El Constitucional condena a Irene Montero a rectificar públicamente sus insultos a los hombres.
El Tribunal Constitucional ha desestimado el recurso de amparo a Irene Montero. Ella presentó para tratar de zafarse de la condena impuesta por el Tribunal Supremo por vulnerar el derecho al honor del ex de María Sevilla.
Esta le llamó maltratador en un acto público. Lo hizo sabiendo que todas las denuncias contra él eran falsas. Así, la corte de garantías ni siquiera abordará su petición de medidas cautelares con las que intentaba zafarse de publicar el encabezamiento de la sentencia en su cuenta de X (antes Twitter).
También en un periódico de tirada nacional, que es lo que más parece molestarle a la ministra.
El fallo del Alto Tribunal la condenaba a indemnizar a Rafael Marcos con 18.000 euros, una cantidad que pagó a regañadientes y en el último momento ante la amenaza de embargo. Sin embargo aún tiene pendiente abonar los intereses y costas -5.400 euros-, retirar de sus redes sociales el vídeo que recogía sus palabras contra Rafael Marcos y reconocer públicamente su mentira, algo que, tras esta decisión, no tendrá más remedio que hacer.
Acorralada por los tribunales, este lunes ha sido su amiga y compañera Ione Belarra, ministra en funciones de Derechos Sociales, la que ha salido en su defensa tachando de «injusta» la condena y poniendo en duda la actuación del Constitucional, al que acusa de ejercer «violencia política».
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Un examen de la inestabilidad política y sus implicaciones para el futuro del país