El 41º Congreso Federal del PSOE ya tiene fecha y lugar confirmados, se llevará a cabo en Sevilla durante los días 29 y 30 de noviembre y el 1 de diciembre. Para darle validez a esta propuesta, será presentada para su aprobación por el comité federal del partido en su reunión del próximo sábado 7 de septiembre, cuando se realizará la convocatoria al congreso.
Esto dará inicio a todo el proceso de renovación a nivel interno para el PSOE, que irá desde la cúpula federal hasta las direcciones autonómicas, provinciales y locales. Sin embargo, este 41º Congreso será especialmente significativo para la historia del PSOE por la posición que adopte en relación a la financiación autonómica.
El actual secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, buscará hacer que su partido respalde el modelo acordado entre el PSC y ERC, que propone una «financiación singular» para Cataluña, aplicable también al resto de territorios. Ante las críticas recibidas, Ferraz instó este lunes a los líderes del partido a dialogar sobre este tema tanto en la reunión del comité del sábado como en el congreso de finales de noviembre.
El lunes pasado, el partido socialista reanudó sus operaciones después del receso de verano. Pedro Sánchez presidió la reunión del Comité Federal, donde se estableció una fecha inicial para el 41º congreso: 15, 16 y 17 de noviembre de 2024. La portavoz de Sánchez, Esther Peña, informó a la prensa acerca de este plan en Ferraz. Sin embargo, después de las 8 de la noche, la junta directiva anunció que, debido a problemas logísticos, las fechas propuestas para el congreso serán el 29 y 30 de noviembre y el 1 de diciembre. El domingo, algunos medios, incluyendo este medio, informaron de otro calendario, que era del 8 al 10 de noviembre. Las fechas del 15 al 17 de noviembre pueden coincidir con la cumbre iberoamericana, a la que el presidente debe asistir, y que se celebrará en Cuenca, Ecuador del 12 al 15. Además, la reunión del G-20, a la que también se debe asistir, será en Río, Brasil, inmediatamente después, el 18 y 19. Se argumentó en Ferraz que para «un mínimo de 2.000 personas», ya no había lugares disponibles en Sevilla para el fin de semana elegido. Por lo tanto, si no hay más cambios, el 41º Congreso tendrá lugar entre noviembre y diciembre.
El cambio de fechas no altera la esencia del anuncio hecho este lunes por la dirigente Peña. Enfatizó que será un cónclave regular, que conlleva la aprobación de una resolución política, la renovación de los órganos y la puesta en marcha del proceso congresual en las federaciones. Este cónclave se lleva a cabo después de tres años del anterior, el número 40, acontecido en Valencia desde el 15 hasta el 17 de octubre de 2021. Los estatutos del PSOE estipulan que el congreso debe celebrarse en el periodo intermedio entre el tercer y cuarto año después del último cónclave. Sin embargo, se habla de un adelanto ya que los congresos normalmente guardan un intervalo de cuatro años. Aunque el último congreso, el número 40, se tuvo que postergar unos meses debido a la pandemia del COVID, recordó Peña.
También confirmó lo esperado: Sánchez buscará la reelección como secretario general del PSOE. «Recibió el apoyo de todos los integrantes de la ejecutiva y le comunicamos la necesidad de que continúe liderando el partido en el nuevo ciclo congresual», explicó.
El comité del día sábado establecerá el itinerario congresual, aprobará las reglas del cónclave y el número de delegados.
No existe ninguna incertidumbre interna sobre que Sánchez mantendrá su liderazgo en el partido. Las dudas sí son mayores a nivel territorial. El comité federal programará el calendario congresual y la fecha final para la conclusión de los cónclaves autonómicos. Aunque, normalmente, las federaciones cuentan con una ventana temporal de tres meses. Desde luego, el comité también se encargará de aprobar las pautas del cónclave y la cantidad de delegados (entre 500 y 2.000).
La reunión en Sevilla será protagonizada por un debate principal sobre la financiación autonómica, siendo un tema que la dirección acepta y comprende ha causado tensiones dentro de amplios sectores del partido, tensiones que sobrepasan las críticas constantes hacia Ferraz de las direcciones de Castilla-La Mancha y Aragón, encabezadas por Emiliano García-Page y Javier Lambán. Peña expresó sin titubear que la dirección anhela que sea en la 41º Congreso, donde se abordarán temas como «alojamiento, mejora de los servicios públicos» y los «retos» a la democracia, donde también se confronte el modelo de financiación autonómica. Recordó que, tras la apertura del proceso, todos los afiliados socialistas tendrán la oportunidad de proponer enmiendas a la ponencia base que la cúpula presente. «Discutiremos financiación, estatutos de autonomía, pues ciertas materias han alcanzado su límite. Es necesario establecer nuevos roles autonómicos», describió.
La dirección federal afirma no esquivar el debate de la financiación autonómica y recuerda que sus afiliados podrán proponer modificaciones a la ponencia base
Sin embargo, antes del congreso existe una oportunidad para que los líderes socialistas expresen sus discrepancias. Ocurrirá durante el comité federal del sábado próximo. Peña instó a los críticos a expresar sus dudas directamente a Sánchez, ya que tanto la reunión del día 7 como el congreso de noviembre son los escenarios más apropiados para que «todos los integrantes del partido» dialoguen sobre financiación autonómica.
Bilateralidad, solidaridad
Durante una conferencia de prensa, la portavoz instó indirectamente a los líderes a tener valentía. Exigió a todos los líderes regionales, en su mayoría del Partido Popular (PP), que demostraran audacia al exponer sus ideas en términos de financiación, defendiendo el bienestar de sus residentes, la integridad de sus regiones y la protección de los servicios públicos. De las diecisiete comunidades autónomas, el PP controla once, mientras que el partido socialista dirige cuatro. Excluyendo a Cataluña (Salvador Illa) y a Navarra (María Chivite) —ambas con regímenes de concierto económico al igual que el País Vasco— quedan Castilla-La Mancha y Asturias. Los presidentes de estas comunidades, Emiliano García-Page y Adrián Barbón respectivamente, se han pronunciado en contra del cupo catalán. Similar posición defiende el nuevo líder de los socialistas en Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, quien recientemente expresó la necesidad de debatir sobre el modelo de financiación en el próximo congreso federal, anhelando una visión compartida de todo el partido, según EFE. En enero de 2022, ya se mostró disgusto por parte del gobierno de García-Page al presentar a la Hacienda una propuesta para establecer un fondo específico para combatir la despoblación.
Peña eludió la palabra ‘concierto’ y enfatizó que se debería considerar una «financiación especializada», algo existente en lugares como Teruel, Soria o Cuenca, donde «nadie levantó la voz al cielo».
Peña argumentó que el debate real está entre favorecer al 6% de las mayores fortunas, como ocurre en Madrid, o mejorar los servicios de transporte interurbano en regiones rurales como Castilla y León. La portavoz destacó que lo que busca el acuerdo PSC-ERC es un cambio del sistema basado en la «bilateralidad», aplicable a otras comunidades autónomas, reconociendo la solidaridad entre territorios. Según ella, Cataluña ha marcado el camino y ahora otros gobiernos autonómicos tienen la chance de conseguir una financiación más convincente para sus territorios, con el propósito de proporcionar mejores servicios públicos.
Peña no mencionó la economía en ningún momento. Se centró en la frase «financiación singular» que es parte del acuerdo PSC-ERC. Intentó minimizar la importancia del acuerdo insistiendo en que ya hay un trato singular, recordando que la primera tributación diferencial y singular en España la poseen Teruel, Soria y Cuenca debido al riesgo de despoblación, y eso no ha causado alarma. Expresó su satisfacción de que el debate en Cataluña tenga como tema la financiación en lugar de la independencia y señaló que están encantados de que los independentistas hayan cambiado su retórica de la independencia hacia la solidaridad interterritorial. Según Peña, actualmente hay un acuerdo fiscal dirigido a los millonarios, en particular en la Comunidad de Madrid.
Se anticipa que la primera vicepresidenta y ministra de Finanzas, María Jesús Montero, clarifique ciertos puntos el miércoles en el Senado, a solicitud del PP. Sin embargo, este solo es el inicio del sendero, como señaló, y todavía «hay mucho que hacer». En respuesta a ERC, que mantiene que Cataluña tendrá el «control del tesoro», Peña argumentó, que «no es tan esencial quién recauda, quién administra», sino que la prioridad es obtener servicios públicos «de alto estándar». La líder instó a adherirse al contenido chasqueado con los separatistas y a cesar las «especulaciones», ya que el propósito no es «eliminar la solidaridad entre territorios», sino «suministrar a las entidades catalanas los fondos necesarios para atender las demandas». «Estoy segura de que todos los presidentes autonómicos firmarían este párrafo [del convenio del PSC con ERC]», concluyó.
Representantes de la dirección socialista confirmaron que las divergencias generadas por el acuerdo con los republicanos serán abordadas en el comité federal. Sin embargo, Ferraz anticipa una reunión pacífica del órgano máximo este sábado próximo, ya que algunos líderes han mitigado sus críticas al concierto económico.
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