en Seguridad Internacional por la Universidad de Georgetown, un máster en Relaciones Internacionales del Instituto Universitario Ortega y Gasset, y un diploma en Ciencia Política y Derecho Constitucional del CEPC. Además, obtuvo el premio extraordinario a la mejor memoria de investigación. Antes de su llegada a la Moncloa, Alonso trabajó como vicedecano y profesor en la Escuela de Políticas, Economía y Asuntos Globales de la IE University. También desempeñó roles en la OCDE por 13 años, fue consultor del Banco Mundial en Washington y embajador en Misión Especial para la Ciudadanía Española Global en el Ministerio de Exteriores español.

Por último, el jefe de Gabinete ha promovido al politólogo Pepe Fernández Albertos como secretario general de Política Nacional. Fernández Albertos ya ha trabajado junto a Escrivá en Inclusión.

José Fernández Albertos ha sido promovido por Rubio a la posición de Secretario General de Política Nacional, adquiriendo el rango de subsecretario. En el pasado, Fernández Albertos se desempeñó como director del Departamento de Políticas Públicas de la Moncloa desde enero. Su formación es amplia, con un título en Ciencias Políticas y Administración de la Complutense de Madrid, un máster en Ciencias Sociales del Instituto Juan March, un doctorado de la Universidad de Harvard, y también es científico titular del Instituto de Políticas y Bienes Públicas del CSIC. Antes de su tiempo en la Moncloa, Fernández Albertos trabajó como asesor de José Luis Escrivá en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y como director general de Ordenación de la Seguridad Social. Ahora, a su cargo está un gabinete técnico.

Judit González y Emma Aparici siguen en sus puestos.

Se ha eliminado la antigua Secretaría General de Planificación Política, la cual fue la posición que Paco Salazar ocupó cuando regresó a la Moncloa en 2022. Cuando su superior, Antonio Redondo, dejó su puesto en julio de 2021, Salazar fue transferido a un rol menos político como presidente de Paradores. Sin embargo, en 2022, Sánchez lo devolvió a la Moncloa y lo reincorporó en la ejecutiva del partido en enero de 2024. Ahora, Salazar ocupa el puesto de secretario general de Coordinación Institucional, con igual rango de subsecretario.

El veterano líder sevillano, Paco Salazar, ahora actúa como secretario general de Coordinación Institucional y es un eslabón central con el PSOE, mientras que Jesús Perea continúa como jefe del área de Discurso.

Judit González continuará siendo la secretaria general de la Presidencia del Gobierno bajo la dirección de Rubio, pues este rol fue desempeñado previamente por el actual ministro Félix Bolaños desde 2018 hasta 2021, seguido de Fran Martín, el presente delegado del Gobierno en Madrid. Además, Emma Aparici seguirá siendo la secretaria general de Asuntos Exteriores, conocida como la sherpa de Sánchez en la política exterior.

Por otra parte, el recién designado jefe de Gabinete ha realizado varios cambios en los puestos subordinados. Jesús Perea, quien es licenciado en Derecho por la Universidad de Castilla-La Mancha y fue diputado en el Congreso entre 2000 y 2004, ha sido nombrado como el director del Departamento de Discurso. Entre sus diversos roles, ha servido como director general de Información Autonómica en la Secretaría de Estado de Comunicación (2020-2021), jefe de la Unidad de Discurso de la Presidencia del Gobierno (2022-2023) y secretario de Estado de Migraciones con Escrivá (2021-2022). Además, fue el director general de Discurso y Mensaje en la Moncloa, cargo que ocupó antes de su actual puesto. También es conocido por su trabajo en la Junta de Castilla-La Mancha (2004-2011) y como asesor en la Moncloa (2018-2020) y del Grupo Socialista en el Congreso. A pesar de su cambio de título, el papel de Perea sigue siendo el mismo: redactar los discursos del presidente Sánchez.

Para la dirección de Políticas Públicas, Rubio ha seleccionado a Borja Monreal, experto en innovación social. Por otro lado, ha ascendido al politólogo José Rama para la dirección de Análisis Territorial. José Pablo Ferrándiz, quien hasta ahora era director de Opinión Pública en Ipsos, estará bajo la supervisión de Rama.

