Categorías: Política
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5 septiembre, 2024 2:07 am

Es crucial entender por qué las fechas del congreso del PSOE son vitales para que Sánchez maneje áreas estratégicas

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Los datos ya están establecidos. El PSOE celebrará su 41º Congreso Federal en Sevilla, los días 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2024. No obstante, esta no es la única meta del extenso proceso de rejuvenecimiento interno que comenzará este sábado en el partido.

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Aún faltan por establecer las fechas completas, incluyendo las etapas que llevarán al cónclave federal y el plazo que Ferraz otorgará a las federaciones para celebrar sus congresos individuales. Esta segunda contienda, la de los territorios, es tan crucial como la primera en este momento.

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Pedro Sánchez tiene que determinar si intentará ganar federaciones claves, impulsando candidatos alineados con su visión. Castilla-La Mancha y Aragón, encabezadas por Emiliano García-Page y Javier Lambán, son objetivos principales, al igual que lo son los liderazgos de Andalucía, Madrid y Castilla y León. El control del calendario es esencial para estas batallas. Una rápida convocatoria de los procesos autonómicos haría más difícil la emergencia de candidatos alternativos a los actuales líderes. En última instancia, quienes decidirán con sus votos son los militantes en las primarias. La historia del PSOE ha demostrado que sus bases a veces se oponen a la presión de sus líderes. Esto se evidenció en 2017, cuando Sánchez venció a Susana Díaz a pesar del apoyo total del aparato socialista a ésta. Esta victoria en las primarias, contra todo pronóstico, le entregó una fuerte defensa. Sin embargo, fue su llegada a la Moncloa en 2018 y sus triunfos en las elecciones de 2019 -dos generales y las autonómicas, municipales y europeas- las que le brindaron una completa protección.

En un contexto de calma y júbilo interno, se llevó a cabo la administración de la crisis sanitaria con bastante éxito. Este ambiente de triunfo influenció el 40º Congreso Federal de los socialistas de Valencia que se realizó durante los días 15, 16 y 17 de octubre de 2021, exactamente hace tres años atrás. El comité federal que se reunirá este sábado tiene la responsabilidad de establecer un calendario interno junto con una fecha límite para la realización de los congresos en distintas regiones, los cuales deben efectuarse en menos de 90 días.

El comité federal que convocó a ese encuentro importante se llevó a cabo el 3 de julio de 2021, durante el cual se estableció que los congresos de las autonomías debían concluir a más tardar el 19 de diciembre de 2021, es decir, «en un plazo inferior a los 90 días previstos» según los estatutos. Además, se especificó que los procesos de renovación en el ámbito provincial, insular, municipal y de distrito se debían finalizar antes del 30 de abril de 2022, según el reglamento. Es esta guía la que el comité federal del PSOE planea aprobar este sábado.

Este órgano supremo tiene la tarea de convocar formalmente al 41º Congreso el cual, a menos que haya cambios adicionales, se planea realizar en las fechas del 29 y 30 de noviembre, y 1 de diciembre. Esto viene luego de que la propuesta inicial de la ejecutiva del lunes, que propuso las fechas 15, 16 y 17 de noviembre, tuvo que ser modificada después de las 20 horas «por asuntos de logística», ya que en Sevilla, no había locales disponibles con una capacidad mayor a 2000 personas. También es importante destacar que la fecha inicial propuesta podía causar conflicto con la XXIX Cumbre Iberoamericana en Ecuador (del 12 al 15 de noviembre) y con el G-20 en Brasil (18 y 19). Pero el comité tiene que acordar también una fecha límite para el final de los congresos regionales.

De acuerdo con la segunda enmienda adicional de los actuales estatutos, los comités regionales del PSOE están obligados a convocar sus cónclaves, que «deberán llevarse a cabo después del congreso federal, en un período no mayor a 90 días». Se espera que el patrón de 2021 se mantenga, permitiendo a las autoridades regionales convocar sus congresos tan pronto como concluya la reunión del próximo sábado. Según informan fuentes regionales consultadas por este medio, es probable que se replique el patrón del año pasado. Esto significa que tan pronto como se apruebe el proceso de renovación interna este sábado, las autoridades regionales podrán convocar sus congresos a su conveniencia, respetando la fecha límite establecida por el comité federal. Existe una alternativa, en la que Ferraz exija que los congresos sólo se realicen una vez finalizado el congreso federal de finales de noviembre. Esta última opción daría más tiempo para la preparación de candidatos alternativos. No es lo mismo que un congreso regional se realice justo después del congreso federal que hasta tres meses más tarde. La oportunidad: un año y medio sin elecciones. La estrategia también juega un papel importante aquí. Como señalan líderes de federaciones más distantes de Ferraz que se sienten amenazadas, lo más lógico en estos casos es que los barones opten por celebrar sus congresos inmediatamente después del federal, para hacer lo más difícil posible que las candidaturas promovidas por Ferraz echen raíces. Otras autoridades, no obstante, aún no han tomado una decisión o prefieren no pronunciarse. Todavía es temprano para hacer estimaciones.

