José Félix Tezanos, jefe del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), compareció ante la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados en respuesta a una solicitud del Partido Popular presentada en marzo. Fue citado para abordar cuestionamientos sobre su dirección, que han surgido en medio de la formación de una comisión de investigación del Partido Popular en el Senado, su objetivo: examinar las operaciones del CIS bajo su liderazgo.
El grupo encabezado por Alberto Núñez Feijóo ha alegado que ha habido un «sectarismo manifiesto» dentro de la entidad desde que Tezanos asumió como director en 2018.
En respuesta a estas afirmaciones, antes de que los representantes parlamentarios tuvieran la oportunidad de hablar, Tezanos rechazó la idea de que el CIS estuviera perdiendo prestigio.
A su llegada al parlamento, se mostraba dispuesto a discutir y aclarar la situación del centro de investigación. Destacó la «importancia crucial» del momento, dada la «inestabilidad de la opinión pública». Tezanos sostuvo que el CIS «no ha perdido su reputación», argumentando que «no hay evidencia de ello», y que el descontento con los resultados que el centro puede publicar esporádicamente, no significa que el instituto esté desacreditado, refiriéndose específicamente a las críticas del Partido Popular.
En el sector en el que se ha desempeñado durante muchos años, ha notado ciertas características en algunas personas. Las atribuye al eco y la atención de los medios a las «buenas noticias», por lo general, temas fuera del ámbito político. Identificó áreas clave como la vida diaria, la salud, el consumo, la economía, e incluso la infancia. Por estas razones, arguye que el Partido Popular puede estar trabajando para desacreditarse, una tarea que todavía tiene que recorrer un largo camino.
En cuanto a los métodos utilizados para las mediciones electorales, ante las acusaciones de distracciones constantes hacia los partidos de izquierda, en particular el PSOE, Tezanos señaló que el «CIS no realiza predicciones porque no somos adivinos». Optó por referirse a ellas como «estimaciones». Justifica posibles desajustes en las métricas debido a cambios en los comportamientos electorales, los cuales ahora son muy difíciles de prever. Declaró que «Hace 15 o 20 años existía una fidelidad clara hacia dos partidos principales. Hoy en día, las decisiones se toman en el último minuto», y también recordó que el último sondeo previo a las elecciones realizado por la institución se realiza «diez días antes». Esto podría dar lugar a posibles distorsiones debido a «electores que son libres».
El individuo indicó a los errores con un margen de 3,2 puntos en las encuestas que realiza, a menudo con muestras de menos de 4.000 entrevistas. Destacó estas limitaciones como una justificación de cierto «fetichismo» que no permite exactitud. Tezanos, por su parte, subrayó que desde 2018 sólo ha tenido tres equivocaciones en las predicciones. En las votaciones de Castilla y León de 2022, calculó que el PSOE ganaría por un mínimo margen al PP, pero el partido popular venció por aproximadamente 1200 votos. Con los datos de las elecciones autonómicas en Baleares de 2023, anticipó una victoria socialista cuando en realidad fue el PP quien ganó. Más recientemente, cometió el mismo error en las elecciones europeas de junio.
Refutó críticas, señalando titulares de periódicos que hablan de su «éxito» o baja desviación, entre ellos, su pronóstico casi preciso en las elecciones generales de abril 2019. Negando la exageración de la izquierda o del PSOE, reivindicó que solo ha habido «décimas» de desviación en las últimas elecciones generales. Asimismo, minimizó la influencia que sus encuestas podrían tener en la opinión pública y en el voto. Según datos post-electorales, destacó que entre el 8% y el 9% de los participantes admitieron haber sido influenciados por sus sondeos, y menos del 15% decidió cambiar su voto.
