La segunda vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha esperado casi una semana para opinar sobre el pacto fiscal al que llegaron Moncloa y ERC para conseguir el apoyo de los republicanos independientes en la investidura del socialista Salvador Illa.
Expresó su aprobación hacia el acuerdo en Cataluña durante una entrevista en «Las mañanas de RNE», el viernes pasado. A su parecer, el verdadero problema reside en el «dumping» fiscal que realizan algunas comunidades dirigidas por el PP, como Madrid y Andalucía.
Díaz, consciente de la división que existe dentro de su grupo parlamentario, señaló que el sistema actual se encuentra obsoleto desde 2014. En su lugar, propone un nuevo modelo de financiación basado en solidaridad y suficiencia, pero que también respete la «singularidad» de Cataluña. Remarcó su desacuerdo con cualquier dumping fiscal que beneficie a grandes fortunas, reduzca servicios públicos y exija más recursos al Estado.
Cuando se le preguntó sobre la propuesta de «federalización» del presidente del Gobierno, decidió abstenerse de dar una opinión en profundidad. Según Díaz, es importante equilibrar las características del sistema, como la solidaridad y la suficiencia, con el respeto al Estatuto de Cataluña y una financiación específica que favorezca su singularidad. Finalmente, argumentó que este balance es posible de lograr. Este debate «posee sensibilidades», añadió.
Aunque algunos de los aliados en la coalición, como Izquierda Unida, Compromís y Chunta, han expresado su descontento con un modelo que desafía la solidaridad interterritorial y exigen beneficios para sus regiones, especialmente los valencianos y aragoneses, Díaz ha estado curiosamente callada. Se le cuestionó este viernes si habrá libertad de voto en el Grupo Plurinacional de Sumar cuando la reforma de la Lofca se discuta en el Congreso de los Diputados. «Sumar tiene que tomar la decisión y por supuesto que el debate tiene sensibilidades. La solidaridad es un factor importante, pero también la unicidad de Cataluña».
Con respecto a la encuesta, este viernes a los miembros de ERC para respaldar el acuerdo con el PSC y permitir un gobierno de coalición con los comunes de Ada Colau, quiso enfatizar «lo que está sucediendo en Cataluña, no podemos olvidarlo. Es la primera ocasión en que se procura una colaboración entre fuerzas independentistas y otros que no lo somos. Hace poco, esto sería inimaginable». En su perspectiva, es un «avance significativo en la relación de Cataluña con España. Es muy positivo para nuestras naciones».
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La vicepresidenta Díaz, a menudo apodada PaguitaDiaz, prometió la creación de más de trescientos mil puestos funcionariales en su mandato anterior, pero ahora tiene planes para otorgar estabilidad laboral a una cifra similar de trabajadores temporales que no han conseguido ninguna promoción en cinco años. Asimismo, la Generalitat Catalana pensaba solidificar la posición de miles de trabajadores temporales para conseguir fondos de Europa.
Por otro lado, la ministra Montero de Hacienda, famosa por haber asignado directamente a más de tres mil empleados públicos durante su época política en Andalucía, reconoció su objetivo de modernizar e informatizar una parte de la administración, lo que implicaría una reducción de alrededor de 700,000 puestos de trabajo. No obstante, estos planes no se concretaron por temor a generar angustia entre el colectivo y los sindicatos, y también por la conveniencia política de mantener estos votos rápidos y seguros.
De acuerdo con la EPA, tenemos la misma cantidad de empleados públicos que en 2008, un año de prosperidad cuando el desempleo solo era del 9% y contábamos con más de tres millones de empleados del gobierno. Esto no es sorprendente, considerando que la mayoría de los gobiernos están compuestos por profesionales en el sector público y empleados gubernamentales.
Actualmente, se planean destinar 4,000 millones para salvar a Correos, aparte de las 35 semanas de ayudas para compañías y entidades públicas con déficit como ADIF y Renfe. Nos empezarán a llamar FUNCISPAIN porque, en la lucha de Empleados públicos contra Empresas privadas, el marcador es 1 – 0.
Hace 20 horas que Díaz se decidió a delinear su firme creencia de que se puede hacer cuadrado lo que es circular.
