En una reciente visita al Palacio de la Moncloa, el presidente palestino, Mahmud Abás, solicitó al líder del Gobierno español, Pedro Sánchez, la organización de una nueva Conferencia de Paz para el Medio Oriente, evocando el encuentro similar que tuvo lugar en Madrid en 1991.
Esta fue la primera visita de Abás a España desde que el país reconoció a Palestina como un estado independiente. Incluso hizo hincapié en la importancia histórica del papel de España en los esfuerzos por la paz durante la conferencia de hace 33 años.
Aunque Sánchez no respondió directamente a la solicitud de Abás, fuentes gubernamentales indicaron que en conversaciones previas, Sánchez había expresado que para España sería un honor acoger una nueva conferencia y se comprometió a hacer todo lo posible para que se materializara. Sánchez también aplaudió la visita de Abás como un «hito» tras el reconocimiento oficial de Palestina y reiteró la necesidad urgente de poner fin al conflicto de Gaza. Destacó la importancia de no normalizar la violencia y resaltó los crecientes niveles de tensión en el Medio Oriente, citando la reciente explosión de dispositivos electrónicos en Líbano, un incidente que Hizbulá atribuye a Israel. Esta última cuestión también se discutió durante la reunión de los dos líderes que expresaron su inquietud y sorpresa sobre lo que ven como un nuevo frente en la guerra: la tecnología.
Para el líder gubernamental, el «pilar fundamental» es la Corte Internacional de Justicia, cuyas decisiones son obligatorias. Continuó enfatizando que los grupos involucrados deben alcanzar una tregua, argumentó que la importancia primordial se encuentra en la Corte Internacional de Justicia como la máxima autoridad, capaz y legítima para interpretar los reglamentos internacionales. Por este motivo, señaló que España otorga gran importancia a la consulta de opinión emitida el 19 de julio pasado por esta Corte, que declara la ilegalidad de la ocupación israelí de los territorios tomados. Reconoció que era «lo correcto». Recordó que las medidas provisorias definidas por la Corte son obligatorias y también celebró que la Asamblea General de las Naciones Unidas haya aprobado una resolución exigiendo a Israel el cese de su «presencia ilegal en tanto Gaza como Cisjordania». Sánchez sostuvo que el reconocimiento de Palestina como un estado por parte de España era «lo correcto» puesto que «Palestina existe y tiene todo el derecho a tener su propio estado que coexista con Israel en paz y seguridad». Esta solución de dos estados, a su juicio, es la única viable y el camino para alcanzarla será discutido en la cumbre bilateral a celebrarse en Madrid antes de finales de año entre los gobiernos de España y Palestina. Para hacer esto realidad, Sánchez aseguró que España continuará colaborando con la comunidad internacional. Abás agradeció a España por reconocer a Palestina y apoyar la solución de dos estados, una causa que considera «justa». Abás agradeció en varias ocasiones al presidente de gobierno español por el reconocimiento de Palestina, por defender que se trata de una «causa justa» y su apoyo a la solución de los dos estados.
Expresó su deseo de visitar la Franja de Gaza en compañía de líderes de entidades internacionales, con el propósito de seguir instando el cese de la ofensiva israelí. Abogó por emprender un proceso político encaminado a poner fin a la ocupación y alcanzar la paz en esa zona. El presidente Abás recordó un viaje que hizo Sánchez a Rafah, Egipto, así como el apoyo de España, junto con Sudáfrica, en su denuncia por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia. Agradeció nuevamente estos gestos a Sánchez, señalando que reflejan el compromiso de España, su población y su gobierno, con la legitimidad internacional en este contexto. Por otro lado, hizo un llamado para que las naciones que aún no lo han hecho, reconozcan oficialmente a Palestina como Estado. En un encuentro previo, según las fuentes mencionadas, Abás sostuvo que los países árabes reconocerán a Israel, en el momento en que Israel también reconozca a Palestina. Igualmente, abogó por que Palestina sea admitida como miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas.