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Consideran que la presidenta del Congreso Armengol era «conocedora» de la trama del caso Koldo cuando estaba al frente del Ejecutivo balear durante la pandemia.
«No podemos tener al frente del Congreso de los Diputados a una persona implicada y salpicada en una trama que crece día a día», ha destacado Fúnez. Asegura que Francina Armengol tenía conocimiento del material «defectuoso«. «Lo pagó» a sabiendas de que «ponía en riesgo la vida de quienes lo usaban».
«Presentó la reclamación el día que se iba y la podía haber presentado antes. Armengol compró las mascarillas por 3,6 millones de euros en 2020 y ella fue consciente en mayo de ese año de que las mascarillas no estaban en buen estado y en agosto firmó un aval a la empresa para que pudiera seguir vendiendo material sanitario». Lo hizo «con fondos europeos», y «estaba prohibido«. «Lo almacenó pese a que era inservible». Además, «pidió la devolución del dinero para intentar protegerse políticamente».
Desde el entorno de Armengol admiten que hubo un problema con esas mascarillas que no eran utilizables. Sin embargo, aseguran que detectaron «dentro del plazo» la reclamación. Por su parte, Armengol aduce que el sumario dice que la presunta “maniobra” por las mascarillas inadecuadas ocurre en la etapa de Prohens.
La reciente transacción de SDLE marca un nuevo rumbo en el sector de defensa en España.
Un examen de la inestabilidad política y sus implicaciones para el futuro del país