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El Partido Popular en Cataluña se une para combatir la amenaza de Ciudadanos

En las últimas elecciones autonómicas catalanas, el PP logró 342.584 votos, lo que representó un 11% de los votos emitidos. Este resultado le otorgó a este partido 15 asientos en el Parlament, quintuplicando su representación previa. Este éxito fue el resultado de aprovechar la desintegración de Cs y la disminución del apoyo al independentismo, a pesar del fortalecimiento del PSC y la consistencia de Vox con sus 11 escaños.

El PP ha ganado nuevamente espacio en la política de Cataluña, animado por el crecimiento del partido en toda España. Sin embargo, son conscientes de la naturaleza volátil de estos resultados y se han comprometido a asegurarse de que este crecimiento se traduzca en una mayor influencia en la sociedad catalana y en una representación en toda la comunidad.

«Cs se expandió como un globo, pero finalmente estalló, porque no había nada más allá de los 35 diputados que Inés Arrimadas obtuvo en su momento», reflexiona un líder del partido en Cataluña. Esta perspectiva motiva a la dirección catalana del PP a diseñar un plan para el crecimiento territorial del partido, un plan a medio plazo que involucra a sus 15 diputados en el Parlament.

Iniciativas locales

Cada uno de estos diputados ha recibido la tarea de recorrer ciudades y municipios para reunirse con autoridades locales y grupos asociados a fin de entender sus preocupaciones y plasmarlas en el Parlament. «Cs iba a Vic y publicaba el vídeo» del escrache que les hacían los independentistas, sin conseguir formar grupos de apoyo a nivel local, recuerda el mismo líder. El PP espera ser reconocido nuevamente como parte esencial del abanico de partidos catalanes. Para ello, buscan establecer relaciones con todo tipo de entidades sociales y defender los intereses locales en el Parlament y en los ayuntamientos.

Ya en marcha su labor, desde el grupo mencionan «una serie de sorpresas inesperadas pero favorables». Sobresale el beneplácito brindado por la Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña, que incluso publicaron una fotografía y un mensaje en las redes sociales, una iniciativa antes inimaginable en un entorno controlado esencialmente por los nacionalistas.

En este escenario, el Partido Popular catalán establece un espacio seguro entre ellos y Vox, un partido que aún tiene presencia en Cataluña a pesar del crecimiento de Aliança Catalana, que le disputa el espacio antiinmigrante. “Tenemos una relación razonable con Vox, pero no coincidimos en estrategia», razonan los populares.

Diferenciándose de Vox

“Nosotros no ponemos en duda la existencia de las comunidades autónomas ni desacreditamos la cultura catalana», dicen desde el grupo que dirige Alejandro Fernández en Cataluña, pronosticando que usar tanto castellano como catalán será un elemento distintivo del partido. Sin embargo, la táctica establecida por los populares sobrepasa las cuestiones simbólicas, advierten.

Los del PP catalán utilizan como ejemplo el triunfo de Xavier García Albiol en Badalona – ciudad que gobierna con mayoría absoluta – para indicar el camino a seguir. “Albiol no se alzó con la victoria en Badalona replicando las mismas propuestas del PP nacional en el Congreso,» atribuyen con ironía, sino adaptando la posición del partido a las necesidades de su ciudad.

En comparación, indican, Vox posee una narrativa monolítica que hace que el partido de Santiago Abascal replique sus propuestas parlamentarias en todos los municipios donde tiene representación. «Nosotros no vamos a adoptar ese modelo» aseguran en el PP, plenamente conscientes de que tienen un largo recorrido por delante partiendo de los menos de 200 concejales actuales en Cataluña.

Capitalizar la oposición.

En medio del actual escenario, el Partido Popular (PP) de Cataluña tiene un segundo gran objetivo: ser el principal antagonista del gobierno liderado por Salvador Illa. Esta meta se facilita por la actual falta de un líder claro en Junts, el segundo partido más grande de la cámara. Aunque Carles Puigdemont permanece en Waterloo, Albert Batet continúa haciendo la función de portavoz mientras aguarda una reunión que se llevará a cabo en Bélgica la próxima semana por el grupo independentista.

Sin embargo, hay indicios de que Junts podría dejar la presidencia del grupo vacante con el fin de resaltar la «represión» hacia Puigdemont. En esta situación, Alejandro Fernández, un experto parlamentario, tiene vía libre para liderar las sesiones de control ante Illa.

Dentro de este panorama, la modificación del modelo de financiamiento autonómico será un tema primordial, y posiblemente el más molesto para los del PP catalán. No obstante, se han unido para enfocar su discurso en «los asuntos que verdaderamente inquietan a los catalanes», como la seguridad, el acceso a la vivienda o servicios sociales.

Además, señalan que no hay contradicción en el debate de la financiación autonómica con otros líderes territoriales. «Por supuesto que queremos mejorar la financiación, igual que Alfonso Rueda o Juanma Moreno», expresan fuentes del PP, «pero Illa está engañando a los catalanes» al presentar la reforma acordada con ERC como la garantía de más recursos. En este sentido, se indica que tanto la consejera de Economía, Alicia Romero, como la de Territorio, Sílvia Paneque, han señalado que no habrá reducción de impuestos y que podría aumentarse la tarifa del agua. «La gente me pregunta si subirá el precio del agua, no qué sucederá con la financiación autonómica», menciona otra fuente.

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