Con una defensa firme, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, respaldó la necesidad de la renovación de las candidaturas del partido, impulsando un recambio generacional. Esta renovación implica nuevas estrategias, discursos y rostros, como se evidenció en las elecciones municipales, forales y autonómicas.
La idea es que la generación de Ortuzar e Iñigo Urkullu, ceda espacio a rostros frescos como el actual lehendakari, Imanol Pradales. Actualmente, la atención se centra en este último. Llega el momento de reflexionar dentro del partido sobre los liderazgos y candidaturas internas para los próximos cuatro años.
Andoni Ortuzar, presidente del PNV, que lleva una década en la dirección, recalcó recientemente que este julio se revelará información sobre el plan de cambio en el liderazgo que el partido debe llevar a cabo antes de que concluya el año. Es probable que en breve tiempo, el partido revele el cronograma del proceso de dos fases que se sigue usualmente en estos cambios. Si no se hace hoy, será el siguiente día durante la fiesta de San Ignacio, patrón del partido, cuando Ortuzar dé a conocer la fecha de la Asamblea General que designará al nuevo liderazgo del partido para los próximos cuatro años. El miércoles, en el cierre de su año político, el PNV honrará a su fundador y recordará los 129 años desde la fundación del partido. Este acto se llevará a cabo frente a la estatua de Sabino Arana, ubicada delante del edificio principal del partido en Bilbao.
El inicio del proceso que pronto se dará a conocer demandará un considerable periodo de tiempo, estimado en por lo menos 54 días. A lo largo de este tiempo, las distintas organizaciones a nivel local estarán a cargo de sugerir y posteriormente seleccionar, a través de un proceso de doble elección, a quienes integrarán los cuerpos directivos, tanto a nivel local como a nivel nacional. Según los estatutos de la organización, la convocatoria a este proceso debe realizarse con al menos seis meses de anticipación, lo que sitúa la culminación de este procedimiento en diciembre de este año o enero de 2025, a más tardar.
Hasta la fecha, el Euzkadi Buru Batzar ha realizado diversas reuniones especializadas con el objetivo de planificar este vital proceso de renovación, que coincide con un periodo crítico para el PNV. La primera interrogante a resolver es la posible candidatura de Ortuzar para continuar como líder del partido después de tres mandatos como presidente. En los últimos meses, el líder nacionalista ha oscilado entre la defensa de su renovación personal y la necesidad de iniciar una nueva era en los cuerpos directivos del partido, hasta valorar la idea de permanecer en su posición. Ha sostenido que es la militancia quien propone las candidaturas y en el PNV «los cargos son obligatorios».
Ortuzar, quien continúa siendo el presidente del PNV, evita pronunciarse directamente sobre si desea mantenerse en el cargo o ceder el mando. Subraya que las normas internas del partido establecen que son los miembros de base quienes proponen candidatos, no los candidatos quienes se autopostulan para un puesto.
Hace aproximadamente un año, Ortuzar le confesaba a ‘El Independiente’ que había llegado el momento de considerar una «renovación» y un «cambio generacional» en la dirección del partido para adaptarlo a las nuevas realidades y contextos sociales y políticos.
Ortuzar, a los 63 años, lleva más de diez años liderando el PNV. Después de reemplazar a Urkullu en la dirección del PNV en Bizkaia y luego como el líder del partido en toda Euskadi, ha manifestado en varias ocasiones que «los cambios son positivos» para adaptarse a los nuevos tiempos políticos. El partido ha alcanzado durante su mandato los niveles de poder más altos en su historia, con el control de las tres diputaciones, los ayuntamientos de las tres capitales vascas y muchos otros consistorios. A nivel nacional, ha tenido éxito en sus relaciones tanto con el PP durante el gobierno de Rajoy como con el PSOE durante el mandato de Pedro Sánchez. El pulso político entre el PNV y el Bildu para fortalecer su influencia en Euskadi ha caracterizado los últimos cinco años. El Bildu de izquierdas ha logrado acortar la brecha con el PNV en las recientes elecciones.
Ortuzar, quien se involucró en la política desde su juventud, se unió al EGI -la rama juvenil del PNV- a los 14 años y dos años después, en 1978, se unió al partido. Su carrera política ha abarcado varias responsabilidades en el Gobierno vasco en áreas como Acción Exterior y Comunicación. Fue líder de la Radio Televisión Pública Vasca (EiTB), dirigió el diario ‘Deia’ y antes de asumir la presidencia del PNV, lideró la dirección del partido en Vizcaya. Apasionado de la modalidad de pala “paleta-cuero», es padre de dos hijas, disfruta recolectar setas y hongos, escuchar música de artistas como Sabina, Phil Collins, Benito Lertxundi y Fito, y ama la cocina y la gastronomía.
Cambio en las direcciones territoriales.
A raíz del reciente ciclo postelectoral, el PNV ha experimentado un deterioro importante, generando dudas sobre la continuidad de Ortuzar. Aunque las críticas a su gestión todavía son moderadas y tienen poco alcance público, el descontento acerca del rumbo futuro del PNV y su lucha con EH Bildu por el liderazgo político en Euskadi ha empezado a surgir.
Existen varios factores que obstaculizarían una posible reelección de Ortuzar. El dirigente del EBB fue un férreo defensor de la necesidad de suceder a figuras como Iñigo Urkullu, de su misma generación y con tres mandatos en su haber al igual que él en el PNV. Ortuzar extendió el cambio generacional a gran parte de las candidaturas, tanto en las elecciones municipales como en las autonómicas. Por otro lado, el golpe electoral que el PNV ha vivido en las últimas dos elecciones, con caídas de entre 86,000 y 100,000 votos, y un robusto EH Bildu que estuvo a punto de desbancarlo en las elecciones autonómicas, juegan en su contra. Actualmente, ambos, PNV y EH Bildu, tienen la misma cantidad de escaños en el Parlamento Vasco, 27, y la presencia creciente de la coalición liderada por Arnaldo Otegi en territorios antes controlados por el PNV, como Bizkaia, es innegable.
Podría ser que todos los órganos directivos experimenten una renovación. Joseba Egibar, el presidente más experimentado del PNV en Gipuzkoa, de 65 años, que ha pasado más de su mitad de vida en este cargo, ya fue retirado de la lista de candidatos para las elecciones autonómicas. Ahora ya no está en el parlamento. Ha estado al frente del PNV en Gipuzkoa desde 1987, excepto en el periodo entre 2000 y 2004, sumando 33 años como principal encargado de la organización en este territorio.
El otro que ha afirmado su retiro es José Antonio Suso, el actual líder del PNV en Alava, de 66 años de edad. En Bizkaia, Itxaso Atutxa es la única presidenta, y también la más joven, con 57 años. La probabilidad de que permanezca en su puesto parece bastante alta, siendo que es la esposa de Aitor Esteban, el portavoz del PNV en el Congreso.
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