La Asociación Española de Escoltas y Profesionales de Seguridad (ASES) ha expresado su descontento con el contenido del programa ‘Salvados’, transmitido el domingo pasado en La Sexta, a través de un comunicado. Según ASES, el episodio titulado ‘Txakurrak’, que trata sobre las experiencias de los escoltas durante los años de violencia de ETA, no refleja fielmente la realidad que vivieron estos profesionales.
La Asociación se mostró profundamente indignada porque se representó a los escoltas como un grupo de tendencias «ultraderechistas» y «antivasquistas», y alegó que el programa tergiversó el trabajo de este colectivo que «puso su vida en peligro para proteger a las personas amenazadas de muerte».
ASES apunta que los escoltas que aparecen en el programa «no parecen ser identificados por aquellos colegas que realmente trabajaron en el País Vasco y muestran un comportamiento que cuestiona su profesionalidad», afirman. Además, en el programa se describen ciertos comportamientos de las personas protegidas y sus relaciones con sus escoltas. ASES insiste en que, basándose en el contenido transmitido, se podría considerar una violación del secretismo profesional, un delito «muy serio» al revelar aspectos de la relación escolta-protegido que deberían mantenerse en privado. Destacan que el programa presenta comportamientos de algunos escoltas o protegidos que han sido «sacados de contexto» o que constituyen una «anécdota» en el trabajo que realizaban en esos años. Recuerdan que el trabajo de protección se llevó a cabo en un ambiente de «gran presión, terror y amenaza».
El uso de una «narrativa irresponsable» en el programa, que aparentemente busca absolver a los victimarios de una de las épocas más sombrías de nuestra historia, ha sido criticado. Se expresa pesar por la minimización del trabajo de los escoltas. Además, se indicó que dicho enfoque, aplicado a una labor tan significativa como la realizada por los escoltas, obstaculiza más que facilita la búsqueda de la verdad y la memoria. Lamentablemente, en lugar de ayudar a sanar, solo «perpetúa la herida del dolor que todavía está lejos de cerrar».
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