La aprobación de las bases de ERC del preacuerdo con el PSC pone en marcha un proceso acelerado hacia la investidura de Salvador Illa. Este proceso finalizará en la sesión plenaria del Parlament, donde se formará un nuevo tripartito, tres lustros más tarde, con la finalidad de reunir los 68 votos requeridos para alcanzar la mayoría en el parlamento catalán.
Los socialistas han intentado anticipar todos los movimientos en este guion, sin embargo, todavía está bajo la incertidumbre del posible regreso de Carles Puigdemont y los efectos de su detención, como líder de Junts.
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, se refirió a esta posibilidad el jueves, advirtiendo que Puigdemont no debería permitirse ser arrestado y cuestionando el significado de su exilio.
Esquerra ha dejado en claro que no apoyarían un regreso del líder de Junts que pueda resultar en su detención, ya que todavía tiene en su contra una orden de arresto emitida por el juez Pablo Llarena por acusaciones de malversación en la organización de 1-O.
Sin embargo, Rovira admitió el viernes que «si esa situación ocurre, la dirección de ERC tendrá que tomar decisiones que aún no se han tomado». Este comentario plantea nuevas interrogantes sobre el resultado de la investidura, ya que los republicanos no ocultan su preocupación por un posible arresto de Puigdemont en el Parlamento.
Simultáneamente, Jéssica Albiach, quien guía a los miembros comunes en el Parlament, señaló el viernes que cualquier eventual arresto del jefe de Junts retrasaría la sesión de investidura de Illa. Albiach destacó que «no es cuestión de un día o dos, ni siquiera de una semana» para que Puigdemont pudiera participar en el debate. Sin embargo, aclaró que esto «no alteraría los resultados de la elección» y que la investidura debe concluir antes del 26 de agosto para evitar una nueva elección en Cataluña.
Líder de la Junts
Aparte de las futuras acciones del líder de Junts, el primer episodio de este guión se experimentará este sábado cuando la junta ejecutiva del PSC se reúna para ratificar los acuerdos con ERC y Catalunya en Comú (CatEC). Dos acuerdos que se han ido forjando lentamente desde el 12 de mayo, con los socialistas siempre desempeñando el papel central en las negociaciones.
Las discusiones han sido bilaterales, trazándose líneas con Esquerra y los comunes respectivamente. El equipo de negociación liderado por Lluïsa Moret balanceó equitativamente las victorias que cada partido requería, obteniendo financiación para ERC y vivienda para CatEC.
Durante toda la semana, los socialistas han permanecido en silencio para no obstaculizar las deliberaciones internas de ERC. Ahora, es tiempo de materializar esos acuerdos. Entre los comunes, se tiene la seguridad de que en el transcurso del fin de semana se presentará «la foto» del pacto firmado por Illa y Jéssica Albiach, líder parlamentaria de CatEC.
Durante este fin de semana se definirá uno de los últimos obstáculos para la investidura de Illa: el voto de Mar Besses, la única representante de las Juventudes de Esquerra (JERC). La JERC anunció recientemente que convocará a su Consejo Nacional una vez se conozcan los resultados de la consulta a la militancia de ERC.
En los últimos días, la JERC ha manifestado sus reservas en cuanto al posible acuerdo con PSC, a pesar de que la consulta a la militancia avalase dicho pacto. Mantienen abierta la posibilidad de romper la disciplina de voto en el Grupo de ERC si lo consideran necesario.
Si la diputada de JERC vota en contra, esto impediría la mayoría absoluta necesaria para investir a Illa. En caso de abstención, se produciría un empate en el Parlament, lo que también complicaría la investidura.
Ante este panorama, Rovira expresó su creencia en que se alcanzará un acuerdo, al tiempo que hizo un llamado al respeto de los procesos internos de todas las organizaciones.
Por otro lado, el próximo lunes, el PSC pedirá al presidente del Parlament, Josep Rull, que nomine a Illa como candidato a la investidura. Esto requiere que Rull realice una serie de contactos con los líderes de todos los grupos parlamentarios. Se espera que estos contactos sean rápidos, sin embargo, Rull ya ha indicado que tiene la intención de llevar a cabo una nueva ronda de contactos presencial.
En PSC y los comunes recalcan que existen antecedentes de rondas telefónicas de contacto, como la que facilitó la investidura de Carles Puigdemont. Algunos indican que Rull podría intentar manipular el calendario para retrasar la discusión de la investidura, una decisión que no está en sus manos.
Después de la consulta, corresponde al presidente del Parlament convocar a la Diputación Permanente. Es esta entidad, que dirige el Parlament durante los intervalos entre las sesiones, la que tiene la autoridad para convocar la plenaria. De hecho, los socialistas y los comunes apoyaron el receso parlamentario de las primeras dos semanas de agosto, para que la Diputación Permanente, y no Rull, determinara la fecha y formato del debate de investidura. En la Diputación, PSC, ERC y CatEC poseen la mayoría.
El componente Puigdemont
Podríamos colocar la investidura de Illa hacia finales de la primera semana de agosto. En el ínterin, la probable detención de Puigdemont podría influir en la votación. Puigdemont anunció el sábado pasado que regresaría a España «peti qui peti» (ocurra lo que ocurra) si hay investidura y afirmó que participaría en la próxima campaña electoral si no la hay, presagiando una segunda vuelta de votación.
«La próxima campaña será presencial», afirmó, indicando que la posibilidad de un arresto ya no lo detiene. No obstante, en los últimos siete años, ha mantenido que su exilio fue motivado por el deseo de «proteger la institución de la presidencia de la Generalitat», la cual cree seguir representando a pesar de haber sido depuesto bajo el artículo 155 de la Constitución.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) está convocando a sus seguidores para estar listos para apoyar a Puigdemont y evitar la toma de posesión de Salvador Illa. Puigdemont, cuyo regreso será fuertemente teatralizado, recibirá el apoyo no sólo de su propia formación política, Junts, sino también de la ANC. La ANC está anticipando la detención de Puigdemont y se está preparando para brindarle su apoyo total.
La entidad ha hecho pública su suposición de que Puigdemont será arrestado, al tiempo que alerta sobre cómo esta detención impactará enormemente en el Congreso y en la calle, impidiendo cualquier normalización y haciendo que la estabilidad del gobierno de Pedro Sánchez sea inestable. Esta situación, según la ANC, desencadenará la convocatoria de nuevas elecciones generales, agravando aún más la caída de los resultados electorales de la ERC.
Puigdemont ha confirmado su retorno para estar presente en la toma de posesión de Illa, acusando a la ERC por su posible detención. Por otro lado, Salvador Illa promete solidaridad a la vez que reafirma que «Cataluña tiene derecho a una financiación singular». A pesar de cerrar un acuerdo con la ERC y aupar a Illa, Sánchez no ha logrado sofocar la crisis interna. Tras recibir el respaldo de la militancia por un margen estrecho, la ERC investirá a Salvador Illa.
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