El Partido Nacionalista Vasco (PNV) se encontró casualmente con el Partido Popular (PP) en el Congreso de los Diputados durante el primer debate de la sesión plenaria. Se discutió el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela tras las elecciones del 28 de julio, a solicitud del PP.
Ambas formaciones políticas certificaron esta coincidencia, aunque el PNV considera este hecho como una coincidencia, no un acercamiento al PP.
Este miércoles, tanto el PNV como el PP evidenciarán su posición con un voto favorable a la propuesta durante una nueva sesión en la que todas las propuestas se debaten en conjunto.
Esta iniciativa también contará con el apoyo de Vox, Coalición Canaria y UPN, quienes también respaldan a la oposición venezolana liderada por la política suspendida María Corina Machado.
La influencia de la oposición venezolana ha sido determinante en la definición de la decisión del PNV, tras semanas de incertidumbre. Sin embargo, aseguran que este gesto no debe interpretarse como un acercamiento a Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, quien ha estado intentando acercarse a los vascos desde el año pasado.
Fuentes cercanas al PNV indican que ni el partido Génova ni ninguno de sus principales representantes han influido en su decisión de votar positivamente a la propuesta del PP. Subrayan que no ha existido ninguna interacción entre los grupos políticos al respecto. La decisión del PNV se atribuye a las «recientes» conversaciones con representantes de la oposición venezolana, aunque no se han mencionado nombres específicos. Esta postura del PNV se alinea con la de Vox, que a pesar de no haber negociado explícitamente con el PP, se han reafirmado en su compromiso con la oposición venezolana.
«Fuentes cercanas al partido de Santiago Abascal indican que se les solicita asiduamente a votar a favor, evidenciando así la creciente influencia del círculo próximo a Machado. Por su parte, los miembros del Partido Popular refutan tales afirmaciones. Y, aunque no se especifica si ha habido un diálogo concreto sobre esta propuesta no vinculante, solo política, los contactos nacionales del partido mantienen que dialogan con todos los partidos excepto con EH Bildu, sin delimitar si esta afirmación es válida en este contexto también. A pesar de la similitud, el PNV se distancia del PP en este tema. Su representante en el parlamento, Esteban, expuso las razones durante una conferencia de prensa en el Congreso de los Diputados. «Vamos a estar siempre en contra de la represión, la dictadura, la falta de transparencia y de Maduro, al que no se le puede ceder ni una pulgada». Sin embargo, Esteban señala que, a su juicio, el PP está aprovechando la situación política en Venezuela para fortalecer su confrontación con el gobierno actual. Instó a otros a entender «las circunstancias» y «a manejar la situación», a fin de evitar excesos de retórica y devastar líneas de acción insensatas con una mirada más centrada en la política interna que en la lucha por la democracia en Venezuela. Estas observaciones se reiteraron durante el debate parlamentario de la tarde. Entiende, de hecho, la postura del PSOE, que previene el reconocimiento a González Urrutia hasta que las actas no hayan sido públicamente expuestas, ya que «podría comprometer el papel de mediador de España, que ha demostrado ser efectivo en proporcionar asilo» al líder de la oposición.
Previo a la sesión plenaria, representantes del Partido Nacionalista Vasco (PNV) mostraron preocupación por el posible tono que Cayetana Álvarez de Toledo, sub-portavoz del Partido Popular en el Congreso, podría usar al abordar un tema serio y de naturaleza internacional. Álvarez de Toledo es una figura fuertemente conservadora dentro del PP, recuperada por Feijóo para esta era parlamentaria. Sus posturas contrarias a nacionalismos han distanciado al PNV de esta facción del partido. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, parecía anticipar esta crítica, mencionado previamente que algunas personas se especializan en ser torpes y en interrumpir el flujo natural de los eventos.
Durante el debate, Álvarez de Toledo criticó al gobierno y a sus aliados de izquierda, y expresó agradecimiento a los partidos que respaldarían la votación. Esto se puede interpretar como una llamada de atención a su propio partido o como un deseo de posicionarse en la misma línea negativa que el PSOE.
A diferencia de Junts, que señaló que no apoyaría temas importantes como el presupuesto y propone presionar al gobierno mediante alianzas con el PP, el PNV mantiene su compromiso con la mayoría en el bloque de investidura. Fuentes parlamentarias del PSOE confirmaron esto, justificándolo por la postura histórica del PNV hacia la democracia en Venezuela.
La fidelidad del PNV es considerada cierta por varias razones, entre ellas los compromisos adquiridos en el pacto de investidura y su exigencia de que estos se concreten.
