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El PSOE impartió directrices a Ábalos para negar el reconocimiento a Edmundo Rodríguez mediante su voto

José Luis Ábalos, anterior ministro y ex secretario de Organización del PSOE, ha recibido instrucciones de voto del partido dirigido por Pedro Sánchez para una propuesta no de ley impulsada por el PP en el Congreso. El PSOE votó en contra del reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela, separándose de Ábalos, ahora miembro del Grupo Mixto, tras su suspensión del partido.

Este caso no es una incidencia puntual, el exlíder socialista sigue recibiendo directrices de voto pese a su desvinculación con el PSOE.

Ábalos se encuentra en un momento crítico tanto políticamente como legalmente, con la Fiscalía Anticorrupción aguardando un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil para posiblemente imputarlo en el ‘caso Koldo’.

Fuentes cercanas a Ábalos expresan su sorpresa ante su resistencia considerando que su vida personal durante su tiempo en el Ministerio de Transportes está bajo escrutinio.

Algunas voces apuntan a un trato humillante por parte del PSOE hacia el que fue uno de sus hombres más leales, Ábalos. Destacan su disponibilidad para defender al partido en situaciones difíciles. Sin embargo, ven con perplejidad que el mismo partido que le pidió que se retirara en un plazo de 24 horas tras la detención de su ex asesor Koldo García, ahora le siga dando instrucciones de voto como si nada hubiese ocurrido.

El representante del Grupo Mixto fue informado por mensaje de Whatsapp acerca de qué posición tomar en el Congreso el jueves pasado, no solamente en lo relacionado al presidente de Venezuela, sino también en todos los demás temas que se someterían a votación ese día. Esto incluía los planes gubernamentales sobre salud y la claridad en las proyecciones y compromisos del Gobierno en temas de financiamiento. Ábalos se abstuvo en este último, desviándose en dos aspectos por primera vez de los socialistas. Según quienes estuvieron presentes en el Congreso, hubo confusión en el PSOE y querían saber si esta sería la tendencia regular de su voto.

«Cuenten con mi apoyo si lo merecen», fue la respuesta de fuentes cercanas al exministro. El ambiente quedó tenso y con un mensaje claro: nada está garantizado. Las personas cercanas a él mencionan que no es justo continuar tratándolo como un miembro del partido después de haber quedado «aislado». Su nueva postura es relevante en la minoría parlamentaria dónde el Gobierno opera, dado que no cuentan con los votos garantizados de ERC, Junts, Podemos. Ahora tampoco con el de Ábalos, cuyo voto es esencial para la aprobación de los presupuestos del siguiente año.

La auditoría encargada por el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha incomodado visiblemente a su predecesor, quien en las pasadas semanas ha activado varias líneas de defensa. Por un lado, las entrevistas y explicaciones en numerosos medios de comunicación y por el otro, la tentativa de intervención en el ‘caso Koldo’ en la Audiencia Nacional como afectado por la investigación en la que, sino es parte, no tiene permiso de participar.

El reporte del Departamento de Puente destaca que el antiguo ministro cambió una orden de adquisición de cuatro millones de mascarillas a otra orden que incrementaba a ocho millones en un intervalo de 38 minutos durante marzo de 2020. La auditoría indica que fueron abonados en total, 20 millones de euros a la compañía Soluciones de Gestión S.L, que se encuentra en el núcleo de la presunta trama corrupta por la compra de equipo médico. Sin embargo, Ábalos intenta descalificar el reporte argumentando que esta auditoría es inválida ya que estaba en proceso una causa penal.

Algunas personas con las que trabajó previamente confían en que seguirá siendo fiel a las ideas socialistas, tanto por su personal convicción como por su lealtad al partido donde ha construido su carrera; no obstante, algunos sostienen que continuará por no poder levantar sospechas, «ya que si lo hace, él también se verá afectado».

El antiguo ministro solía ser de los que siempre tendían la otra mejilla, aunque los más cercanos admiten que la circunstancia presente es la más grave que ha afrontado. Uno de los más leales a Sánchez, que permaneció tras la renuncia y caída del líder del PSOE en 2016, ha estado en la mira política desde enero de 2020, luego de su encuentro en el aeropuerto de Madrid-Barajas con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien no tenía permitido el ingreso a territorio europeo.

Desde ese entonces, su nombre ha acaparado los titulares y las querellas en los tribunales sobre su gestión, mientras él se ha centrado en demandar a quienes se inmiscuyen en su vida privada. Pero en las últimas semanas, se ha visto forzado a hablar sobre ello en público, cuando, por ejemplo, trató de explicar en una entrevista en Onda Cero la publicación de mensajes que hablan sobre pagos a una joven durante su tiempo como ministro.

Ábalos piensa que ha sido sometido a un escrutinio exhaustivo de cada una de sus acciones, tanto durante su liderazgo en Transportes como después de su destitución inesperada por Sánchez. Argumenta que ha recibido un trato diferente a otros líderes de Transportes, de los cuales ya no se recuerda el público, incluyendo a Raquel Sánchez, su sucesora, quien ahora está al frente de la empresa estatal Paradores. A su manera de ver, y de acuerdo con la acusación que envió a la Fiscalía por el delito de revelación de secretos, se han expuesto públicamente sus emails privados en casos legales que todavía no le implican, sin que la Guardia Civil los filtrara para preservar su relación. Un juzgado de Madrid ha puesto en marcha un proceso por esta razón.

En las semanas venideras, se espera un giro significativo. Información obtenida de fuentes próximas a la investigación del «caso Koldo» sugieren que hay pruebas de pagos por parte de la red corrupta en la dirección de Transportes que potencialmente podrían haber involucrado al exministro. Ante lo que podría venir, ya está en busca de un abogado para representarlo.

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