Juanma Moreno, Presidente de Andalucía, al igual que su compatriota del PP, Alfonso Rueda, mantuvo firmes objeciones a los planes de Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno, de establecer un sistema de financiación exclusivo para Cataluña. Moreno también instó a que se abordara el tema de la financiación autonómica en la conferencia de presidentes que se espera se realice a finales de año, más allá del tema de vivienda tal y como ha sido sugerido por Moncloa.
De no ser así, las regiones gobernadas por el PP tomarán medidas judiciales para asegurar la discusión de este punto, algo que es requerido cada dos años. Moreno también solicitó ayuda para gestionar el aumento de costes en servicios debido al envejecimiento de la población.
Entre las demandas más cruciales que Moreno presentó a Sánchez estaba la eliminación del «cupo catalán», creyendo que tal medida afectaría negativamente a Andalucía y España en su conjunto. Según él, una medida de este tipo implicaría una disminución de 6.000 millones de euros en recursos y un gasto total de 32.000 millones para el Estado, basándose en estudios internos. A pesar de estas críticas, Moreno enfatizó que desea lo mejor para Cataluña, siempre que esto no perjudique a Andalucía ni a la estructura del sistema actual, que mantiene un equilibrio general. De no haber cambios en esta dirección, Moreno aseguró «Andalucía tomará medidas y utilizará todos los medios disponibles para evitar la implementación de este cupo».
Tras una reunión de noventa minutos con el presidente del Gobierno que comenzó pasadas las seis de la tarde, Moreno Bonilla expresó su descontento por la falta de un diálogo «más productivo y eficiente en términos de metas» para su región autonomista. Se sintió especialmente decepcionado ya que la invitación había provenido de Sánchez. «Me retiro sin ningún detalle específico para Andalucía. No ha habido ninguno de su parte», argumentó, añadiendo que habría sido «más beneficioso» asistir a la Conferencia de Presidentes, un organismo que lleva alrededor de 800 días sin funcionar desde la convocatoria en La Palma en 2022.
En respuesta a las sugerencias de la administración de revivir la conferencia, comunicadas privadamente por Sánchez a todos los presidentes regionales y públicamente por el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, Moreno Bonilla espera que no sea otra promesa sin cumplir.
Frente a la cuestión del ‘cupo’, Andalucía se impondrá y usará todos los recursos disponibles.
Moreno Bonilla, como Rueda, negó cualquier intento de Sánchez de engañar con algún acuerdo bilateral relacionado con la financiación. Tampoco se planteó una reducción de la deuda, algo que se había anticipado en las últimas semanas. En este sentido, insistió en la unidad del PP para negociar colectivamente. Cualquier otra acción iría en contra de la «solidaridad» y del «ADN» del partido, un punto en el que, según él, coincidía con el PSOE hasta hace quince años. En la ausencia de temas relevantes, consideró la posibilidad de que Sánchez solo buscara ganar tiempo con una imagen. «No lo sé», admitió.
La inmigración fue uno de los temas abordados en la reunión, según informó El Independiente esta semana. El presidente de Andalucía mostró su inquietud por la falta de coordinación y «claridad». Insistió en que no es aceptable enterarse de las llegadas de inmigrantes a través de los medios de comunicación. Expuso que muchas veces las regiones necesitan apoyo adicional en la salud y que a veces no están listas debido a la falta de notificaciones previas. Puntualizó que «estamos asumiendo obligaciones que superan nuestras capacidades» y demandan un alivio financiero específico para esta cuestión. Moreno Bonilla instó a lograr una «inmigración planeada y regulada, en lugar de un caos, que daña los servicios públicos y crea disensión social». Además de esto, mencionó el déficit en los ferrocarriles, la cuestión energética y la sequía.
Después de toda la charla, el Andaluz se fue sin «ningún tipo de compromiso». Sánchez aspira a que «ninguna región sufra» debido a la financiación peculiar. En cuanto a los asuntos autonómicos, expresó, Sánchez conversará con sus ministros para considerar medidas futuras. «Me voy con las manos vacías», se lamentó Moreno Bonilla, aludiendo a la falta de agenda para guiar la conversación. «Pensaba que me había citado con algún propósito», indicó. La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también solicita esta agenda. Cuando se le preguntó qué pensaba de un probable desaire de la líder del PP de Madrid, Moreno Bonilla creyó que «cuando un presidente del Gobierno te convoca, debes asistir».
«Diálogo y sin imponer su voluntad»
El líder andaluz fue cuestionado sobre la posibilidad de que no se aprueben nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) y el impacto que esto podría tener en una disminución de la capacidad financiera, particularmente en regiones como Andalucía. Esto daría lugar a restricciones más severas. Ante la posibilidad de que el Partido Popular sea quien solucione el camino de estabilidad que Andalucía decidió no tomar en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, Moreno Bonilla fue rotundo. «Insto a Sánchez a buscar mayorías a través del diálogo y no imponiendo su voluntad», señaló, sin caer en la tentación de presionar a las comunidades. Esto con el fin de no responsabilizarlas por su selección de aliados preferenciales. «Nosotros tratamos de aprobar nuestros propios presupuestos en el parlamento», lo cual «destaca que el gobierno tenía la mayoría para un día, no para un término legislativo».