De forma reciente, la población vasca ha traído a la memoria el periodo establecido de dos años para implementar el Estatuto de Gernika, que dispone de más de veinte asuntos aún pendientes de otorgarse. Entre dichos asuntos, solicitan que se les otorgue control sobre el sistema económico de la Seguridad Social. Adicionalmente, buscan progresar hacia el derecho a decidir, según informa este medio. Otro motivo relevante es la relación construida desde 2018 luego de la moción de descontento hacia Mariano Rajoy, a pesar de la disposición anterior de aprobar sus presupuestos días previos. El alejamiento de los miembros del Partido Popular originó un acercamiento con el PSOE, que se fortaleció con la renovación del pacto de coalición autonómica vasca, sucedida este año por tercera vez consecutiva. La convergencia entre Génova y Sabin Etxea está pasando por un momento crítico. En tercer lugar, a diferencia de otros grupos que apoyan la petición sobre González Urrutia, existe la voluntad de proceder con nuevos presupuestos, a pesar de las dificultades. Hacen hincapié en la necesidad de su aprobación en contraposición al Partido Popular, que, como ha señalado su responsable económico en una entrevista para El Independiente, se concentra en su propuesta alternativa cuando lleguen al Gobierno. Tal acción facilitará la alineación de los objetivos económicos de Euskadi. No obstante, desde el partido, su líder, Ortuzar, ha instado a «no exagerar» en caso de requerir una extensión de los presupuestos actuales. Finalmente, Vox tiene una posición diametralmente opuesta a la del PNV, a pesar de ser fundamental para el Partido Popular a la hora de estructurar sus mayorías, independientemente de las tensiones existentes. Tal situación, como ocurrió al rechazar la investidura de Feijóo en septiembre pasado, sigue siendo un problema. La postura sobre migración, percepciones del Estado o las relacionadas con los partidos nacionalistas e independentistas, que piden su ilegalización, justifican dicho rechazo.
Es importante subrayar que el Partido Popular (PP) todavía mantiene una estrecha dependencia de Vox a nivel municipal donde persisten sus alianzas. Simultáneamente, esta dependencia es claramente visible dentro del contexto autonómico para poder impulsar ciertas medidas. Recordemos que en julio, Feijóo comenzó a entablar conversaciones y a distanciarse ocasionalmente de los jeltzale en asuntos económicos, industriales y energéticos, dejando a Sánchez sin la ayuda de sus socios más posicionados a la izquierda. Además, con la negativa a incrementar los impuestos a los bancos y a las empresas energéticas, se plantea un nuevo obstáculo para la formación de los presupuestos de 2025.
La relación entre Génova y Sabin Etxea no pasa por su mejor etapa. La continua crítica al PNV por su rechazo a apoyar a Feijóo en la investidura no ha facilitado la construcción de los necesarios puentes de diálogo. De hecho, el perpetuo apoyo al PSOE despierta tensiones debido a la «subordinación» de los vascos a Sánchez, algo que no es bien recibido. Las disputas con el PNV se intensificaron cuando Miguel Tellado, portavoz parlamentario del PP, insinuó que los vascos estaban protegiendo a Sánchez y al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en un intento de eludir sus intervenciones sobre la postura del Gobierno respecto a Venezuela tras las polémicas elecciones. «Explíquenle a sus electores por qué no van a respaldar nuestra solicitud hoy. Les he dejado sin excusas», fue lo que Tellado dijo al diputado Mikel Legarda. Fuera de la reunión, Esteban criticó a X por el uso partidista de la situación en Venezuela. «No os importa nada. Solo buscáis crear conflictos dentro del bloque de Gobierno. Maduro es un dictador, pero vuestra solicitud de comparecencia no aporta nada», remarcó.
Esteban señaló la tensa relación entre los partidos políticos en respuesta a ciertos tweets, llamando «torpe» a quien los propone, esperando el apoyo del PNV en el futuro. Tellado, por su parte, actuó un día después desde San Sebastián. Durante un encuentro con Javier de Andrés, líder regional, declaró que no puede distinguirse al PNV de EH Bildu. Prosiguió afirmando la «dramática subordinación» del partido y afirmó «ellos son iguales, respaldan y votan lo mismo». Acusó al partido gobernante, el PSOE, de «alquilar» el PNV, dejando claro su falta de voluntad para establecer conexiones.
Este año, el PNV ha sido consistente en su apoyo a la mayoría de las propuestas de investidura, con algunas excepciones notables. Por ejemplo, se oponen a la iniciativa de Sumar para crear un sistema destinado a «mejorar» la información económica con los convenios colectivos provinciales y regionales. Además, se abstuvieron en permitir la implementación de exenciones fiscales a jóvenes menores de 34 años en sus primeros años de trabajo, junto a Junts. Sin embargo, Feijóo ve claramente la proximidad del partido en asuntos económicos.