Siempre ha existido una relación sin reproches entre Venezuela y la izquierda abertzale dirigida por Arnaldo Otegi, considerándose aliados en su causa. Maduro ha tenido un trato favorable hacia ellos, permitiendo que la delegación de EH Bildu forme parte del pequeño grupo de ‘observadores internacionales’ en las pasadas elecciones del 28 de julio.
A pesar de las controversias sobre el supuesto fraude electoral, los delegados de EH Bildu no pusieron en duda la victoria de Maduro. De hecho, felicitaron al líder chavista y a sus seguidores apenas unas horas después las diputadas abertzales, Marije Fullaondo y Diana Urrea.
Sin embargo, un mes y medio después, las circunstancias cambiaban. Tras una serie de cuestionamientos internacionales y detenciones arbitrarias realizadas por el régimen de Maduro, la izquierda abertzale comenzó a tener dudas sobre su victoria. El mismo Arnaldo Otegi exigió lindeza en el proceso electoral, pidiendo a Maduro que mostrase «las actas» para confirmar que efectivamente ganó de manera ‘limpia’. Esta postura marcó un contraste notable con la reacción inicial de su formación justo después del cierre de las elecciones, cuando la diputada Fullaondo calificó de ‘limpia, transparente y pacífica’ la victoria de Maduro.
Diana Urrea, compañera de delegación de EH Bildu, no tardó en felicitar al presidente, una felicitación que completó Eneko Compains, miembro de Sortu y antiguo integrante de ETA. Más adelante, el dirigente de Sortu, Arkaitz Rodríguez, aplaudió lo que consideró una “victoria significativa” supuestamente lograda por Maduro, a quien le expresó su más calurosa enhorabuena. EH Bildu, a través de las redes sociales, indicó que el pueblo de Venezuela había apoyado a Maduro de manera contundente.
Con la reciente captura de dos jóvenes vascos en Venezuela, acusados de estar vinculados al CNI y de formar parte de un complot contra Maduro, EH Bildu pareció renunciar a su anterior apoyo irrestricto al líder chavista. Oscar Matute, portavoz de EH Bildu, demandó pruebas a Venezuela sobre las acusaciones y pidió que se garantice asistencia jurídica a los detenidos y puedan comunicarse con sus familias.
El reconocimiento del Congreso de los Diputados de Edmundo González como el presidente electo de Venezuela no generó respuestas enfurecidas por parte de Bildu. Arnaldo Otegi percibió esto como una injerencia, pero su portavoz en el Congreso opinó ayer que dar acogida a González en España podría ayudar a normalizar la situación en Venezuela.
Incluso el PNV destacó el replanteamiento de EH Bildu. Itxaso Atutxa, presidenta del partido en Bizkaia, enfatizó este cambio de posición y celebró el enfoque “inusual” de la coalición abertzale.
El apoyo de EH Bildu hacia Venezuela sigue presente. El 8 de agosto pasado, la coalición respaldaba un evento en Bilbao en honor a Maduro, donde la cónsul general de Venezuela, Glenna Cabello, hermana de Diosdado Cabello, figura prominente del Gobierno chavista, estaba presente. El evento, que tuvo lugar ante la estatua de Simón Bolívar en la plaza del mismo nombre donse se encuentra la sede de EH Bildu, estaba lleno de banderas, lemas en contra de la «intromisión en Venezuela» y del «fascismo» en el país, y camisetas rojas que simbolizaban el respaldo al régimen.
Por mucho tiempo, linkage entre la izquierda abertzale y Venezuela ha existido. Venezuela ha sido uno de los países que ha recibido y protegido a miembros de ETA buscando refugio contra la justicia española. El último miembro de ETA visto en Venezuela fue Iñaki De Juana Chaos. Posteriormente fugitivo en Irlanda, terminó en Venezuela, donde regentaba una licorería, tal como informó El Mundo en el 2015.
Sin embargo, él no es el único miembro de ETA que ha buscado refugio en Venezuela. Pedro Viles, también conocido como ‘Kepa’, y Begoña Trasviña son otros dos etarras deportados en Venezuela. En el 2010, Cuba cambió su política refugiando miembros de ETA y comenzó a reclamar la aprobación de la embajada española para que estos pudieran abandonar la isla, solo siendo posible si los crímenes que se les atribuían habían prescrito. Este cambio llevó a Elena Bárcena, José Ignacio Etxarte y Javier Pérez Lekue a intentar escapar a Venezuela.
En 2011, un trío de integrantes de ETA, agotados por las restricciones del gobierno cubano que les impedían salir del país, planearon una fuga en barco hacia Venezuela. Sin embargo, su embarcación quedó varada y, tras el rescate, fueron devueltos a Cuba. La fuerte conexión y la concordancia entre Venezuela y la izquierda abertzale se han manifestado en varias ocasiones, incluso con la participación de la cónsul Glenna Diosdado en eventos como la Korrika, que goza de un amplio apoyo de la izquierda abertzale, así como en otras actividades que han contado con la presencia de representantes de dicho movimiento político.