Fernández Albertos renuncia a su posición como director del Departamento de Políticas Públicas del Gabinete, dejando a Borja Monreal, uno de los reclutamientos de Rubio, en su lugar. Monreal lleva una licenciatura en Periodismo de la Universidad Complutense, además de varios másteres de la Universidad de Londres, ICEX-CECO y la Universitat Oberta de Catalunya. Como especialista en innovación social y políticas públicas, previo a su incorporación en la Moncloa, ocupó la codirección de SIC4Change, una organización dedicada a encontrar y aplicar soluciones innovadoras a problemas sociales crónicos.

Por otro lado, Rubio prescinde de los servicios de José Alarcón como director del Departamento de Análisis Territorial, para designar a José Rama Caamaño, persona de confianza y de la misma generación política de su líder. Caamaño es graduado de Ciencias Políticas por la Universidad de Santiago de Compostela, loablemente premiado al fin de su carrera universitaria. Posee un máster en Democracia y Gobierno por la UAM y es doctor cum laude. Ha ejercido como profesor de Ciencia Política en la UAM y anteriormente en la Carlos III de Madrid y el King’s College de Londres, además de ser investigador visitante en la Universidad de Nottingham. Antes de su actual designación, fue asesor en la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, la cual Rubio dirigió de 2020 a 2023, y fue subdirector de Políticas Sociales desde principios de este año. Bajo la dirección de Rama, José Pablo Ferrándiz, renombrado sociólogo y director de Opinión Pública y Estudios Políticos en Ipsos, ahora trabajará como uno de sus dos subdirectores generales. Ferrándiz, también profesor asociado de Sociología en la Carlos III de Madrid y anteriormente socio fundador de Elemental Research, fue contratado desde la empresa Metroscopia.

Silvia Calzón asciende de Sanidad a la Moncloa.

Antonio Hernández Espinal, anteriormente encargado de dirigir el Departamento de Planificación Política, tomará las riendas del Departamento de Coordinación Política bajo la supervisión de Salazar. Experto en publicidad, Hernández Espinal ha ocupado diversos roles en el equipo presidencial.

El núcleo de poder en la Moncloa radica en el comité de dirección de la Presidencia, conformado por seis hombres y únicamente dos mujeres, evidenciando una falta de paridad de género. Sin embargo, en el Gabinete en general, existe una paridad equilibrada con 11 hombres y 11 mujeres, si no se toma en cuenta la Secretaría de Estado de Comunicación, en la que trabajan cinco hombres y dos mujeres.

Junto a Hernández, Silvia Calzón fue otra persona nombrada por Rubio durante la semana. Calzón se integrará como directora del Departamento de Atención y Respuesta a la Ciudadanía, bajo el liderazgo de Salazar. Tras estudiar medicina en la Universidad de Sevilla, Calzón obtuvo un título de máster en Salud Pública y Gestión Sanitaria por la Escuela Andaluza de Salud Pública, un máster en Economía de la Salud por la Universidad Pompeu Fabra, y después se doctoró en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Granada. En su trayectoria destaca haber sido médica de Atención Primaria, diputada en el Parlamento de Andalucía y secretaria de Estado de Sanidad, nombrada por Salvador Illa durante la crisis sanitaria de la covid-19.

El grupo directivo de la Presidencia del Gobierno, situado en Moncloa, conforma el pilar central del poder político. Este comité de dirección está compuesto por los altos mandos del Gabinete: Diego Rubio, el director; Ángel Alonso, director adjunto; Judit González, secretaria general; los secretarios generales de política nacional, Pepe Fernández Albertos; de Relaciones Exteriores, Emma Aparici; y de Coordinación Institucional, Paco Salazar. Además, se incluye al director de la Oficina de Asuntos Económicos, Manuel de la Rocha Vázquez, con rango de Secretario de Estado, y al Secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès, quienes dependen directamente de Sánchez y permanecen en sus cargos sin variaciones. Sin embargo, este equipo se compone en su mayoría por hombres, con solo dos mujeres, lo cual no muestra una paridad de género, entendida como una proporción no superior al 60% ni inferior al 40% de cada sexo.

En total, en Moncloa existen 29 altos cargos, de los cuales 16 son hombres y 13 mujeres, alcanzando así la paridad.

