Pedro Sánchez, desde la Moncloa, ha iniciado los diálogos prometidos con los gobernadores autonómicos. El líder del PP en Galicia, Alfonso Rueda, será el primero en ser consultado. Según lo que Sánchez anunció el lunes, se distribuirán 5 mil millones de euros entre las comunidades autónomas y los ayuntamientos, siempre que aprueben la senda de déficit y el presupuesto nacional para el próximo año.
Si no consigue nuevas cuentas para el próximo año, este hecho puede ser utilizado para culpar al PP y especialmente a Alberto Núñez Feijóo, el cual podría afectar a las entidades locales y las organizaciones autonómicas.
Los desafíos que enfrentan parecen las siete plagas de Egipto.
Los gobernadores autonómicos del PP están en alerta máxima y preocupados por el pacto entre el PSC y ERC, que puede conceder a Cataluña la soberanía fiscal y una agencia tributaria propia, algo que se le ha negado a Cataluña en el pasado por ser considerado en contra de la equidad y la solidaridad interterritorial.
Mientras tanto, Sánchez busca ganar tiempo y asegura que, aunque no tenga presupuesto, continuará en el poder. El objetivo de los populares es acortar su mandato lo máximo posible. Como dijo la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, gobernar no es resistir.
