José Luis Ábalos, que fue uno de los principales líderes del PSOE hasta julio de 2021 y ministro de Transportes, podría pronto convertirse en el principal obstáculo para Pedro Sánchez, a quien contribuyó a conseguir la secretaría general del partido después de su destitución en octubre de 2016.
Hablando con El Independiente y otros medios, el exministro y actual diputado del Grupo Mixto, se siente profundamente herido por la realización de una auditoría interna solicitada por su sucesor en Transportes, Oscar Puente. Esta auditoría le responsabiliza de los excesos ocurridos en 2020 en la adquisición de mascarillas por parte de Puertos del Estado y Adif.
El magistrado que lleva el caso ‘Koldo’, Ismael Moreno, ha pedido este informe que, según fuentes, conducirá inevitablemente a la acusación de Ábalos, lo que, debido a su inmunidad por ser diputado, trasladará el caso al Tribunal Supremo.
Ábalos se ha vuelto como un barril de pólvora. Solo un acuerdo con Sánchez, que no parece probable, evitaría un conflicto total.
Ábalos considera que la auditoría es un ataque inaceptable, ya que ha guardado silencio prudente no solo después de su sorpresiva salida del gobierno en julio de 2021, sino también después de ser expulsado del PSOE el 27 de febrero de este año, lo que le obligó a unirse al Grupo Mixto. Aun así, Ábalos ha apoyado todas las propuestas de su antiguo partido. Sin embargo, ahora dice que votará siguiendo su «conciencia» y ha centrado su atención en el nuevo sistema de financiación de Cataluña, acordado por el PSC y el ERC para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Y eso solo es el principio.
Ante la debilidad gubernamental, el sufragio de Ábalos podría ser esencial en ciertas votaciones. Adicionalmente, el antiguo administrador es posiblemente el único, aparte del mismo Sánchez, que tiene el conocimiento real de lo sucedido con la arribo a Barajas de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en enero de 2020, un incidente sin resolver y en el que el ex ministro generó diversas explicaciones, a veces contradictorias.
Aparte de este incidente complicado, Ábalos está familiarizado con todo lo que Sánchez hizo para reiniciar su dominio en el PSOE, los detalles de su ‘manual de resistencia’.
¿Cómo es factible que Puente haya puesto a Ábalos al filo del precipicio, sabiendo que él podría reaccionar?
Ábalos responde a esta interrogante mencionando el «temperamento impulsivo» de su reemplazo. Es notorio que Puente tiende a actuar de manera apresurada algunas veces, pero en este contexto esa justificación es inadecuada.
Como punto inicial, Sánchez designó a Puente como reemplazo de Ábalos cuando ya había llegado a la Moncloa, a través del Ministerio del Interior, sobre la investigación que estaba siendo realizada por la UCO.
Las fechas hablan por sí mismas. El 21 de febrero de este año, el juez de la Audiencia Nacional ordenó la detención de Koldo García Izaguirre (Koldo), asistente y hombre de plena confianza del ministro; el 27 de febrero, el partido anunció la expulsión de Ábalos, señalándolo ‘responsable político’ del escándalo, ese mismo día, Puente le pide a la jefa de gabinete del subsecretario de Transporte que realice una auditoría interna que se hizo pública a finales de agosto. Nada es coincidencia.
Dos inspectoras participaron en la auditoría y tuvieron la cooperación de tres altos funcionarios del Ministerio. Durante cinco intensos meses se inspeccionaron emails, se revisaron diferentes documentos y se realizaron muchas entrevistas a los involucrados en la adquisición de mascarillas en marzo de 2020. Fue un esfuerzo detallado en el que Aldama, quien hizo una fortuna de 5 millones a través de la transacción de mascarillas, es reconocido en Venezuela como el encargado de gestionar el dinero de Delcy en España.
Al leer en profundidad el informe, se evidencia la ausencia de supervisión y la arbitrariedad presentes en aquellos días. La última palabra residía en el despacho del ministro, quien firmaba finalmente las órdenes. Las inspectoras destacan un hecho significativo para demostrar lo absurdo de la administración: el ministro Ábalos duplicó la orden de compra de mascarillas de 4 a 8 millones… ¡en tan solo 38 minutos! A esto se suma un Koldo descontrolado, impartiendo órdenes verbales incluso desde el aeropuerto de Barajas, y llevándose 25.000 mascarillas al Ministerio, donde fueron custodiadas por el subteniente de la Guardia Civil, José Luis Rodríguez, también acusado, y luego sacadas sin rendir cuentas a nadie.
Compraron 13 millones de mascarillas por 32,5 millones de euros a través de los organismos Puertos del Estado y Adif. Ignoraron ofertas más económicas. Incluso eligieron al distribuidor de las mascarillas de manera favoritista.
El beneficiario de todo esto, una empresa llamada Soluciones de Gestión, que no tenía ninguna experiencia en el sector. ¿Por qué se seleccionó esta compañía?
El reporte de la auditoría no responde a ciertas interrogantes. Sin embargo, hallamos la respuesta en un informe distinto emitido por la Agencia Tributaria el 22 de enero de este año, que examina a aquellos que se lucraron enormemente. El escenario que se describe es desalentador.
Según la Agencia Tributaria, detrás de Soluciones de Gestión se ocultan Víctor de Aldama y Juan Carlos Cueto. Los beneficios obtenidos en 2020 provienen, en su mayoría, de la venta de mascarillas no solo al Ministerio de Transportes, sino también al Ministerio del Interior y a las administraciones autonómicas de las Islas Baleares y Canarias. Estos ingresos ascienden a 54.520.560 millones de euros, de los cuales, descontando los gastos y pagos a proveedores, un beneficio de más de 16,6 millones de euros se mantiene.