En un panorama más amplio, que incluye a todo el Gabinete con todos sus cargos superiores (desde director general en adelante), se observa una paridad plena con 11 hombres y 11 mujeres. Bajo este nuevo orden organizacional, conforme al decreto real vigente que regula la estructura de la Presidencia del Gobierno, las mujeres ocupan los siguientes cargos (su nombres figuran en negrita):

El Gabinete Presidencial está encabezado por Diego Rubio, y le acompaña Ángel Alonso como Director adjunto. La Secretaría general de la Presidencia la dirige Judit González, y Beatriz Rodríguez se encarga del Departamento de Coordinación Técnica y Jurídica.

Jorge Mijangos está al frente del Departamento de Protocolo, con María Marcos dirigiendo el de Seguridad. Pepe Fernández Albertos es el Secretario general de Política Nacional, Borja Monreal lleva el Departamento de Políticas Públicas y José Rama el de Análisis Territorial.

Manuela Villa dirige los Asuntos Culturales, mientras que la Coordinación Institucional está en manos del Secretario general Paco Salazar y Antonio Hernández Espinal. Silvia Calzón responde a la Ciudadanía y Iván García Yustos se encarga de los Asuntos Institucionales.

En cuanto a Asuntos Exteriores, Emma Aparici es la Secretaria general y Pilar Sánchez-Bella dirige el departamento. Loreto Gutiérrez está al frente del Departamento de Seguridad Nacional y Maider Makua ocupa la dirección en el de Asuntos Europeos. Sara Baliña preside la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, y Jesús Perea dirige el Departamento de Discurso.

Por su parte, la Oficina de Asuntos Económicos y G-20 está liderada por Manuel de la Rocha Vázquez, con María Antonia Scheifler en el Departamento de Proyectos Estratégicos y Políticas Sectoriales.

Por último, cuando se incluye la Secretaría de Estado de Comunicación (SEC), siete altos cargos se deben agregar, cinco de ellos hombres. Francesc Vallès es el Secretario de Estado de Comunicación.

Miguel Ángel Marfull lidera el Departamento de Información Nacional, mientras que Carmen Pérez está a cargo del Departamento de Información Internacional. Alfredo Rodríguez y Fernando Morales dirigen los departamentos de Información Autonómica y Digital, respectivamente. Laura Caldito dirige el Departamento de Coordinación Informativa y José Manuel Nevado el Departamento de Comunicación Institucional.

En total, la Moncloa tiene bajo su responsabilidad a 29 altos cargos, de los cuales 22 pertenecen al Gabinete en sentido estricto. Se observa una casi paridad de género, con 16 hombres (55,17%) y 13 mujeres (44,83%). Sin embargo, se observa un desequilibrio en favor de los hombres en la cúspide de la jerarquía, específicamente en el comité de dirección y en la SEC.

Asumiendo su nuevo papel, Rubio inicia esta fase revolucionaria. Una de sus misiones principales es inyectar un nuevo dinamismo en la Moncloa. No solo se le diferencia de su predecesor, Óscar López (Madrid, 1973), por la brecha generacional, sino también porque no es miembro de ningún partido político. No posee una afiliación formal. Fue Redondo quien lo reclutó en 2020 para liderar la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, una unidad recién formada en la Moncloa, que en 2021 presentó el documento España 2050.

Aún se vislumbra un periodo de transformaciones. Para finales de noviembre, se alineará el 41º Congreso del PSOE y la reestructuración del Ejecutivo tras la partida de Ribera.

En noviembre de 2023, después de la segunda investidura de Sánchez, ascendió al puesto de secretario general de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica. Actualmente, ejerce como director de Gabinete, es decir, la mano derecha del presidente y el primer secretario de Estado de todo el Gobierno. En la Moncloa y en el partido, surgen preguntas sobre la influencia que tendrá Rubio en esta fase, notablemente diferente a las dos anteriores y con la que el líder del Ejecutivo pretende adquirir impulso para el resto de la legislatura.

Las modificaciones por sustituir aún son numerosas y probablemente se superpondrán a partir de finales de noviembre, cuando el 41º Congreso Federal del PSOE lleve a cabo cambios en la dirección del partido, y quizás en las cúpulas de los grupos parlamentarios de Congreso y Senado. Este periodo se intercalará con la renovación del Gobierno, forzada por el adiós de Teresa Ribera de la vicepresidencia tercera y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Rubio ha puesto las ruedas en movimiento antes de la llegada de los reemplazos tanto en el PSOE como en el Gobierno.

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