El próximo lunes, Sumar presentará las directrices fundamentales de su propuesta para los presupuestos generales de 2025. La discusión entre los asociados de la coalición gubernamental empezará la misma semana, en torno a unos presupuestos que probablemente sean rechazados por el Congreso de los Diputados, resultando en una nueva extensión presupuestaria.
Aunque parece un esfuerzo condenado al desaliento, a diferencia de los presupuestos para 2024 que no se presentaron al parlamento, esta vez el gobierno de coalición está decidido a llevar los de 2025 al Palacio de la Carrera de San Jerónimo, incluso si Junts parece retirarse de la mayoría y amenaza con rechazar la vía de estabilidad.
Las personas cercanas a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, buscan evitar la posibilidad grave de no tener presupuesto para el próximo año. La delicada situación política del Gobierno, demostrada esta semana con el apoyo del PNV junto con el PP, Vox, UPN y Coalición Canaria al reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela, más considerado simbólico que real, obliga a Pedro Sánchez a recordar que tiene una legislatura delicada.
Cambios en el equipo de negociación.
Pese a las dificultades, la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y los delegados de Sumar tendrán una reunión para discutir el anteproyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) la próxima semana, tal como confirmaron fuentes laborales. Se anticipa que se presentarán propuestas «expansivas». Sumar será personificado por Ernest Urtasun, Ministro de Cultura, y Joaquín Pérez Rey, Secretario de Estado y brazo derecho de Díaz en el Ministerio. Sus antecesores, Josep Vendrell, ex jefe de personal de Díaz, y Nacho Álvarez, ex Secretario de Estado de Políticas Sociales, manejaron estas negociaciones previamente. Antes de la reunión, Urtasun brindará detalles sobre el planteamiento de Sumar en la prensa usual de los lunes.
No obstante, muchos dudan que Sánchez pueda implementar los Presupuestos, previendo otra prórroga. Esta percepción proviene de las declaraciones anteriores del Primer Ministro, que afirmó que gobernaría incluso sin la participación del poder legislativo.
Un día menos de pleno en el Congreso
Esto indica que Sánchez está decidido a mantener su poder incluso sin los presupuestos para 2025 y con una capacidad extremadamente limitada para maniobrar en el Congreso, encaminando al gobierno hacia un período legislativo pobre en leyes debido a las serias dificultades para formar mayorías parlamentarias. Como prueba, este jueves y el próximo, no habrá sesión completa en la Cámara Baja, a pesar de que acaba de comenzar el curso político. La baja producción legislativa ha permitido que los habituales tres días de debate se reduzcan a dos.
Mientras Pedro Sánchez puede permitirse ser paciente, la vicepresidenta segunda se encuentra en la necesidad de demostrar su capacidad de gestión. Por esto, renunció al liderazgo de Sumar para concentrarse exclusivamente en su labor ministerial, donde se siente más cómoda que enfrentándose a los desacuerdos internos de Sumar. Su principal iniciativa consiste en reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales y reformar el Estatuto de los Trabajadores, aunque encuentra resistencia considerable en la aritmética parlamentaria.
Según el artículo 134.3 de la Constitución, la presentación anual de los presupuestos es un deber constitucional. «El Gobierno -dice el artículo- presentará a la cámara baja los presupuestos del Estado al menos tres meses antes del final del presupuesto del año anterior». A pesar de esto, varios gobiernos, tanto del PSOE como del PP, han ignorado este plazo debido a diversas circunstancias políticas y sociales. Sánchez es, sin duda, el líder que más ha convivido con la prorrogación presupuestaria.
2025 sería el cuarto año consecutivo sin presupuestos durante los gobiernos de Sánchez.
Los últimos presupuestos heredados del popular Cristóbal Montoro en 2018 fueron puestos en vigor en 2019 y 2020. Montoro trabajó incansablemente para que estos fueran aprobados. Fue en aquel entonces cuando Sánchez, aún en la oposición, declaró que «el presidente debería considerar que un Gobierno no puede gobernar sin presupuestos porque carece de facultades para hacer nada. La cuestión es si verdaderamente necesitamos un Gobierno que no tiene presupuestos y, por ende, carece de las facultades para hacer nada».
El socialista optó por no proponer presupuestos para el año 2024 una vez se anunciaron las elecciones en Cataluña. El Ministerio dirigido por María Jesús Montero ni siquiera se dio a la tarea de elaborar un borrador, aun sabiendo que su puesta en marcha estaba destinada al fracaso. Las declaraciones de Sánchez fueron criticadas tanto por los miembros del Consorcio Sumar como por aquellos que respaldan al gobierno en el Parlamento. Comparten la opinión de Podemos, al considerar que «no es más que una estrategia para responsabilizar a otros si los presupuestos retornan a su punto de inicio».
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