Hasta hace una semana, el partido político no había contemplado que Sánchez aceleraría la celebración del congreso con un año de antelación, con dos fines claros: reforzar sus defensas internas contra las críticas que han surgido tras el pacto de PSC y ERC, y establecer nuevos liderazgos territoriales aprovechando el momento actual sin elecciones a la vista. Las primeras elecciones que se celebrarían serían las de Castilla y León y Andalucía en febrero y junio de 2026, siempre y cuando no se adelanten. Parece ser que la candidata más plausible que se presentará por Aragón bajo el auspicio de Ferraz será la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. La situación parece ser favorable para ella, dada la fragilidad de los seguidores de Lambán después de perder el gobierno regional. Ahora, Sánchez tiene que determinar qué contiendas territoriales vale la pena afrontar, siendo la más evidente la de Aragón. Lambán ya indicó que no persigue un nuevo mandato y, tras perder el gobierno regional debido a la debacle socialista de mayo 2023, tanto él como sus seguidores están debilitados. Parece ser que la candidata promovida por Ferraz sería Pilar Alegría, que contará desde el principio con el respaldo de Huesca, provincia más alineada con Sánchez. Sin embargo, los seguidores de Lambán planean oponerse para evitar que la ministra tome las riendas de la federación aragonesa. De manera provisional, los números parecen más favorables para el presidente del Gobierno. En cambio, Castilla-La Mancha representa un desafío mayor para Sánchez. García-Page sigue siendo el presidente autonómico con mayoría absoluta – el único en el PSOE, de hecho – y tiene presuntamente el control de su federación, aunque sus críticos advierten que no es completo.

El desacuerdo completo entre Page y Ferraz fue confirmado por Sánchez durante su discurso de cierre de año en Moncloa el pasado julio, afirmando que «sería noticia si él diera una conferencia de prensa en apoyo al Gobierno de España». Sin embargo, la dirección aún no ha revelado si impulsará una candidatura opuesta, una medida que podría no ganar, pero debilitaría sin duda al líder de la Junta. Adrián Barbón, el presidente de Asturias, aunque una figura prominente en el grupo de Sánchez, ha expresado sus discrepancias con la «financiación especial» para Cataluña. No obstante, se espera que continúe en su puesto, al igual que la otra líder socialista, María Chivite de Navarra, que ha estado al frente de su federación desde 2014. En Andalucía, persisten las dudas sobre si la dirección mantendrá su confianza en Espadas, un fuerte defensor de la línea federal, pero cuestionado en su propia región. Por otro lado, Madrid y Andalucía han sido focos de preocupación constante para Sánchez durante los últimos meses. De hecho, tras las elecciones europeas, recalcó la dificultad de equilibrar la ventaja del PP en ambas comunidades, a pesar del aplastante éxito del PSC en Cataluña. Sánchez es consciente de que necesita recuperar al menos su bastión andaluz para mantenerse en Moncloa, lo que arroja dudas sobre si seguirá confiando en Juan Espadas, quien se impuso a Susana Díaz en las primarias autonómicas de 2021, o apostará por alguien nuevo; este último se alinea con Ferraz y aunque no ha criticado la financiación especial de Cataluña, se duda de él internamente y la dirección del partido lo sabe.

Es improbable que María Jesús Montero, vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, sea la candidata en las elecciones autonómicas de 2026. Esta propuesta ha perdido viabilidad, ya que todos dentro del partido reconocen que sus posibilidades se han visto mermadas tras el pacto entre PSC y ERC. La razón subyace en su persistente oposición al modelo de concierto para Cataluña, una postura que la hace vulnerable ante el PP de Juanma Moreno.

Por otro lado, la relación entre Ferraz Tudanca y el líder del PSOE-M, Juan Lobato, se halla en un estado de tensión. Algunos líderes del partido creen que Sánchez buscará un sucesor en una federación que siempre ha considerado importante, la suya propia. La sucesión no está clara, una opción podría ser el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, quien ya fue rival de Lobato en las primarias regionales del 2021. No obstante, también se considera la posibilidad de un candidato incondicionalmente leal a Sánchez, como el ministro Félix Bolaños —una figura de confianza en el gobierno— o Fran Martín, quien ha adquirido mayor notoriedad por sus enérgicas confrontaciones con Isabel Díaz Ayuso.

