Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, no ha mencionado nada sobre la soberanía fiscal catalana acordada entre el PSC y ERC con la participación de Moncloa durante su discurso en la primera junta del comité ejecutivo popular después del receso veraniego.
Aunque en situaciones anteriores ha expresado planes para movilizar a la gente en protesta contra la ley de Amnistía, no mencionó una iniciativa similar contra la cuestión catalana este lunes. Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, fue quien trajo a la discusión el tema durante una entrevista en el diario El Mundo el lunes, instando a la rebelión en las calles contra la asignación especial de Cataluña.
«No hay nada planeado», dicen fuentes oficiales de Génova en cuanto a si las manifestaciones en las calles son parte de su estrategia junto a sus barones. Aunque no descartan por completo la posibilidad, un «no descartan» no expresa realmente que por ahora Génova no está considerando eso. La ley de amnistía les significó un gran esfuerzo logístico y a pesar de que mostraron una habilidad de movilización generalmente vista solo en la izquierda, este tema no está siendo analizado actualmente.
Varios líderes territoriales mostraron indiferencia hacia la posibilidad de repetir ciertas estrategias. Algunos optaron por aguardar y observar el panorama político después de las conversaciones de Pedro Sánchez con los líderes autonómicos, la anhelada reunión de la Conferencia de Presidentes -que no ha ocurrido desde marzo de 2022- y el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Esta fue la propuesta de Alfonso Fernández Mañueco de Castilla y León, quien demandó una convocatoria inmediata de la cumbre de presidentes, planteando «cumplir con los formalismos». Aunque no descartó la idea de una movilización, especificó que «no es mi responsabilidad convocarla como presidente de Castilla y León».
Carlos Mazón de Valencia recordó que «hemos llevado a la gente a las calles» muchas veces en una región con una relevante subfinanciación. «No es algo novedoso, iremos a donde sea necesario», advirtió al llegar al comité ejecutivo nacional. Sin embargo, no mencionó si impulsaría otra vez estas manifestaciones. Por otro lado, Fernando López Miras, el líder del gobierno murciano, que también lucha con un modelo de financiación insuficiente en su región al igual que Valencia, defendió fervientemente el «derecho de los ciudadanos a protestar, especialmente si una decisión gubernamental los afecta negativamente».
En la ausencia de Rueda y del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, así como otros líderes autonómicos, Feijóo mencionó el complejo problema de la financiación autonómica, pero no para fomentar protestas, sino para reafirmar que «lo que pertenece a todos se decide entre todos, y de allí no nos moverán». Este fue otro llamado a fortalecer las filas para mantener la cohesión de su partido.
«La única opción que les queda es atacarnos y atacarme a mí».
«Vendrán contra nosotros y contra mí, eso es lo único que les resta. No obstante, no podrán triunfar, ni con humillaciones, difamaciones o coimas. Ni mi partido se dejará amedrentar, ni yo», afirmó en un discurso algo más corto que en otras oportunidades. Según el jefe de la oposición, en el gobierno de Pedro Sánchez «sólo hay prepotencia, falsedades, excesos de autoridad, de confianza y de principios», y lo comparó con un «hámster en su rueda». Adicionalmente, anunció que iniciará una serie de encuentros con los interlocutores sociales, es decir, sindicatos y empresarios para abordar otros temas que ha incorporado en su agenda tales como la conciliación laboral o las licencias paternales.