Mohamed Bachir, un saharaui en sus años mozos, ha pasado las últimas tres semanas detenido en el aeropuerto de Barajas. Su destino está marcado: Casablanca, este domingo en avión. En cuatro ocasiones distintas, el Ministerio del Interior ha negado su petición de asilo internacional, a pesar de asignarle un intérprete marroquí.
Ignoraron así el consejo de la figura del Defensor del Pueblo y las afirmaciones de que su testimonio había sido manipulado por el traductor. Informantes de su equipo legal le dijeron a El Independiente que el Ministerio del Interior también desestimó la anulación de su caso, a pesar de que se le asignó un intérprete de dariya, el dialecto marroquí.
Este último además modificó su testimonio, algo que Bachir no aceptó y denunció como alteración. Todas las posibilidades legales ya se han agotado. Bachir, periodista de 29 años y licenciado en derecho, tiene prevista su deportación este domingo en avión hacia Casablanca, a pesar del claro riesgo de encontrar represión por parte de las autoridades marroquíes. Esto ocurre en un clima de creciente acoso contra los saharauis de los territorios ocupados del Sáhara. Próximamente, se espera que un número cercano a 40 saharauis lleguen a Barajas, muchos de los cuales probablemente seguirán retenidos en la sala de inadmitidos, y podrían afrontar deportaciones similares a la de Bachir. Hasta la fecha, el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska ha decidido no dar seguimiento a la recomendación de asignar un intérprete de hasanía -el dialecto árabe saharaui- a quienes soliciten asilo saharaui.
Francisco Fernández Marugán, quien fue el Defensor del Pueblo desde 2017 hasta 2021 antes de que Ángel Gabilondo asumiera el cargo, propuso una resolución a la oficina de Política Interior del departamento del Interior. Sugirió que al tratar las solicitudes de asilo de los saharauis en las fronteras, se haga uso de intérpretes de hasanía en lugar de los marroquíes para evitar conflictos. Aseguró que no era necesario explicar más la tensión entre el Sáhara Occidental y Marruecos. Fernández Marugán destacó la significancia de la entrevista en el proceso de asilo, especialmente si los solicitantes no tienen documentación. Explicó la necesidad de un clima de confianza para facilitar la narración del solicitante, lo cual no ocurre con un intérprete del país que está en conflicto con el asilado. Sin embargo, las autoridades del Interior han rechazado dar razones de por qué no se ha aplicado la recomendación del Defensor del Pueblo. Fernández Marugán mencionó que contratar a personas que, por su nacionalidad, cause incomodidad o animosidad en el solicitante va en contra de la lógica y no es beneficioso, teniendo en cuenta la tensión entre los países involucrados.
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