La gestión de la federación de Madrid siempre ha sido compleja y tumultuosa, y se ha visto lastrada por tres décadas sin control del poder regional, lo que ha llevado a la dirección de Sánchez a considerar que no se puede desgastar líderes cada cuatro años. Lobato ha expresado su desacuerdo con algunas decisiones del gobierno.

En este mismo contexto, es incierto si se impulsará el reemplazo de Lobato en la conflictiva federación de Madrid. Por su parte, desde el 2014, Castilla y León es gobernada por Luis Tudanca. A pesar de haber sido uno de los principales aliados de Sánchez, la relación con Ferraz y especialmente con Santos Cerdán, secretario de Organización, se ha deteriorado.

Triunfó en las elecciones de 2019, sin embargo, no logró asumir el poder debido a la coalición entre PP y Ciudadanos, mantenía ciertas expectativas para 2022, pero no logró usurpar la Junta de los populares. Un cambio es necesario según algunas autoridades luego de un periodo de 10 años, no obstante, aquellos cercanos a Tudanca afirman tener la federación bajo control y que los apoyos están asegurados en caso de que decidiera postularse para otro mandato. Tudanca, como líder de Castilla y León, ha sostenido fuertes enfrentamientos con la cúpula en tiempos recientes. La reforma de sedición y malversación y ahora, el concierto catalán. Otros enfrentamientos territoriales son secundarios. En Extremadura no se espera un cambio después de la victoria de Miguel Ángel Gallardo en las primarias regionales en marzo, derrotando a Lara Garlito, quien estaba más cercana a Ferraz. La federación debe celebrar su congreso ordinario, pero no se anticipan cambios. Lo mismo sucede con el PSPV, que en marzo nombró a la ministra Diana Morant como su nueva secretaria general. En La Rioja, la ex-presidenta Concha Andreu probablemente cederá su lugar. En Canarias y Baleares, el titular de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y la presidenta del Congreso, Francina Armengol, podrían buscar la reelección, sin embargo aún no han confirmado sus planes. En Extremadura, Valencia y Galicia, ya se celebraron los congresos regionales extraordinarios en primavera. Deben anticipar los congresos regulares En Cantabria, que hasta el año pasado era vicepresidida por el PSOE, su actual líder, Pablo Zuloaga, planea continuar. En Euskadi, no hay duda sobre Eneko Andueza, elegido líder del PSE en 2021 y fortalecido por el crecimiento de su partido en las elecciones autonómicas de marzo pasado.

Aún aturdida por las pasadas elecciones regionales de febrero, Galicia nombró a José Ramón Gómez Besteiro, el anterior candidato electoral y exlíder del PSdeG, como jefe del partido en abril. El lunes, Sánchez informó a su ejecutiva de su intención de postularse nuevamente para el cargo de Secretario General, lo que no resultó sorpresivo tras su decisión de retomar su papel «con más energía» después de cinco días de reflexión. Conforme a lo señalado por El País, Sánchez aspira a unificar el discurso partidario en vista de las recientes críticas al modelo financiero para Cataluña. Según un miembro de la dirección, Sánchez busca unificar las posturas políticas, permitiendo divergencias pero asegurando que todos sigan la misma línea tras el congreso federal. Esto es, procura minimizar los desacuerdos en la medida de lo posible y sofocar el descontento interno, todo para incrementar su dominio en el partido. La dirección alienta a los barones a expresar su descontento con Sánchez, el presidente, durante el comité o el congreso federal. Sánchez, quien reconoció la necesidad de una mejor explicación de la «financiación singular», tendrá la oportunidad de hacerlo durante el comité federal del sábado y en su discurso inaugural del año político este miércoles en el Instituto Cervantes. En efecto, los líderes urgen a los barones críticos a aprovechar la reunión del próximo 7 de septiembre y la asamblea de finales de noviembre para presentar su propuesta de reforma financiera.

Esther Peña, la portavoz de la ejecutiva, instó este lunes a los presidentes autonómicos, incluyendo aquellos del PSOE, a demostrar su coraje al hacer su presentación. Este comentario inició un disgusto con García-Page, como su administración recordaba que desde enero de 2022 habían ofrecido a Hacienda una propuesta para establecer un fondo dedicado a la despoblación. Todavía se sienten las tensiones, y aunque en Ferraz piensan que algunos de los líderes regionales se han retraído, el sábado se comprobará si las tensiones internas han disminuido.

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