De esta cantidad, 5,5 millones fueron para las empresas de Aldama. Según la Agencia Tributaria, estos deberían figurar en su declaración del IRPF, ya que resultaron de su «gestión muy personal». Sin embargo, Aldama parece tener alergia a pagar impuestos, de hecho, no ha presentado su declaración desde el año 2015.
Por otro lado, Cueto ha estado bajo investigación por corrupción debido a sus negocios en Angola. También es uno de los principales beneficiarios del negocio de las mascarillas, de donde Koldo recibió una porción importante.
Cualquier pequeño control legítimo sobre las empresas y las personas detrás de la oferta de mascarillas habría desacreditado su oferta. De hecho, dentro del mismo Ministerio, algunos altos funcionarios, como el director financiero de Adif, notaron que el trato olía a corrupción.
Aldama, tal como confirman altos funcionarios de Transportes, tenía un acceso desinhibido al ministerio. Tanto Koldo como Ábalos ya estaban familiarizados con él debido a su papel como consultor de Air Europa en las conversaciones para su rescate financiado por fondos públicos. Aldama también aconsejó a Air Europa en las negociaciones para recuperar 200 millones de dólares atrapados en Venezuela. De hecho, un prestigioso letrado venezolano asegura que en Caracas, Aldama es reconocido como «el hombre encargado del dinero de Delcy en España». Por lo tanto, es comprensible que él estuviera presente en el aeropuerto la noche que la vicepresidenta venezolana aterrizó ilegalmente en Barajas.
Por eso, con el brote de la pandemia, Aldama vio una ventana de oportunidades de negocio y Koldo no dudó en designarlo para la adquisición de mascarillas. Es probable que todos encontraran beneficio en este acto. Así sucedió. Mientras tanto, los ciudadanos españoles nos encontrábamos aislados en casa debido al Estado de Alarma establecido por el jefe del Gobierno.
Con el cúmulo de datos recopilados, no solo por la investigación de la UCO que lleva más de dos años siguiendo a Ábalos, sino también por el Informe de Auditoría ordenado por Puente, la instrucción del caso está a punto de concluir. Pronto, Ismael Moreno, juez del segundo tribunal central de instrucción de la Audiencia Nacional, emitirá su parecer en un auto jurídico.
Es muy probable que ni Puente ni el líder gubernamental estuvieran conscientes de cuán lejos los funcionarios se llevarían su meticulosidad en la investigación. Un indicativo es evidente. Puente permitió que Defensa del Estado asumiera el caso del subsecretario de Transportes, Jesús Manuel Gómez García, personaje esencial información en el lío de las mascarillas y actualmente bajo investigación de la Audiencia Nacional. Esto sucedió el 14 de agosto pasado. Justo nueve días después, el 23 de agosto, Puente despidió a Gómez García y al jefe de personal de Adif, Michaux Miranda, por lo expuesto en el Informe de Auditoría. ¿Cómo se puede justificar esta repentina voltereta de acciones?
No importa si sea por incompetencia o apresuramiento, el Gobierno, y aquí Ábalos seguramente concuerda en que Puente no hizo nada sin consultar previamente al presidente, ha dejado en una situación precaria a un hombre que sabe demasiado.
Por ahora, Ábalos ha respondido presentando una demanda contra Interior (la UCO) por divulgación de secretos. Luchará en los tribunales frente a lo que ve como una violación a sus derechos, impulsada también por el Informe de Auditoría encargado por Puente. Luego vendrá la implementación de su advertencia en el Congreso de los Diputados. Ábalos se ha convertido en una bomba a punto de estallar y solo la mediación, un acuerdo que actualmente no se percibe, con Sánchez, podría desactivar la situación. ¿Se arriesgará a revelar todo? Algo podría motivarlo: no tiene nada más que perder.
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La nostalgia de derecha, con su esfera fascista, tan ingenuos…
No lograron vencer en las elecciones,
no lograron coaccionando las sedes del PSOE,
no lograron durante la investidura,
no lograron a través de los pseudomedios,
no lograron con la difamación,
no consiguen a través de los jueces fascistas de La Toga Nostra,
y ahora su esperanza es
¡Ábalos!
¡Jajaja!
Parece que ni una dosis masiva de Viagra podría eliminar su impotencia.
Solo voy a decir una palabra, Ja. Los sinvergüenzas se entienden entre sí, cuando se tenga que votar algo que interesa, le ofrecerán algo de su interés para votar a favor de la próxima atrocidad para el país.
Completamente de acuerdo con Paloma. Hay muchos que solo buscan beneficiarse del dinero público.
Resumiendo.
Hay demasiados Abalos en el país.
Un verdadero problema.
Al final, los mafiosos siempre llegan a un acuerdo.
Hace unos días
José Luís, mantén el valor.
también hace tres días
Una situación altamente volátil cuyo resultado es incierto.
Todo dependerá de cuánta influencia pueda recibir Abalos desde la Moncloa o bien de una propuesta que simplemente no pueda rechazar…
hace tres días
Estoy escéptico. Sánchez no habría permitido cualquier agresión contra Abalos si no estuviese completamente seguro de su fidelidad. ¿Qué consecuencias tendrá este incidente? Ninguna. Si Sánchez no obtiene algún beneficio, nunca habría expuesto a Abalos de tal manera.