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Máxima tensión entre Yolanda Díaz y Podemos por la candidatura de Sumar. La dirección morada termina este sábado 1 de abril sin acuerdo con la vicepresidenta para acudir a su acto del domingo 2 de abril.
Tik tak. Tik Tak. Así avanzaba el tiempo. Rápido, hasta que este sábado 1 de abril supimos que Irene Montero y su partido no acudirán al acto de Sumar de este domingo 2 de abril. En él Yolanda Díaz presentará su candidatura a las elecciones generales.
Después de una semana de tira y afloja, los de Podemos y la plataforma de Díaz no han conseguido un acuerdo sobre la celebración de primarias abiertas. Por su parte, Podemos será el único partido del espacio a la izquierda del PSOE que faltará a la foto que Sumar quiere vender como el primer hito de la unidad progresista de cara a los próximos comicios.
La no presencia de los pesos pesados de la dirección estatal de Podemos aún no está confirmada. Sin embargo, prevén que la secretaria general morada, Ione Belarra, la anuncie este sábado 1 de abril durante su intervención en la reunión del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos. Es su máximo órgano entre congresos. Por su parte, que los morados no acudan a la cita de este domingo en el Polideportivo Magariños de Madrid no implica una ruptura total con Díaz. Lo cierto es que ambos seguirán negociando durante las próximas semanas y meses para acudir juntos a las elecciones. Pero sí supone un punto de inflexión en una relación que lleva más de un año rota. Además, en las últimas semanas, pasa por una fase abiertamente hostil entre cruces de acusaciones y chantajes políticos.
Por su parte, Belarra se reunirá con la plana mayor de Podemos a nivel estatal, pero también con los secretarios generales del partido a nivel autonómico. Estos tienen asiento en el órgano. Y entre ambos grupos hay algunos dirigentes que sí han anunciado que van a acudir a la presentación de Díaz. Es el caso, por ejemplo, del diputado nacional Txema Guijarro. Él es secretario general del grupo parlamentario morado en el Congreso. Este, desde hace tiempo mantiene hacia Díaz una actitud muy diferente a la de la dirección estatal de su partido.
El PSOE se enfrenta a un congreso crucial con plazos ajustados y tensiones internas.