Durante la actual discusión sobre financiamiento, Pedro Sánchez, líder del Gobierno, reveló el lunes en un evento de arranque político en el Instituto Cervantes, que se proporcionará «más recursos» a las regiones autónomas. Esto se considera un esfuerzo por minimizar el rechazo territorial en torno a la cuota catalana.
Al mismo tiempo, María Jesús Montero, su segunda al mando y ministra de Hacienda, respondía a preguntas en el Senado, instada por el Partido Popular, que tiene la mayoría. En otra parte de su discurso, Sánchez se comprometió a imponer cargas fiscales a aquellos con suficientes fondos en sus cuentas bancarias para vivir cientos de vidas, como una forma de proteger a los trabajadores de lo que considera un sistema excesivamente injusto: «Más transporte público y menos Lamborghinis», demandó.
En reacción a estas declaraciones, Santiago Abascal, líder de Vox, respondió de inmediato con un mensaje tajante. Haciendo un paralelismo con el adjetivo «puto amo» que el ministro de Transporte Óscar Puente utilizó para referirse a Sánchez en abril, cuando se cuestionaba su permanencia como líder del Gobierno después de una carta dirigida al público, Abascal aseveró que el presidente es un «puto ladrón». Este señalamiento está relacionado con los casos abiertos en el contexto del caso Koldo, contra Begoña Gómez, esposa de Sánchez, y su hermano, David Sánchez.
Abascal inició su discurso atacando al deshonesto y déspota, quien en lugar de oponerse a los lujos, como los Lamborghinis o los Falcon, persigue a los trabajadores que usan diésel y destruye a la clase media. Esto contradice lo defendido por Sánchez acerca de proteger a las clases más bajas. «En adición al robo cometido por su partido y su familia, está saqueando con impuestos lo que necesita para pagar sus sobornos, robándole el futuro a los españoles más vulnerables. En las filas de su partido, le apodan «el jefe absoluto», pero ha demostrado ser un vulgar ladrón de todos los españoles», reclamó.
Por otro lado, Vox, se caracteriza por su frecuente participación en litigios judiciales en varios ámbitos como un medio alternativo de actividad política. En la actualidad, se encuentra implicado en varios casos, junto con el PP en el entramado Koldo de la Audiencia Nacional y por su cuenta en la judicialización de supuesta corrupción en las transacciones e influencia de Gómez según la investigación del juez Juan Carlos Peinado. También han solicitado ser parte del caso del hermano de Sánchez, en Badajoz, por presunto cobro de sueldo público de la Diputación de la provincia y un inusitado aumento de su patrimonio a 1,7 millones que no justifica en sus declaraciones de impuestos.
Vox ha lanzado un ataque total contra el gobierno al inicio de este periodo. Sus críticas se dirigen a todos los aspectos gubernamentales, pero centrándose primordialmente en las concesiones otorgadas a los independentistas. Al igual que la amnistía en el periodo precedente, el tema del cupo catalán ocupará una gran parte de sus argumentos. Durante la intervención de Montero en el Senado, Ángel Pelayo Gordillo, portavoz de Vox, acusó a Montero de cumplir con las demandas fiscales de Cataluña, aprobadas por los 8.700 militantes de ERC, como condición para investir a Illa. Las críticas de Vox no solo se dirigen al PSOE, también están focalizadas en el PP, especialmente después de su fractura regional en seis gobiernos. Vox utiliza el problema de la inmigración como herramienta para desgastar al PP. Frente a un posible acercamiento para establacer un acuerdo con Canarias debido a la crisis migratoria, Abascal advierte que no aceptará pactos, como el presupuestario, con los líderes del PP.
