Categorías: Política
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22 septiembre, 2024 12:22 am

El Ministerio de Asuntos Exteriores admite que la embajada de Mauritania llena su piscina todos los días, pero alega que esto se debe a la «evaporación»

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El Departamento de Asuntos Exteriores ha admitido los sucesos reportados por un empleado en contra de los dirigentes de la embajada española en Mauritania de los últimos años, aunque no identifican los actos como crímenes. El servidor público ha expuesto una serie de acontecimientos que podrían interpretarse como agresiones al medio ambiente, los cuales fueron revelados por El Independiente.

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Con varias décadas de experiencia laboral y sindical, el informante llegó a Nuakchot, la capital mauritana, en el verano de 2023. Escogió ese lugar para recolectar información directa que respaldaría su doctorado en Leyes Internacionales que actualmente se encuentra realizando.

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Ahí, en la residencia donde todos los empleados viven, atestiguó los eventos que en agosto de este año, días después de ser despedido al inicio de sus vacaciones, reportó a las cortes de Plaza de Castilla, en Madrid. En el predio de la embajada hay dos piscinas. Una privada para el uso de la embajadora, Míriam Álvarez de la Rosa, y una que es para uso común de todos los empleados. Esta última requiere ser rellenada todos los días desde hace al menos dos años debido a las múltiples fugas de agua que no se han reparado. Según el informante, se desperdician cerca de 14,000 litros de agua. La embajada ha optado por abrir un grifo para rellenar la piscina diariamente, a pesar de estar ubicados en un país que sufre de sequías. La magnitud de las pérdidas ha demandado a veces la implementación de un segundo medio de recarga, una manguera, para continuar disfrutando de la piscina. Además de reportarlo al sistema judicial, el empleado ha alertado verbalmente y por escrito a los dirigentes de la embajada, al Departamento de Transición Ecológica y al de Asuntos Exteriores.

En una correspondencia interna, se ha remarcado que el llenado diario de la piscina es normal, considerando el clima de Mauritania y la evaporación típica del agua. En Nuakchot, los veranos son breves pero calurosos y sofocantes, y los inviernos, aunque cortos, son confortables. Las temperaturas oscilan entre 15 y 35 grados Celsius y es inusual que caigan por debajo de 12 o suban por encima de 41. Estos patrones climáticos son similares a muchas ciudades españolas. Consultas en internet indican que la evaporación normal es de aproximadamente 3.28 litros de agua por metro cuadrado. La piscina embajada tiene dimensiones de 18 metros de largo por 9 de ancho y una profundidad máxima de 2 metros. El Independiente entró en contacto con un ex empleado de la embajada quien respaldó la información presentada en la denuncia. Este trabajador conocía al constructor de la piscina, que era un contratista español que empleaba trabajadores locales. Él sospechaba que la piscina probablemente requiriese «un rejuntado» para resolver el problema, sin embargo, esto nunca se llevó a cabo. Según este trabajador, que prefiere mantener su anonimato, la piscina era un lugar frecuente de encuentro para la plantilla durante los fines de semana, incluyendo a la embajadora. Las personas encargadas de la embajada estaban plenamente conscientes de la situación. De hecho, la piscina de la embajadora también tuvo una fuga, la cual fue reparada. «Estaba más que informada», declaró. La comunicación oficial refiere que la piscina recibe mantenimiento seis días a la semana y que cualquier «daño menor» en las tuberías es reparado «tan pronto como se detecta».

María Jesús Del Pozo Gavilan, la Canciller, es una de las acusadas, junto con la embajadora. De acuerdo con un segundo funcionario, con quien pudo conversar este medio de comunicación, Del Pozo Gavilan a menudo era la persona encargada de llenar la piscina, desperdiciando de esta manera miles de litros de agua en un lugar que sufre de graves problemas de sequía. «El acuerdo con el país permite a la embajada utilizar agua sin costo», declaró el acusador, quien ha solicitado que se recaben los testimonios de varias personas, incluyendo al agregado del Ministerio del Interior en Mauritania, al jefe de la Guardia Civil en la capital del país, junto con la embajadora y la canciller. Si el caso es admitido, la Audiencia Nacional sería la encargada de llevar a cabo la investigación.

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