La relación entre Venezuela y Euskadi tiene raíces profundas, debido a que muchas personas de origen vasco emigraron y se establecieron en Venezuela hace varias décadas. Sin embargo, la migración ha cambiado de dirección en tiempos recientes, con un creciente número de venezolanos que buscan refugio en Euskadi para escapar del régimen que Nicolás Maduro gobierna con mano dura.
Esta tendencia ha evolucionado paralelamente a los recientes cambios históricos en Venezuela y en algunos de sus países contiguos.
Se evidencia un notable aumento en las aplicaciones para protección internacional tramitadas en la Comunidad Autónoma Vasca, particularmente desde que Maduro tomó el poder en el 2013.
Según los últimos informes, de las 6.153 solicitudes de asilo procesadas el año pasado, un abrumador 92% procedía de países latinoamericanos, especialmente de Venezuela. Las llegadas de ciudadanos de Colombia, Nicaragua y Perú también han contribuido a este aumento importante durante la última década, aunque en un porcentaje menor.
Actualmente, alrededor de 25.000 venezolanos viven en Euskadi. Muchos de ellos huyeron de su país para escapar del gobierno de Chávez y ahora observan que la cónsul general de Bilbao, Glenna Cabello, es la hermana de Diosdado Cabello, el segundo al mando en el gobierno de Maduro. En los últimos seis años, las solicitudes de protección han aumentado casi cuatro veces, pasando de apenas 1.600 en 2018 a 6.153 casos el año pasado.
La preocupante situación política en Venezuela y en otros países latinoamericanos ha acelerado este incremento. Además, la deteriorada situación de seguridad en países como Colombia y Nicaragua ha impulsado un aumento en las solicitudes. En la actualidad, el número de solicitudes de asilo es el más alto en la historia de la administración vasca, con hombres y mujeres solicitándolo en números casi iguales.
Motivos humanitarios. Para la gran mayoría, aunque no todas, de las peticiones, en Venezuela se aprueba una proporción mayor que la de otros países. En marzo de 2019, la CIAR, es decir, la Comisión Interministerial de Asilo y Refugio, planteó otorgar el permiso de residencia por causas humanitarias a todos los venezolanos cuyas solicitudes pudieran haber sido rechazadas. Esta propuesta fue efectiva, y a partir de ahí, las solicitudes aceptadas han ido aumentando año tras año. Durante el año anterior, el 66% de las solicitudes de los venezolanos fueron aprobadas, una cifra muy por encima del 24% de aceptación para aspirantes de otros países latinoamericanos. De todas las solicitudes de estos países, en casi el 8% de los casos se les concedió la categoría de refugiados. Un 8.5% recibió protección secundaria, y al 60% restante se les negó la petición de protección. El deterioro de la situación política en Venezuela y de la coexistencia en otros países de la región empezó a resultar en un aumento de este tipo de casos a partir del 2018. Desde ese año, este número no ha parado de crecer, a excepción de los años 2020 y 2021, en los que la pandemia disminuyó significativamente las solicitudes de asilo. En los últimos dos años, las peticiones se han disparado nuevamente. En 2022, casi la mitad de las solicitudes de asilo provenían de Venezuela, con casi cuatro de cada diez casos correspondientes a ciudadanos de este país. El lugar histórico donde se tramitan más casos es Bizkaia, donde la mayoría de las solicitudes son de venezolanos. Asimismo, Colombia, debido a la violencia y falta de protección, muestra un crecimiento en la cantidad de solicitudes. Para el año 2022, un tercio de los casos pertenecían a ciudadanos colombianos.
Según el Observatorio de la Inmigración, Ikuspegi, naciones como Nicaragua, Perú, El Salvador y Honduras están colocadas a gran distancia en términos de las solicitudes de asilo. Sin embargo, la población vasca muestra una actitud considerablemente positiva hacia los solicitantes de asilo. El 37% apoya la acogida sin límites, mientras que el 39% propone que se les acoja solo si pueden demostrar que son perseguidos. Por otro lado, un 16% sostiene que las concesiones de asilo deben ser limitadas y asignadas de acuerdo a una cuota anual. Este dato es significativo, ya que durante las últimas dos décadas, la comunidad vasca ha experimentado un cuadriplicado en la población extranjera. Actualmente, los foráneos representan el 12.4% de los residentes en la región, es decir 207.794 personas, en comparación con las 66.348 personas que representaban solo el 3.2% de la población en 2003. Aún con esta ampliación, Euskadi es actualmente la decimotercera comunidad autónoma con la mayor cantidad de inmigrantes, de acuerdo a cifras proporcionadas por Ikuspegi.