Jaume Collboni, el actual líder del gobierno municipal, no ha logrado cambiar el sentimiento de inseguridad que prevalece entre los ciudadanos de Barcelona. La problemática de la inseguridad se ha intensificado en comparación con el año pasado y es más notable si la comparamos con hace diez años, según la serie histórica del sondeo municipal realizado anualmente por el Consistorio de Barcelona.
Sin embargo, el primer año de administración de Collboni recibió una mayor calificación que el último año de mandato de Ada Colau.
Uno de los logros de Collboni ha sido reducir la preocupación respecto a la limpieza de la ciudad, que ha pasado a ser el tercer problema para los 6.000 habitantes entrevistados.
Sin embargo, se registra un incremento de la preocupación por el acceso a viviendas, que se posiciona como el segundo mayor problema, determinado por el 12,3% de los encuestados. A pesar de esto, la inseguridad sigue siendo la principal preocupación, incluso con el alza de los precios de alquiler, que ha alcanzado una media de 1.200 euros mensuales, un aumento interanual de 100 euros.
Por último, se ha registrado un aumento en las preocupaciones sobre el turismo y la inmigración.
Se observa también un aumento en cómo el turismo es percibido como un problema a nivel urbano. Se convierte en el inconveniente principal para el 5,4% de los participantes, lo que corresponde al doble que el año anterior. Paralelamente, los «asuntos relativos a la inmigración» experimentan un incremento, posicionándose en el sexto lugar con un 3,8% de los entrevistados que lo señalan como el problema más grave, cuando el año pasado únicamente un 1,7% lo consideraba así.
En cuanto al cambio en la alcaldía, el 80,4% de los entrevistados dan su aprobación a la administración municipal, nueve puntos más que en la encuesta precedente, donde se evaluaban los últimos meses de gestión de Colau. Es importante señalar que es la primera encuesta que pondera la administración de los socialistas, ya que el trabajo de campo para este macro estudio se lleva a cabo entre enero y abril.
La segunda al mando del Ayuntamiento, Laia Bonet, minimiza el incremento en la sensación de inseguridad en este contexto. Bonet admite que «son percepciones que no deben ser subestimadas y deben ser atendidas», pero también recuerda que los datos más recientes de los Mossos indican una disminución en la criminalidad en la ciudad.
Durante julio y agosto, los delitos en la ciudad bajaron un promedio del 7%. En el caso de los delitos violentos, la reducción ha sido del 5% y en los delitos contra la propiedad del 10%, según lo recordado por la teniente de alcalde refiriéndose a las cifras anunciadas por la consejera Núria Parlón en la reunion con Collboni en el Ayuntamiento la semana pasada.
Bonet manifestó su esperanza de que en futuras versiones del estudio, las opiniones respecto a la seguridad mejorarán. Anticipó que acciones como el aumento del número de policías que patrullan por la ciudad, el tratamiento del tema de la reincidencia múltiple y «la mejora en la cooperación entre los Mossos y la Guardia Urbana» podrían ser de gran ayuda en este sentido.
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